Marry me (+18) {Tom Kaulitz}

capítulo diecisiete

Patética.

Siempre me gustaba verle dormir.

Porque parecía ser feliz cuando dormía.

Sus ojos marrones estaban cerrados con sus largas pestañas descansando, sus cejas estaban relajadas, podía apreciar la bonita forma de su nariz, y ver sus suaves labios rosados haciendo una forma recta.

Tal vez dormía feliz porque yo no estaba para arruinarlo.

Acaricié sus rastas y las hice a un lado para dejar su rostro despejado, dormía plácidamente, como si nada malo sucediera en sus sueños.

Lástima que aún seguía enfadada con él.

Le arrojé el agua sobre la cara y despertó gritando "¡me ahogo!".

Tardó unos minutos en recomponerse del susto, y cuando me vio de brazos cruzados frente a su cama con el vaso de agua en una mano, su rostro se puso rojo de rabia.

—¿Por qué has hecho eso?—Se quejó agarrando una camiseta que encontró tirada sobre el velador para secarse la cara, luego me asesinó con la mirada—.

—¿Esa es la forma en que tratas a tu futura esposa?—Le respondí dejando el vaso sobre la mesita de noche—Te podría demandar por agresión verbal, pero no lo haré—Se veía sorprendido de que hablase de nuestro compromiso como si nada—.

Menos aún después de que él me ignorara por alrededor de un mes.

—Vístete, la hermana de Gustav llega a las 12—Revisé la hora de nuevo—Y ya son las 10—.

No esperé a que me contestara y salí de su habitación, cerrando la puerta detrás de mí.

Mi plan desde hace unos días era el mismo, hacer que se arrepintiera por haberme hecho sufrir.

En el tiempo en que ignoró hizo que me diera cuenta que de verdad lo quería, y que su ausencia me afectaba demasiado, incluso me deprimía y me producía una ansiedad horrible.

Y no se lo perdonaría jamás.

Así que lo haría sufrir con mi indiferencia, no como lo hizo él, sino que haría como que nada sucedió y me transformaría en la chica perfecta hasta que me pidiera perdón de rodillas.

Me arreglé minuciosamente, reparé en cada detalle para lucir como la novia ideal de Tom. Cepillé mi cabello y me maquillé, a pesar de de que no me gustaba usar vestidos.

Bajé cuando casi eran las once, ya había desayunado así que vagué por los pasillos esperando a que Tom estuviera listo.

Cuando me senté a ver televisión en la sala de estar, apareció Simone con Abril listas para ir salir.

—¿A dónde vais?—Les pregunté al ver la hora que era—.

—Al parque—Me respondió Simone sonando algo cansada a modo de broma—Abril quiere ir a pasear, ¿nos acompañas?—Inquirió con una sonrisa—.

—No puedo, tengo una cita con la hermana de Gustav para organizar la boda—Respondí torciendo suavemente mi gesto—.

Abril se alegró al saber que estaba tomando esto en serio, aunque ella sabía la verdad.

Me había visto después de que Tom se me declarara y no fue felicidad lo que sentí.

—Con respecto a eso, tenemos que hablar sobre algo después, Alazne—Me puse en alerta en cuanto escuché a Simone decirme eso—Cuando regresemos quiero tener una charla contigo—Acordó conmigo, haciéndome asentir, y preguntarme de qué querría hablar Simone—.