Capítulo 43 Mi melodía

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Los días pasaban con estrés, era raro el día que no había examen, y eso sin duda era estresante. Karma había pensado en la conversación que había tenido con Bianca, pero ¿qué iba a hacer? No podía simplemente acercarse a Grace y hablarle. Además, el curso estaba acabando, debía centrarse en los exámenes. Tenía que aprobar.

El tiempo iba pasando y el concurso de talentos estaba cada vez más cerca. Karma, Luna, Bianca, Tiara, Eric, Simón, Marco y Leo se habían apuntado. Iban a interpretar una escena de Harry Potter. Concretamente, una en la que transcurría una sesión del Ejército de Dumbledore. Sin embargo, y por mucho que insistieran en que Grace participara con ellos en el concurso de talentos, ella se había negado; Karma, ya no la trataba tan mal, pero seguía sin hablarle. Después de haber estado insistiendo por una semana, se dieron por vencidos y lo dejaron.

Un día, después de un exhaustivo examen de historia que había tenido a última hora, Grace llegó a casa. Una casa que al llegar se encontraba silenciosa. Cogió su móvil y vio que tenía un mensaje de su madre donde decía que dentro de dos semanas volvería a casa, ya que la gira se acababa. Al llegar a la cocina vio un posit en la nevera. Leyó lo que ponía, al parecer su padre había ido a una entrevista para promocionar el disco y volvería por la tarde.

Una vez en su habitación, mientras estudiaba para el examen de matemáticas del día siguiente no pudo concentrarse porque una melodía empezó a sonar en su cabeza. Intentó no pensar en ella, pero no conseguía concentrarse. Pensó en escribirla en un papel, igual así la sacaba de su cabeza, pero descartó la idea de inmediato. Hacía siglos que no escribía una melodía. Dos horas y media después, la melodía aún residía en su cabeza.

Harta y exasperada por no ser capaz de sacársela de la cabeza, cogió una libreta cualquiera y empezó a escribir la melodía. Sin embargo, eso fue peor porque al escribirla se le ocurrió cómo podría seguir y no pudo resistirse a escribir toda la melodía. Ahora no solo era una melodía, sino una canción, solo le faltaba la letra. Y ahí fue cuando Grace paró y siguió estudiando, diciéndose así misma que no podía escribir una canción. Que era una idea ridícula.

Pasaron las horas y Grace ya se encontraba durmiendo. Siendo vigilada por la luna, a la cual el sol le había contado lo de la canción. Y la luna, decidida a ayudarla, le dio un pequeño empujoncito. Cuando Grace ya estaba profundamente dormida, dejó caer sobre ella toda su magia, dejó caer sobre ella su polvo estelar. De repente, unas imágenes pasaron por la mente de Grace, estaba soñando. En su sueño ella estaba sobre un escenario con su guitarra y cantando con toda su alma. Disfrutando. Siendo ella. Sin temor. Con una sensación que solo le brindaba el escenario. Una sensación que no hay palabras existentes para describir. Al acabar de cantar los aplausos inundaron todo el lugar. Era una estrella.

A la mañana siguiente, cuando Grace se despertó tomó una decisión: se apuntaría al concurso de talentos y cantaría la canción que se le había ocurrido el otro día. Volvería a cantar después de años. Sería una estrella. Y nada ni nadie la pararía. Era hora de que se subiera al escenario. Pero sin ser otra persona, solo siendo ella. Siempre siendo ella. Perdiéndose en la melodía, disfrutando del estribillo, acariciando las cuerdas. Olvidándose del mundo, acordándose de ella misma...




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