Adolescentes diferentes, pero con un factor común: sufren en silencio y tienen una obsesión con Harry Potter.
Luna: alegre, feliz, con una vida de color rosa...
Karma: fuerte, borde, independiente...
Bianca: tímida, callada, miedosa...
Tiara: val...
Al día siguiente todo tercero sabía qué había pasado. Pero, como siempre, los profesores no. Algunos admiraban a Bianca, desde el anonimato, por supuesto, ya que no querían ser ellos las siguientes víctimas de la reina. La reina, la llamaban así debido al indudable parecido con la reina de corazones de Alicia en el país de las maravillas. O la gente hacía lo que decía o les cortaba la cabeza. Otros, simplemente, se dedicaban a molestar a Bianca. Seguía habiendo mucha gente que seguía sin saber su nombre, pero eso no era nada malo, ¿para qué querrían saber su nombre si solo iban a molestarla?
Eric, Luna, Karma, Tiara, Simón, Leo y Marco se habían quedado muy sorprendidos al ver todo lo que Bianca le había dicho a Samanta. Ellos no sabían que la conocía, tampoco sabían que Bianca fuera tan valiente. Samanta era la reina de corazones, pero Alicia es la protagonista. Una protagonista con valor. Una protagonista que habló y aunque los profesores no supieran nada, no podrían ayudarla. Alicia es como una loba, tiene su propia manada, una con dientes y garras. Una manada harta de sufrir. Una harta de callar.
Una manada que lleva mucho tiempo esperando ganar la batalla.
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