Hadas.
—¡Tom! ¡Sal de aquí no puedes ver a la novia antes de la ceremonia!—Gritó Marta a todo lo que daban sus pulmones—.
Estaba estrangulando a Tom con la puerta para que saliera de mi habitación.
Era algo exagerada, aún llevaba puesto el pijama y ni siquiera me había lavado el rostro todavía, así que no tenía nada de especial como para que se volviera loca.
—¡Sólo quiero darle un beso de buenos días!—Protestó él y asomó la cabeza por el umbral intentando entrar—.
Mis amigas se reían de la pelea entre la hermana de Gustav y Tom, pero yo me apiadé de él y fui hasta la puerta para que dejara tranquila a la pobre Marta, que hoy estaba con los nervios de punta.
—¿Con un beso nos dejas tranquilas?—Le pregunté poniéndome cerca a la rendija para que pudiera verme—.
Él sonrió de medio lado y asintió, así que hice a un lado suavemente a Marta y besé a Tom en la mejilla, enseguida haciendo que perdiera su sonrisa.
—Eso no vale—Me reclamó enseguida—.
—No has especificado donde tenía que ser el beso, ahora vete o Marta va a arrancarte las rastas una por una—Dije con gracia antes de cerrarle la puerta en la cara para luego suspirar agotada, a pesar de que realmente quería reírme—.
Controlar la risa en un día como este sería difícil.
Marta se puso a trabajar de inmediato en cuanto el novio nos dejó en paz, ordenó las cosas que utilizaría y mandó a mis amigas a llamar a la "estilista" que me prepararía.
Era algo incómodo ser analizada desde todos los ángulos por Marta como para que viniera otra persona a hacer lo mismo.
En diez minutos, Fátima volvió con una mujer alta y delgada vestida en un traje con estampado de leopardo, me asustó que ella fuera mi estilista.
Me asustó muchísimo.
No porque vistiera mal o dudase de sus capacidades, sino porque alguien que iba tan extravagante tuviera que ocuparse de alguien tan básica como yo.
Pero resultó que para vestir a otras personas no era tan mala, no cambió nada del vestido que elegimos y dijo que lo mejor sería maquillarme con una capa suave.
Estuve de acuerdo con ella y supe que le caí bien.
Me dijo que lo primero que teníamos que hacer era relajarme, que sabía que era un día muy especial para mí, pero que también sería estresante.
Le dije que no estaba nerviosa, aunque solo lo dije para mentirme y mantener la cabeza sujeta al cuello durante el día, mas la estilista era astuta y me obligó a tomar un baño de esencias florales.
Mientras me bañaba, me puse a pensar en la luna de miel, sería un tema importante para cuando Tom y yo dijéramos el <sí>.
Nos iríamos de viaje para las vacaciones de verano, quedaban tres semanas para salir del instituto así que la espera tampoco sería muy extensa.
De todas formas, sabía que tanto Tom como yo estábamos muy nerviosos con respecto a ese viaje y lo que sucedería allí, sería la máxima prueba de si es que este matrimonio funcionaría o no.
La boda sería a la puesta de sol, a pedido de Tom que decía que era elemental que fuera a esa hora, como a mí no me había importado, le dejé hacer lo que quisiera, pero ahora me arrepentía.
Estar toda la mañana siendo arreglada para unas cuantas horas era devastador, y el que Luz, Fátima y Ana se burlaran de mí y los tubos que tenía en la cabeza para el peinado, no era gratificante.
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Marry me (+18) {Tom Kaulitz}
Fanfiction-Y para ello, Tom-Dio una pequeña bocanada de aire-Como regalo de cumpleaños, te entregamos la mano de nuestra querida hija, Alazne-. Donde Alazne es obligada a casarse con Tom, el hijo de la criada de su familia con el que lleva odiándose desde la...