Marry me (+18) {Tom Kaulitz}

capítulo quince

Para mí.

—Igualmente supongo que le gustará—Dije elevando suavemente mi hombro mirando la flor que le había comprado a Tom por el veintiuno de septiembre—.

—Yo creo que también, a Tom le gusta cualquier pequeño detalle que tengas con él—Me respondió Mike restándole importancia—.

Miré bien la flor, torciendo mis labios, y es que era cierto.

Pero no sé si eso me gustaba.

Me sentía como si Tom aceptara cualquier cosa de mí porque nunca le demostraba amor, no me hacía sentir bien.

—Por ahí viene—Escuché a Mike, a lo que sin ver a Tom directamente escondí la flor en mi espalda, para que fuera una sorpresa—.

En cuanto tenía la flor contra mi espalda, me giré sobre mí misma, observando a Tom con un ramo caminando hacia aquí.

Sentí un nudo en la garganta a medida que se acercaba con una sonrisa cada vez más grande al verme.

Él me había traído un ramo, y yo solo una triste flor.

Era como si de forma constante, la vida me recordara que Tom me quería más.

—Feliz veintiuno de diciembre, mi vida—Me dijo tendiéndome el ramo frente a mí con una sonrisa, haciéndome agachar la mirada para verlo—.

Tragué saliva y elevé mis ojos para sonreírle, tuvo que verse forzado, lo sé de sobra.

—Feliz veintiuno de diciembre—Le correspondí sacando la flor de mi espalda y poniéndola frente a él, sonando apenada, al contrario de él que me lo dijo feliz—.

Apartando mi brazo de mi pecho para no aplastar el ramo me abrazó con fuerza y una sonrisa enorme.

—Me vais a hacer llorar—Escuchamos a Mike a nuestro lado, haciendo que ambos le mirásemos sin entender qué decía—Todos los años que he pasado con Alazne de tirarles huevos a las parejas que veíamos el catorce de febrero, y ahora regalando rosas—Habló dramáticamente—Demasiado para mi corazoncito—.

Golpeé con mi mano libre su brazo, haciéndole quejarse y llevarse la mano a la zona, por la vergüenza le había dado con algo más de fuerza de la que creía.

—Cállate, Mike—Le dije aún con vergüenza, lo único bueno es que lo del ramo ya se me había olvidado—.

Pero Mike tuvo que decir algo peor.

—¿Acaso no te dieron anoche o qué?—.

Mis dos manos fueron al ramo, comenzando a temblar de los nervios al tener flashbacks sobre lo que ocurrió anoche, bueno, lo que estuvo a punto de ocurrir.

Mike abrió los ojos más de la cuenta y se quedó mudo, entendiendo mi reacción, Tom únicamente soltó una pequeña risa.

—¿Qué os pasa?—Escuché a Fátima a mi lado, asustándome y haciéndome reaccionar—.

—¡Nada!—Respondí rápidamente—.

—Vale...—Dijo ella extrañada aún viéndome—¿Habéis visto a Matt...?—.

Antes de que le diera tiempo a terminar de preguntarnos por Matthew, el timbre sonó, haciendo que todas las personas comenzasen a moverse por el pasillo en el que estábamos para ir a la salida.

—Si no nos vamos ya vamos a pillar atasco—Escuché a Tom detrás de mí, estando en lo cierto—.

—Nos vamos, hasta luego chicos—Me despedí de Fátima y Mike, quienes se despidieron de nosotros de igual forma—.