Capítulo 34 Tu Newt y yo Tina

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Los días pasaban y Bianca se sentía extraña. Cada vez que veía a Karma no podía evitar sonreír y sonrojarse. Eso era extraño. Por un lado, pensaba que no sería nada, pero por otro lado...

Hay algo que Karma jamás admitiría: empezaba a apreciar la compañía de Bianca. Pero no como apreciaba la compañía de Luna o Tiara, apreciaba su compañía como si...

Sin duda, ambas intuían qué pasaba, pero no estaban seguras. Sin embargo, cada hora que pasaban juntas les dejaba más claro lo que sentían. Pero... daba igual, ¿no? Bianca estaba segura de que a Karma no le gustaba y Karma estaba segura de que a Bianca no le gustaba. ¡Oh, cuán equivocadas estaban!

Ambas querían decirle a la otra que le gustaba, pero ¿cómo iban a hacerlo? Karma ya no pensaba en eso, solo quería que Bianca fuera feliz y no quería incomodarla. Bianca no dejaba de pensar en alguna forma de decírselo, pero no se le ocurría ninguna. Hasta que se le ocurrió la idea perfecta.

Se encontraba haciendo los deberes cuando se encendió su bombilla. Rápidamente, corrió y buscó en una carpeta (donde tenía muchas de sus historias) una en concreto. Y la encontró. Era una historia de miedo o al menos eso había intentado. Así que, supuso que si era de miedo a Karma le gustaría. Rápidamente, cogió un post-it, escribió en él unas palabras y lo pegó en la última hoja. Luego lo guardó en su mochila. Mañana se lo daría a Karma. Era arriesgado, pero, ¿quién dice que una Hufflepuff no pueda ser arriesgada?

Cuando llegó el día siguiente, Bianca estuvo todo el tiempo pensando en cómo se lo daría y se dio una colleja mentalmente cuando en el primer recreo se olvidó de cogerlo. Dio la vuelta para volver a clase a cogerlo, pero la puerta estaba cerrada con llave. En el siguiente recreo por suerte sí se acordó, así que se acercó a Karma mientras salía de clase y extendió los papeles en su dirección. Karma alzó una ceja al verlos por lo que Bianca se sonrojó y tras coger aire habló:

—Es una historia de terror, me gustaría que la leyeras y me dijeras qué opinas... sobre todo del final —Karma asintió y cogió los papeles. Luego vio como Bianca se iba en dirección contraria al patio por lo que frunció el ceño.

—¿No vienes? —preguntó Karma.

Bianca negó con la cabeza desde la escalera y levantó un libro que tenía en la mano. Karma se fijó en que el libro tenía un marcapáginas por el final, así que, supuso que iría a la biblioteca a acabar de leerlo.

Al acabar el recreo tenían tecnología, pero como muchas otras veces el profesor no había venido. Karma estaba aburrida sin saber qué hacer. Luna se había girado y jugaba al tres en raya con Bianca, que se arrepentía de haber acabado el libro en el recreo. Podría leerlo ahora y sería más entretenido que jugar al tres en raya.

Karma sacó de su mochila el texto que le había dado Bianca y le echó un vistazo. Vio el título con curiosidad, "Colmillos", no tenía mala pinta. Aunque a ella nada de lo que hubiera escrito Bianca le tenía mala pinta. Con curiosidad empezó a leerlo Había pensado en leerlo en casa, pero leerlo ahora sería mejor que jugar al tres en raya. Así que se inclinó sobre la mesa y se sumergió en la historia:

"Recordaba perfectamente aquel día, el día en que todo dejó de ser como era, el monstruoso 31 de octubre.

Por la mañana, al despertarme, todo parecía normal, me levanté, me lavé los dientes, y procedí a ponerme el disfraz de Halloween. Ese año había decidido ir de momia.

Fui a la cocina donde estaba mamá esperándome para desayunar cuando sonó el timbre. Rápidamente me despedí de mamá sin saber que nunca la volvería a ver de la misma manera y salí de casa. Fuera, me esperaba Ángela con su pelo marrón cayendo como una cascada sobre sus hombros y sus ojos azul cielo mirándome, iba disfrazada de vampira, y pude ver que hacía unas muecas extrañas.

Entre MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora