Sonidos de disparos eran los que se adueñaban del campo, mostrándose varios jóvenes con uniformes militares, quienes portaban armas de fuego, tratando de acertar en su puntería. El azabache de tez pálida, con ahora veintiún años, no lograba darle al blanco, por más que lo intentaba, fracasaba en su cometido. Estaba seguro que no servía para ser militar.
— ¿Necesita ayuda, hyung? —se acercó su menor, con el arma cargada sobre su hombro y una sonrisa socarrona.
—Lárgate, Taehyung—maldecía el día en que le habían asignado la misma base que a su menor—. Puedo encargarme por mi cuenta—volvió a cargar el arma en sus manos—, ¿No tienes algo mejor que hacer qué burlarte de tu hyung? —cuestionó con una mueca, a la vez que disparaba, faltando una milésima para acertar. Hizo un pequeño berrinche, haciendo reír a Taehyung.
—Solo quería ser amable, hyung. No se enfade—apretó uno de sus cachetes, recibiendo un manotazo de parte de Yoongi.
—No entiendo porque no se me da—miró a Taehyung—, ¿Cómo lo haces? Para mantenerte tan radiante, ¿son las ventajas de ser más joven?
—Ya anciano, déjame ayudarte—el azabache, quien ahora sus cabellos eran muchísimo más cortos debido a que, cuando entró, tuvo que raparlo y tres años después, habían vuelto a crecer; se rindió, dejándose hacer por el menor.
Taehyung se posicionó, apoyando el arma en la pequeña base que había, teniendo que colocarse sobre una de sus rodillas. El mayor lo miraba expectante, prestando toda la atención posible, mientras el rubio lo corregía. Así que estaba haciendo todo mal o simplemente no tenía madera para esto.
— ¿Lo ve?, no es tan complicado.
—Claro, soldado estrella—rodó los ojos.
—No sea sarcástico, hyung.
—Como sea, deja de perder el tiempo aquí o el comandante Seungmin, te va a retar—imitó la posición que anteriormente había hecho Taehyung.
—Tiene razón, el comandante Kim molesto da miedo—se dio la vuelta—. ¡Nos vemos más tarde hyung! —se despidió a la vez que se alejaba corriendo. Yoongi solo suspiró para después negar, volviendo a concentrarse en acertar.
Cinco horas después, todos se encontraban en el comedor cenando ya bañados y vestidos, mientras charlaban y bromeaban, como era costumbre. El pálido se encontraba en su habitación, que compartía con Taehyung, recién salía de la ducha, secando sus cortos mechones azabaches.
Habían pasado tres años, lo que lo hacía sentirse nostálgico. Sacó una fotografía que guardaba en uno de sus libros favoritos, esbozando una pequeña sonrisa. La foto era de él y sus dos amigos; Taehyung y Hoseok. Su menor había cambiado tanto, ya no era ese chiquillo de años atrás, lo había superado incluso a él, convirtiéndose en la mano derecha del comandante Seungmin, estaba orgulloso de su amigo.
Era irónico, era el ayudante del comandante y seguramente se convertiría en segundo al mando o en comandante en cuestión de un año o menos, además, de tener el amor de Hoseok. Le había ganado en todo.
Volvió a guardar la foto en la página que tenía remarcada, ya que ahí se encontraba su frase favorita y motivacional, que le ayudaba mucho, la leía cada madrugada cuando se levantaban para los entrenamientos matutinos. Tomó su maleta, rebuscando en el fondo, hasta que sus dedos sintieron algo raro. Tomó el objeto, sacándolo y revelando el anillo que le había dado Jungkook años atrás.
Aun lo conservaba, creía haberlo tirado. Le restó importancia, queriendo deshacerse de él, pero, se dio cuenta de que era bonito, así que pensó que podría usarlo por lo menos de accesorio, sería un desperdició botarlo, podría ser caro. Se lo colocó en el dedo anular de su mano izquierda, extendiéndola un poco para observar cómo se le veía. Mañana lo guardaría, ya que no les permitían tener bisutería durante los entrenamientos.
ESTÁS LEYENDO
Agonía - Kookmin
Fanfic"Jungkook y Jimin tienen que romper con las exigencias que recaen sobre sus legados para que su amor pueda prosperar". -Contenido homosexual. -Adaptación. -Pareja principal: Kookmin - Jungkook: top/Jimin: bottom. -Parejas secundarias: Vhope y Namji...