Epílogo

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2 años después


                
                 

Toda la noche la casa ancestral de los Bridgerton estuvo sumida en una agonía constante, los alaridos de la vizcondesa inundaban cada rincón de la casa.

Todos los Bridgerton habían llegado muy tarde por la noche, antes de que Anthony perdiera la cabeza por la incertidumbre. Odiaba con todas sus fuerzas el hecho de no poder ayudar a su esposa, el doctor y varias enfermeras estaban en la habitación principal de la casa junto a su mujer. Mientras el permanecía junto a su familia en el salón, daba vueltas como un león encerrado en una jaula.

─ Empiezas a marearme ─ Susurró Benedict apenas aguantando el sueño.

─ Ben, deja a tu hermano. ─ Reprendió Violet ─ Anthony, cariño debes relajarte, todo saldrá bien.

Su instinto maternal hizo que se levantara para tomar sus manos entre las suyas, era la primera vez después de un año de casados que Anne habia quedado embarazada. Ambos estuvieron muy emocionados durante su transcurso, incluso llegó a exagerar cuando su esposa trataba de hacer algo por sí solo. Esa faceta de ver a su hijo como padre era de lo más dulce, mimaba y adoraba a Anne.

─ Lord Bridgerton ─ irrumpió Nancy sin preámbulos, su voz cortando el aire como un cuchillo. ─ La vizcondesa exige su presencia en el parto con urgencia.

Un instante de sorpresa se reflejó en el rostro del vizconde, seguido de una mirada de determinación. Se excusó cortésmente ante su familia y, sin dar más explicaciones, siguió a Nancy con paso apresurado hacia su habitación. Los gritos de su esposa estallaron en sus oídos.

─ ¡No lo tendré! ¡Anthony! ─ Gritaba Anne mientras lloraba ─ ¡Quiero a mi esposo! ¡Traigan a mi esposo! ─ Su rostro contorsionado por el dolor de las contracciones. Sus ojos, llenos de una mezcla de miedo y determinación, se clavaron en los del vizconde cuando este entró en la habitación.

─ Anthony ─ susurró con voz temblorosa.

El vizconde, conmovido por la fragilidad de su esposa y la intensidad de su mirada, se acercó a ella y tomó su mano entre las suyas para dejar un beso en ellas.

─ Estoy aquí, cariño ─le dijo con voz firme. ─ No te preocupes, estaré contigo en cada momento, amor. Todo estará bien.

Anne asintió mientras se perdía en los ojos de Anthony, tenía mucho miedo. Todos esos meses en que su cuerpo había cambiado, ahora sería mamá primeriza y le atemorizaba no ser lo suficientemente buena como la madre de su esposo. Escuchaba las indicaciones del médico que pedía pujar con fuerza y entre gritos y llantos Anne pudo dar a luz por fin, tras 3 horas de agonía y dolor. Estaba cansada y sus ojos estaban cerrándose cuando escucho un llanto de bebé llenar la habitación.

El doctor sostenía a un bebé y Anthony lloraba a su lado, era una de las tantas ocasiones en las que su esposo lloraba, era hermoso, era su momento.

─ Felicidades Vizcondes Bridgerton ─ Susurró él médico mientras extendía al bebé en una sabana hacia Anne. ─ Es un niño sano. ─ La pelirroja observaba al bebé que descansaba en sus brazos, apenas lo había sostenido el pequeño había dejado de llorar.

Anthony a su lado observó la escena con el corazón rebosante de emoción. Nunca había imaginado que la felicidad pudiera ser tan intensa. Ver a su amada esposa sosteniendo a su hijo en brazos, ambos radiantes de amor, era la imagen más hermosa que había presenciado jamás.

Ours; Anthony Bridgerton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora