Papi Volvió A Sonreír «Yungi»

Capítulo 7

Byul era la más feliz, caminaba al lado de su padre dando saltitos mientras cantaba una canción que aprendió en la guardería. Yunho por su parte sonreía mirando a ambos y su corazón se hacía enorme cada vez que veía a Mingi sonreír junto a su pequeña.

El lugar donde iban a cenar estaba cerca y fue por eso que decidieron caminar.
El restaurante no parecía ser el más lujoso de todo Corea, pero tenía una de las mejores vistas y disfrutar una cena a la luz de luna con la ciudad de fondo valía la pena.

No necesitaban reserva, Yunho conocía al dueño y apenas pisaba el lugar ya tenía la mejor mesa pues su amigo Choi San se encargaba de que fuera así.

_Él vendrá en unos minutos_ Dijo una de las chicas que trabajaba allí, dejó la carta del menú y los dejó a solas para elegir su plato.

_¿Nunca vinieron aquí con Byul?_ Preguntó Yunho mientras elegía entre tantos platillos deliciosos.

_No, nosotros no comemos afuera desde..._ Mingi se mantuvo en silencio pues sabía cómo terminar la frase pero no se animaba a hacerlo.

_Saben, cuando conocí a San lo primero que hizo fue avergonzarme y prometí no volver pero continuo haciéndolo_ Comentó tratando de distraer a Mingi y este sonrió por fin.

_¡Yuyu!_

_Byul_ Dijo Mingi en un tono serio.

_Señor Jeong... ¿Habrá postre?_

_Byul_ Una vez más su padre la miró serio.

_Si papá está de acuerdo lo habrá_ Dijo mirando a Mingi. _No te preocupes, yo invito_

Mingi solo cedió pero sabía que al llegar a casa debían tener una seria conversación con su hija.

Pasaron un par de minutos más y por fin apareció San. Con su dulce sonrisa se presentó y al ver a la pequeña le regaló un dulce, con la condición de que lo comiera luego de la cena.

_Bien, espero disfruten de mí comida, llámenme si necesitan algo_ Dijo luego de saludar a su amigo y al alfa que lo acompañaba. _Oh y no salgas corriendo Mingi, mí amigo podrá medir dos metros y tener los pies enormes, pero vale la pena conocerlo_ Rió satisfecho guiñando un ojo a Yunho y se fue por fin.

_No lo escuches, siempre trata de..._

_Me agrada... ¿Y a ti Byul?_

_El señor Choi es bueno_ Respondió entregándole su dulce a Mingi para que este lo guardara.

Cuando por fin tuvieron su cena y Byul miraba sus manos, una pareja de ancianos llegó. Se sentaron en la mesa más cercana y miraban sin disimular a los alfas de la mesa de enfrente.
Por supuesto que Yunho se dió cuenta y solo bufó molesto pues aún tenía que lidiar con la gente anticuada que juzgaba.

_Papi, el baño_ Dijo la pequeña, no podía esperar mucho más así que Mingi tuvo que levantarse de la mesa, se disculpó y caminó de la mano con su pequeña.

_Pobre niña, no tiene omega que la cuide como se debe_

_Esta generación está pérdida_

_Se perderá todo, no habrán más bebés en el futuro_

_Es una pena, además se nota que el alfa de ahí los obliga_

Yunho trató de ignorar todo, pero justo la última frase lo golpeó de tal manera que no tuvo opción.

_Disculpen..._ Dijo llamando la atención de la pareja. _¿Ustedes son Dios o algo parecido?_ La pregunta de Yunho los dejó desconcertados.

_No entiendo a que viene esa_