Agonía - Kookmin

XII - Retorno

Jungkook y Jimin transportaron a todos con sus poderes, ya que ellos si poseían la habilidad de hacerlo con humanos. Una vez estando en la tierra de los recordados, Namjoon y Seokjin se adelantaron, proponiéndose a buscar el pergamino. Mientras Jimin iba a la par del grupo de amigos de Taehyung, quienes lo bombardeaban de preguntas, ya que adoraban a la catrina y el azabache de mechas con mucho gusto les contestaba. Y por último estaban Taehyung y Jungkook, quienes caminaban atrás del grupo sin mencionar una sola palabra.

El blondo se sentía incómodo, pero, se había percatado de las miradas que le daba Jungkook a Jimin y se sintió mal por él. Debería estar enojado y resentido con él por haberlo engañado, pero, después de lo que Jimin le contó, le fue inevitable pensar si Jungkook seguiría sintiendo lo mismo por la catrina y al verlo lo confirmó.

—Deberían arreglar las cosas—comentó el rubio, sacando a Jungkook de su embobamiento.

—No sé de qué hablas, humano—se hizo el desentendido.

—Oh vamos, no finja. Sé que aunque lo niegue, sigue enamorado de Jimin—Jungkook bufó.

—Eso no es de tu incumbencia—se cruzó de brazos—. Mejor metete en tus asuntos.

—Oye, ¿Me permite darle un consejo? —El mayor lo pensó un momento antes de asentir—. No sé exactamente qué fue lo que sucedió entre la catrina y usted, pero, en lo que a mí respecta, ustedes se siguen amando y creo que aún están a tiempo.

—No es tan sencillo, somos la muerte y la vida, ambos no somos compatibles. Lo mejor será que las cosas se mantengan como están. La profecía lo dice y será por algo.

— ¿Y se va a rendir sin haber luchado?, ¿Solo por una profecía que fue escrita hace milenos?

—No solo es eso, también están nuestros legados, en fin, es complejo.

—Creo que solo se está excusando porque es un cobarde.

—Oye, más respeto, ¿Qué va a saber un niño como tú?

—Más de lo que cree. Porque en mi caso, yo sí estoy luchando por la persona que amo, incluso si fracaso, al menos sé que di lo mejor de mí.

— ¿Aun si eso significa dañar a esa persona? —dijo con tristeza, mirando nuevamente a Jimin, quien reía al unísono con los chicos.

— ¿Cómo está seguro de que lo hará, si no lo ha intentado?

—Lo he hecho y fracasé.

—Pero, eso fue en el pasado, cuando era solo un crío, ahora, ha madurado y aprendido de sus errores. Lo más importante en una relación es la comunicación y estoy seguro, de que si habla de sus inseguridades con Jimin, él lo va a entender. Solo no sea egoísta, porque, creo que lastima más a Jimin alejándolo.

Jungkook sabía que había verdad en sus palabras, aunque odiara admitirlo. Tenía miedo de no ser lo suficientemente bueno, temía caer de nuevo en su codicia y engañar otra vez a Jimin. Había cometido muchos errores, uno tras otro, pero, de lo que sí estaba seguro, era de que amaba a Jimin con todo su ser y eso jamás cambiaría.

—Gracias, Taehyung. Por tus palabras—le dedicó una sonrisa genuina.

—Ni que darlas, Jimin me ha ayudado mucho y quiero retribuirle. Merece más que nadie ser feliz—el azabache asintió.

—Concuerdo contigo.

—Oigan—los llamó Lalisa—. Encontraron el pergamino, solo faltan ustedes.

—Deberíamos ir—propuso Jungkook señalando el edificio y Taehyung asintió.