Capítulo 1

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Las cosas han vuelto a la normalidad y yo me siento mejor. ¿Eso es bueno? Supongo que sí. Los avances entre la relación han sido bastante claros pero a veces siento que damos un paso hacía adelante y retrocedemos diez. Amo a James, debo admitirlo, nunca dejé de amarlo. Pero a veces es un tonto. Decidimos mudarnos a una casa solo para nosotros, James dejó su casa con los demás chicos y yo vendí mi casa a Chelsy. Ella no aceptó vivir ahí así por así, así que llegamos a un acuerdo y le vendí la casa a una suma considerable.

James salió a hacer unas compras para la casa, cuadros y pequeñas decoraciones, mientras que yo saco de las cajas de cartón nuestra ropa y la guardo en la habitación-guarda-ropas. Jamás pensé que James me encontraría, digo, habían pasado seis años, ¿Por qué lo haría hasta ahora? La Navidad y Año Nuevo pasaron volando. Nuestras rutinas cambiarán desde hoy que nos mudamos juntos.

Le hablé a mamá y le reclame el dolor que me hizo pasar. Aún no la perdonó y no le hablo. ¿Por qué me mintió? Yo jamás le hice algo para que mintiera tal cosa y no fue una pequeña mentira, fue una que hirió todo mi ser. Papá está mucho mejor y usa un bastón para sostenerse, ha avanzado de tal manera que no usa una silla de ruedas y asiste a ejercicios para ayudarle al movimiento; ya qué no puede hacer sus rutinas diarias, dice que se la pasa escribiendo.

Ordenó la ropa de James por sectores, primero la ropa casual y los pijamas, después su ropa formal. Adentro su ropa interior a un cajón y a la par de su cajón meto mi ropa interior. Trato de ser lo más ordenada posible. La casa es bastante grande para nosotros dos pero la escogimos así porque tenemos muchos amigos y sabemos que en más de una ocasión, se quedarán a dormir. James y yo no estamos casados ni nada por el estilo. Yo, sinceramente, le tengo pánico al matrimonio. Y creo que James también.

Renuncie a mi trabajo. Al menos, eso dije pero me dieron un mes de vacaciones. Al parecer, no quieren que deje la Academia y a mi me da igual. Terminó de ordenar nuestra ropa y salgo de esa habitación y voy a la habitación de James y mía. Guau, eso suena extraño. Ordenó la cama matrimonial con fundas azul marino y limpio la mesita de noche. Tengo planeado meterme a clases de baile o algo así, pues quiero mantenerme ocupada. El teléfono fijo de la primera planta suena y suena, por lo que dejó mis actividades y bajo corriendo los escalones. Suelto el trapo blanco húmedo que usé para limpiar el polvo y tomo el teléfono.

-¿Hola? — Contestó, es número desconocido.

-Hola, nena, soy James.— Su tono de voz es nervioso y preocupado.

-¿James? ¿Dónde estás? ¿Pasa algo?

No me llama de su teléfono móvil. Y su voz es rara. Algo pasa y no necesito más pistas.

-Arabella... necesito que vengas a pagar mi fianza.

-¿Qué mierda hiciste, James? — Casi gritó ante la noticia.

-No tengo mucho tiempo... ven por mí, ¿Si? Tengo dinero en la caja gris que está en el comedor. Estoy en la comisaría...

-No me jodas, James, eres un idiota.

Cuelgo. ¿Qué carajos? Mis mejillas están calientes del enojo. Me encaminó al comedor y saco dinero de la caja gris. Subo a mi habitación y me cambio a ropa limpia y casual. Tomo las llaves de mi auto y salgo directo a comisaría. No sé qué habrá echo este idiota, pero estoy muy enojada. No por gusto lo tienen encerrado.  No puedo creer que este metido en unas bartolinas. Estoy hecha una furia por lo que, literalmente, corro por las calles de Inglaterra. El semáforo se encuentra en rojo por lo que frenó muy rápidamente haciendo qué las llantas rechinen. Me encuentro impaciente y miró a los lados y me encuentro con un hermoso y lujoso auto rojo dónde dentro de él va Jo con una chica y al verme se hace el loco y mira para otro lado. Lo ignoro completamente. El semáforo cambia a verde y aceleró el auto. Llegó más rápido de lo esperado por la velocidad en la que me encontraba conduciendo.

No quiero ni siquiera imaginarme qué es lo que hizo James para que lo arrestaran. Entró a la comisaría y pago la fianza de James. Un policía con aspecto cansado va a por James. A lo lejos divisó que ahí viene James con la cabeza gacha y las manos en los bolsillos. Observó como recoge sus pertenencias  y el policía con aspecto cansado y unas cuantas canas en su cabello, lo mira.

-No seas tan impulsivo, chico — le dice el policía a James.

-No puedo evitarlo cuando se trata de mi chica. — responder James.

Frunzo el ceño. Miro a James acercarse a mí pero me volteo y camino hacía fuera. Escucho a James hablar —:  Arabella...

-¿Qué? — lo enfrentó.

Para nuestra mala suerte, un hombre que seguramente trabaja para la farándula, nos toma una fotografía. Y se va corriendo.

-Demonios, lo que me faltaba. — suspira.

Me giro pero James me toma de la mano, me jala y chocó contra su pecho. Su mirada es tan penetrante, tan fuerte y cautivadora. Me pierdo en un túnel verde.

-Arabella...

-No.

-¡No hice nada malo! — exclama.

-¿Entonces, por qué demonios te arrestaron?

-¡Un tipo estaba hablando mal de ti! — Explota.

-¿De mí? ¡¿De ?! ¿Por qué iba a hablar mal de mí un tipo? ¡Ni siquiera me conoce!

De pronto, mi sangre empieza a hervir y mis sentidos explotan.

-¡Porque se rumorea de una Arabella Smith que es novia de James Miller! — Grita y sus venas del cuello resaltan.

-¿Qué? — me encuentro muy confundida.

-Sí. ¿Te acuerdas que una vez nos fotografíaron en el estacionamiento de una discoteca? Aún no éramos nada. Casi nos besamos. Los rumores han vuelto. Y el hijo de puta hablaba lo buena que estas, que te había visto en la Academia.

-¿Los rumores han vuelto? — eso es lo único que se ha quedado grabado en mi mente.

No me importa que todo el mundo sepa que tengo algo con él.

-Sí, eso dije.— contesta.

-¿Y piensas desmentirlo?

James se encoge de hombros.— No lo sé.

-Vete a la mierda, James.

Me siento herida. ¿Por qué querría ocultar nuestra relación? Me volteó y me subo al auto. Pero James es rápido y logra subirse también.

No digo nada y me concentro en la carretera. Mi frente duele por mi ceño tan fruncido. Al final, llegamos a casa, me bajo del auto y cierro de un portazo. Corro y pasó por el pórtico, y entró a casa. Sé qué James me sigue. Así que trató de correr más rápido, subo los escalones y entró a mi habitación. Justo cuando voy a cerrar la puerta, James logra colarse.

-¡No quería darte a entender eso!

-¡No me importa! — Me volteó y le doy la espalda.

¿Por qué querría ocultar nuestra relación? Eso sí qué me hiere. Mucho.

-¡Claro que te importa! Sino, no te pusieras así.

De pronto, James me toma por los hombros, me voltea y estampa su boca sobre la mía.

-Mierda, Arabella — Susurra contra mis labios.—, estoy orgulloso de tener una chica como tú. Maldición, soy un bastardo con suerte al tenerte.

Sus nudillos acarician mi mejilla y están ásperos y húmedos, lo que me dice que estuvo en una  pelea. Y seguramente, están húmedos por la sangre.

-James... eres el bastardo que... más amo.

Le tomo la mano y le inspecciono sus nudillos. Como había dicho, claramente estuvo en una pelea, sus nudillos están a flor de piel.

-James... Le diste un paliza, ¿No?

-Nadie habla así de mi chica a menos que no sea yo.— Ronronea.

-¿Sólo tú puedes decir lo buena que estoy? — Suelto una risita.

-Exacto.— James me besa la mejilla y luego, mete su lengua en mi oreja, juguetea con ella.— Solo yo puedo decir lo buena, caliente y sexy que estas. Solo yo puedo mirarte. Solo yo puedo tocarte. Ya maté una vez por ti. Podría volver a hacerlo.

Touching Your Dark HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora