"Un millón de palabras no te traerán de vuelta, lo se porque lo intente, tampoco un millón de lágrimas te traerán devuelta, lo se, porque ya las llore"
Una pareja enamorada, una familia feliz, pero un pasado los separara y los destruirá.
✙ Hoseok...
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La oscuridad cubria toda la ciudad dejando solamente el brillo de la Luna y de las distintos edificios. Por otro lado, Hoseok, quien no pudo pestañear ni un solo segundo desde que su nana le había informado que su bebé, su cachorrito estaba apuntó de presentarse, le fue difícil asimilarlo aún comienzo, tuvo pánico y más al ver cómo Shin lloraba del dolor, él no recordaba como había sido su presentación pero podía decir que fue igual de doloroso.
Trato de localizar a su Alfa pero este no contestó ninguna de las llamas ni los cientos de mensajes que le dejó, no tuvo de otra más que encargarse él mismo de aquella situación, claro con la ayuda de su nana y de algunas empleadas, los demás se fueron a sus casas a pedido de Hoseok para así evitar cualquier accidente.
La media noche llegó y él Omega seguía cambiando las toallas húmedas, intentando bajar la temperatura de su bebé, él cual se había presentado como un Omega, su aroma era dulce como un caramelo en el paladar y fresco como la menta, luego de ello el pequeño, había caído rendido con el sueño y la fiebre que no lo quería dejar.
_Crees que sea normal la alta temperatura mamá -pregunto con la mirada en las estrellas- si tu estuvieras aquí sabrías que hacer. Tengo miedo de fallarle a Shin y a Adam
_No fallaras a nadie pequeño -Hoseok volteo y vio a su Nana con un nuevo resipiente con agua fria-. Eres padre primerizo, es normal que te asuste este tipo de cosas. Es como si Shin aún fuera un bebé que necesita de muchos cuidados, así que descuida
_Además mi lobo tiene atisbo de despertar y nose si lo hará en el futuro, y si el lobito de Shin me desconoce cómo su madre porque no siente a mi lobo?. Me moriría si no lo hiciera
_Tanto tu como yo lo hemos visto crecer, es algo imposible que no te reconozca, eres su padre Omega después de todo y no importa si tú lobo no aparece, Shin ya te considera su madre
Hoseok lo pensó unos segundos, su nana tenía razón, no había porque tener miedo, él era su mami y él su bebé y siempre lo será, sin importar que.
_Tienes razón -le dijo sonriente, para luego volver su vista en su cachorro y cambiar los pañuelos tibios de su frente-. Nana la fiebre no le baja con nada -expresó con preocupación-
_Tranquilo, su fiebre es normal, como se presentó a temprana edad, su lobo se está adaptandose a su cuerpecito -le dijo-, mañana estara mejor
Las horas siguientes pasaron entre cambios de pañitos y lloriqueos de su cachorro, tenía demasiado sueño y su rostro lo demostró en la mañana, con ojeras marcadas debajo de sus ojos miel. Hoseok bajo a la cocina aprovechando que Shin seguía durmiendo plácidamente.
_Como esta Shin -pregunto una de las empleadas-
_Esta mejor, gracias -respondió-, quisiera algo de jugó Diana
_Claro que si joven Hoseok
Diana dio media vuelta hacia el refrigerador de donde saco una jarrón lleno de jugó de naranja, la sirvio en un vaso para luego pasárselo a Hoseok quien se lo tomó de un solo trago.
