Atardeceres ; akitoya

Capítulo cuatro.

Akito POV.

Los gofres estaban tan deliciosos como imaginaba. Comimos y reímos mientras decíamos idioteces, olvidando nuestros problemas. No se qué sería de mi sin esos amigos que están ahí para contar chistes conmigo, ignorando las debilidades o situación económica de cada uno.

-Bueno, ha sido muy divertido, pero debo ir a trabajar.- An se levantó la primera, limpiándose los restos de comida de la boca con su manga.

-No... An, ¿Tienes que trabajar hoy? Es sábado...- Kohane tiró de su mano hacia ella.

-Me encantaría quedarme pero Haruka lleva tres fines de semana cubriendo mi turno y me asusta que se vuelva mejor que yo, jajaja.- Le dio un beso a su novia y salió de nuestra casa.

-¿Alguien más se tiene que ir o hacemos planes para hoy?- Ena se veía contenta, lo cual me gustó porque suele tener mal humor y ser mala sin querer.

-Tengo un cliente en diez minutos, debería ir yéndome.- Airi suspiró.

-Oh, yo tengo que ir a casa a ayudar a mi hermana, ha estado enferma, si quieres vamos juntos.- Mizuki sonrió.

-Entonces seremos Akito, Kohane, Nene y yo. Nada mal.- Ena sonrió.

-Está bien, ¡adiós a todos!- Los de cabello rosa se fueron, supimos que fue la chica quién cerró la puerta por el gran golpe que dio.

-¿Que queréis hacer?- La castaña seguía muy alegre.

-Podemos ir al cine.- Sugirió la rubia.

-Me gusta el cine.- La peliverde sonrió, tan solo un poco.

Fuimos directos al lugar dispuestos a colarnos en la primera sala que pudiéramos, vamos, como si era una película para adultos, no nos importaba. Cuando pasábamos en el coche del padre de Kohane buscando un sitio para aparcar me fijé en un grupo de cinco chicos de la zona norte que estaban en una discusión, pude reconocer a dos de ellos; Tsukasa y Saki Tenma.

Tsukasa es un compañero de clase de Ena. Tiene complejo de superioridad y nunca le da la razón a otro con una opinión distinta. Es muy ruidoso y me da mucho asco como siempre quiere llamar la atención, dice que en el futuro será una gran estrella, bueno, lo dudo.

Tiene el cabello rubio, con reflejos pelirrojos, corto, siempre parece llevarlo bien peinado. Sus ojos color melocotón relucen como dos soles, dos soles que son hermosos pero tan fuertes que se destruyen entre ellos.

Su forma de actuar, como ya dije, es ruidosa y creo que eso la caga. Debe ser porque sus padres no le prestaban atención o algo así que siempre busca la aprobación de otras personas. No sé mucho más sobre él, salvo que está en el club de teatro con Nene, ella lo conoce más supongo. Sé que la peliverde está secretamente enamorada de él, me lo dijo un día mirando como se hacía de noche. Pero es evidente que alguien como Tsukasa nunca se enamoraría de alguien así, además que si no me equivoco está saliendo con la chica de pelo rosa que no conozco que estaba a su lado.

Por otro lado, Saki es su hermana. Tiene también el cabello rubio, con puntas rosas, y lo suele llevar recogido en dos coletas. De ella no sé más que su nombre, pues fue educada en casa debido a una enfermedad crónica que le ha afectado mucho y parece que ahora puede llevar una vida más o menos normal, aunque sigue débil, esa también es la razón de que nunca se haya metido en una pelea.

Las otras personas eran la novia de Tsukasa  y dos chicos, uno tenía ojos amarillos y el otro cabello azul claro en un lado y oscuro en el otro, era bastante atractivo si soy sincero, pero eso no viene al caso.

-Vayámonos... Ese chico era mi vecino...- Nene tiró de la manga a Kohane. 

-No te preocupes, no dejaremos que te hagan nada.- Ena acarició la cabeza de la peliverde.

-Nene, ¿Podrías describirlo?- Pregunté.

-Ajá... Rui Kamishiro es un adulto de veinte años amigo de Tsukasa que va a la mejor universidad de nuestra ciudad. Era mi vecino y puedo asegurar que está loco, siempre está inventando robots y mecanismos extraños. 

Tiene el cabello morado, por los hombros, con dos mechones de pelo turquesas, liso, sin ningún tipo de rizo. Sus ojos amarillos infunden miedo y calma a la vez y su sonrisa en forma de gato da sensación de incomodidad.

Su actitud es relajada y parece como si absolutamente todo le diera igual, como si no le importara nada. Cuando me mudé dejó de hablarme por completo, y eso que lo consideraba mi mejor amigo. En fin, suele hacer chistes grotescos sobre cosas que no deberían hacer gracia, como las guerras o el racismo. Su risa es... Extraña, me asusta.- Eso dijo ella, creo que fue la vez que Nene más habló en su vida.

-Ya veo. Mejor no nos juntemos con ellos.- Maldita sea, Kohane. Eres gafe.

Acabamos sentándonos detrás de ese grupo en el cine. Más bien de los Tenma y el peliazul, porque después de la discusión Rui y la pelirrosa se fueron, no sé a donde.

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Otro capítulo, por fin sale Toya, jeje.

Me duele la barriga.

Gracias por leer y no olviden beber agua.