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Una vez en su habitacion Anne comenzó a desvestirse, dejó todos aquellos adornos del cabello y se despojo de su vestido para en su lugar colocarse un camisón y una bata.

Se encamino hacia el tocador y comenzó a quitarse rastros de maquillaje mientras observaba sus ojos un poco hinchados por los últimos minutos que había permanecido llorando.

Quizá había sido muy ingenua al pensar que un hombre como lo era el vizconde Bridgerton se fijaría en una chica como ella, sin un gran dote, sin un apellido de renombre y con una familia precaria a excepción de su hermana pequeña. Tampoco era muy agraciada según ella, su cabello pelirrojo llamaba muchísimo la atención y su forma de ser desafiante la hacia una joven demasiado salvaje.

Suspiro mientras se dejaba caer en la cama y se volvía a permitir llorar por él, por el amor tan inmenso que sentía y que ahora trataría de olvidar, pero sí 5 años no habían sido suficientes ¿Cuántos necesitaría para olvidarlo por completo? ¿Cuantos años pasarían para que ella pudiese dejar de pensarlo? O ¿Toda su vida estaría atada a él? La idea la había aterrorizado.

....

Benedict siempre se encontraba observando y claro que había observado a su hermano mayor escapar después de lo que a su parecer fue un intento fallido de coqueteo, le indicó a colín con un sutil movimiento de barbilla que lo siguiera y ambos poco después encontraron al vizconde recargado en una de las barandas de la pequeña terraza del salón.

─ Hermano. ─ El segundo mayor se recargo a espaldas mientras miraba a su hermano que se encontraba perdido viendo a la nada. ─ ¿Estás bien, Anthony?

Colin con una sonrisa traviesa tambien se acerco a sus hermanos. ─ ¿Has tenido algún problema interesante estos días?

Anthony frunció el ceño.

─¿A qué viene eso? ─ preguntó.

─Bueno, hemos estado observando como una cierta pelirroja esta todo el tiempo a tu alrededor ─ continuó Colin, guiñándole un ojo. ─ Una mujer que te trae un poco de cabeza.

─Cállate, Colin ─ gruñó Anthony.

─¿Es por ella que has estado gruñón en estos dias? ─  intervino Benedict con severidad.

Anthony se quedó en silencio, clavando la vista en el suelo. Sus hermanos eran muy astutos, eso tenía que admitirlo pero el no quería hablarles del mal de amores que el mismo se dictaminó.

─ Si la quieres, ve tras ella. ─ Benedict lo miró directamente a los ojos.

─Es complicado ─ murmuró Anthony.

─¿Complicado? ─ repitió Colin. ─ ¿Qué puede ser más complicado que perder a la mujer que amas?

─ Anthony, hermano mío, has estado evitando lo inevitable por demasiado tiempo.

─ No estoy evitando nada ─ refutó Anthony, con una mirada evasiva.

─Tus acciones dicen lo contrario ─ intervino Colin, con un tono más severo. ─ Tu comportamiento hacia Anne es errático. La buscas, la evitas, la miras con deseo y luego la tratas con frialdad. No la estás tratando bien, ni a ella ni a ti mismo.

Anthony se removió en su asiento, sintiéndose acorralado. ─No sé qué hacer.

─Lo que debes hacer es simple ─ dijo Benedict con firmeza. ─ Debes confesar tus sentimientos por Anne antes de que sea demasiado tarde.

─ Demasiado tarde─ Susurró para si mismo Anthony con un hilo de voz.

─ Sí, demasiado tarde ─ repitió Colin. ─ Anne es una mujer hermosa, inteligente y amable. Cualquier hombre sería afortunado de tenerla como esposa. Si no te decides pronto, otro hombre podría arrebatártela. Y ciertamente hermano ¿No quieres eso o si?

Ours; Anthony Bridgerton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora