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Las doncellas, atareadas pero felices, revolotean alrededor de Anne, ayudándola con los preparativos. Una le peina el cabello con cuidado, separando los rizos y adornándolos con pequeñas perlas blancas. Otra le aplica un delicado maquillaje, resaltando sus ojos y sus labios con tonos suaves y naturales. Una tercera le ayuda a ponerse el vestido, ajustándolo a su figura con precisión.

Anne se siente nerviosa pero emocionada. Es el día de su boda, el día en que se unirá al hombre que ha amado durante bastante tiempo atras. No puede evitar pensar en él, en su sonrisa, en su mirada llena de ternura. Se imagina el momento en que se verán por primera vez en el altar, y su corazón se llena de una mezcla de alegría y nerviosismo.

Las doncellas la observan con cariño y complicidad. Todas admirando a la joven que parece una novia de la realeza. Finalmente, Anne está lista. El vestido le sienta perfecto, el maquillaje resalta su belleza natural, y su cabello enmarca su rostro en un halo de romanticismo. Las doncellas la miran con admiración y le dan un último abrazo.

Anne se levanta del tocador y se acerca al espejo que tenia frente a frente, sus ojos se abren en sorpresa al ver su reflejo en el hermoso vestido de encaje. Anne echó un último vistazo a su reflejo, con el corazón lleno de una mezcla de anticipación y amor. Estaba lista para afrontar su futuro, lista para embarcarse en este nuevo capítulo de su vida con el hombre que amaba y aunque los nervios aún estaban en su cuerpo, estaba completamente segura de que Anthony la amaba tal cual ella lo amaba a él.

─ Parece una princesa mi lady. ─ Nancy sonrió mientras acomodaba el velo de Anne en su cabello. La joven castaña adoraba a su señorita, había pasado tanto tiempo en su servicio que por fin verla casándose era algo que la emocionaba. No solo era su doncella, sino también su amiga, ambas rozaban la misma edad y Anne siempre había sido muy educada y amable con ella.

─ Gracias Nancy ─ Anne sonrió también, sin evitar sentir que sus ojos se ponian llorosos, Nancy le sonrió transmitiendole todo lo que sentía y Anne tomó su mano. ─ Has sido una increíble compañera y... Me gustaría que siguieras conmigo, Nan. Eres mi amiga, me conoces tanto y necesito que ahora estés conmigo ¿Podrías?

Nancy asintió sintiéndose feliz por ver que su señora la consideraba una buena doncella. Terminó de acomodar el velo y repasar algunos detalles, como un pequeño perfume de brillos que roceo en el cabello y escote de la novia. La puerta se escuchó y Anne tuvo que voltear para ver a su hermana menor vestida de un lila precioso que habían escogido como color para las damas de compañía, ella, eloise, daphne y francesca llevaban el color. Lady violet iría de azul Bridgerton y hayacinth junto a gregory serian los niños de las flores, ambos pequeños estaban emocionados.

─ Pen ─ Saludo mientras corría a los brazos de su hermanita. ─ Estoy muy nerviosa. Que bueno que estas aquí, no se que haría sin ti.

─ Es normal annie ─ Sonrió la otra Fatherington. ─ Es el día más importante de tu vida.

─ Gracias... ─ Se separaron al oír otra vez la molesta puerta ser abierta. Esta vez era Portia quien entraba con su característico vestido de flores aunque esta vez eran más sutilez, se acercó a ambas. Estaba rígida y parecía que algo no iba bien. ─ Mamá ¿Va todo bien?

─ Por supuesto, solo que he... yo..─ Intercalaba su mirada entre Penélope y Anne. ─ Por favor Penélope, sal. Necesito un momento a solas con tu hermana.

─ Pero mamá..

─ Pero nada señorita. Afuera, ahora ─ Demando, la otra no hizo más que hacer caso a su madre y huir prácticamente de la sala. ─ Bueno, creo que sabes perfectamente a qué he venido...

Anne asintió mientras dirigía a su madre hacia la comodidad del sofá frente a ellas, ambas tomando asiento una frente a la otra. Por supuesto, Anne sabía exactamente a qué se refería su madre, había esperado esa charla por años. Necesitaba saber exactamente que era tan escandaloso como para guardarlo hasta que una chica estuviera comprometida. Incluso ahora, se sentía nerviosa.

Ours; Anthony Bridgerton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora