08

1.5K 147 5
                                    

Anne atino a dejarse caer contra la columna del arco mientras con las piernas recogidas y la cabeza apoyada en sus rodillas, lloraba desconsoladamente. Su cuerpo se encontraba encogido, como si buscara refugio en sí misma, y sus hombros temblaban con cada sollozo.

Sus lágrimas no paraban de brotar y ahora soltaba pequeños jadeos por la descarga de emociones que estaba teniendo, no había llorado de aquella manera desde que su padre había muerto y...ahora allí se sentía tan sola.

Unos pasos crujieron sobre la grava del camino. Anne levantó la vista, empañada por las lágrimas, y vio la silueta de Edward, que se acercaba con cautela. Se sentó a su lado sin decir palabra, dejando solo que su presencia la reconfortara.

La pelirroja sollozó un poco más. De vez en cuando Edward , extendía su mano y le acariciaba suavemente el cabello, un gesto que transmitía más que cualquier palabra. Anne se aferraba a su mano con fuerza, como si necesitara anclarse a algo sólido en medio de la tormenta emocional que la azotaba.

Poco a poco, los sollozos de Anne se fueron calmando y su respiración se volvió más regular. Se limpió las lágrimas con la manga del vestido y miró a su mejor amigo con una sonrisa temblorosa.

─Gracias─ dijo con voz queda.─ Gracias por estar aquí.

─Siempre estaré aquí para ti─ le dijo Edward sonriendo. ─ ¿Ahora me dirás que sucedió? ¿Por qué estás así, Anne?

Con voz entrecortada, comenzó a contarle lo que había sucedido. Le habló de la pelea con Anthony, del beso que habían compartido, de lo sucedido ese mismo día y de lo mucho que le dolía que para el no significará nada.

─ Voy a matarlo. ─ Bramo mientras apretaba el puño. ─ Te juro que mataré a Bridgerton.

Anne lo miro horrorizada mientras negaba, admitía que ella también lo hubiese preferido pero eso nisiquiera podía discutirse.

─ Lo único que me preocupa ahora es..─ Suspiro. ─ la cena.

─ Hablaré con tu madre. ─ Puso una mano sobre la de ella y le dio un ligero apretón. ─ Le diré que te sentías indispuesta y quizás pueda hacer que te lleven la cena a tu habitación.

Anne asintió y ambos se pusieron de pie, caminaron hasta la mansión y Edward acompaño a su amiga hasta su habitación, aún vez que se aseguro que Anne estuviera bien se marchó en camino a su encomienda.

...

Mientras tanto Anthony se encontraba jugueteando con el anillo de bodas de sus padres, una reliquia que ahora pertenecería a su futura esposa. Había decidió que Edwina se convertiría en la próxima vizcondesa, solo tenía que acercarse a ella durante estos días, fingir interés y la joven aceptaría sin dudar a su propuesta de matrimonio.

El único problema era... Anne, la pelirroja no paraba de aparecer en su vida, en sus sueños y incluso despierto ella siempre pasaba por su mente. Noches, noches enteras en las que se levantaba frustrado y con un gran problema en su entrepierna, y todo después de aquel beso.

Recordó sus ojos azules tristes por su declaración y decidió que tendría que alejarse, bastante Había echo en solo unos cuantos días como para atormentar más a la pobre chica.

─ ¿Hermano? ─ Daphne asomó su cabeza por la puerta entre abierta de la biblioteca.

─ Daph. ─ Sonrió dándose la vuelta. ─ ¿Sucede algo?

─ Mmm, no. ─ Se acercó a él. ─ Bueno, esta bien ¿a ti te sucede algo? Te noto algo... cansado.

Anthony le regalo una sonrisa antes de frotarse el cuello y dejarse caer en uno de los sofás que se encontraban.

Ours; Anthony Bridgerton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora