Jo había tomado días libres porque su hija Luna estaba enferma y le pidió a Carina que cubriera sus turnos, ella aceptó después de la insistencia de Bailey, la jefa del hospital, que no encontraba un remplazo para Jo. Miranda Bailey tenía un extraño poder de convencimiento y Carina terminó aceptando luego de negociar algunas vacaciones. Lo malo de todo eso era que no había podido ver a Maya muy seguido, se escapaba de su turno cuando sabía que la rubia estaba en sus sesiones de fisioterapia para ir a saludarla, otras veces Maya la sorprendía en su oficina llevando snacks, pero sus momentos juntas eran pocos y cortos, eso tenía de mal humor a Carina.
- ¡Carina! - Llamó Maya cuando la vio caminar por el pasillo del hospital por el que iba ella hacía la salida, Carina levantó su mirada de la tableta en donde estaba revisando el horario de sus siguientes pacientes. Le sonrió a la rubia acercándose a ella.
- ¿Qué haces aquí? - Le preguntó Carina. Se aclaró la garganta, la sentía rasposa. Miró a su alrededor y habían unos cuantos doctores a lo lejos del pasillo, abrió una puerta y señalándole a Maya para que entrara, era una bodega de insumos médicos, no era muy correcto que se estuvieran besando en los pasillos del hospital, tampoco lo era en una bodega pero al menos tenían algo de privacidad.
-Link me cambió el horario de las sesiones, me olvidé de contarte - Le explicó Maya - Y los ejercicios también, dice que voy por buen camino - Añadió, su rostro iluminado con una sonrisa, sus ojos con una chispa de felicidad. Era una sonrisa contagiosa y sincera. Al ver la felicidad de Maya, los labios de Carina se curvaron automáticamente, compartiendo la felicidad de ella. Aunque Maya no le dijera muy seguido lo frustrada que se sentía con su pie, Carina lo podía notar, se perdía en sus pensamientos de vez en cuando mirando su pie con el ceño fruncido, verla feliz por los pequeños avances que estaba haciendo, la hacía sonreír.
Maya tomó las mejillas de Carina atrayéndola en un beso, Carina dejó sus manos sobre la cintura de Maya aferrándose a su remera negra. Se besaron como si no se hubiesen visto hace años y solo había pasado un día del último beso express, Maya sentía que era mucho tiempo sin besar a Carina. -Te extrañé - Le susurró en la boca y Carina rio bajito - Te extraño, ¿Cuándo vuelve Jo? ¿Cuándo podemos salir solas? Sin todo el hospital mirándonos - Preguntó Maya quejándose
- Mañana - Respondió rápido para seguir besando a Maya, saboreando sus labios, dejó un último beso en sus labios y se separó - Mañana vuelve Jo. Vino ayer a comprobar que estuviera todo en orden y almorzamos juntas - Le contó jugando con la camiseta de Maya en sus manos, Maya miró alrededor, la bodega era pequeña y la luz era tapada por los estantes altos, lo que las dejaba un tanto oscuras - Me dijo que la pequeña Luna estaba mejor - Asintió escuchando a Carina, que volviera Jo significaba que Carina volvería a desayunar con ella, eso significaba más tiempo juntas y Maya solo quería estar junto a Carina, todo el tiempo.
El primer día sin ver a Carina y que casi no contestara los mensajes sintió una nueva emoción, un nuevo miedo. Maya no conocía lo que era estar en una "relación" con alguien, no sabía si extrañar de esa manera a Carina era normal o ella estaba siendo muy intensa. Se asustó y dejo de enviarle mensajes a Carina, recibía cada cierto tiempo los de ella y suponía que era en sus periodos libres, pero aun así no contestaba. Estaba asustada de que todo fuese muy rápido, estaba asustada de sus propias emociones y nuevas emociones, y sobre todo estaba asustada de que Carina no sintiera lo mismo o el mismo nivel de intensidad, aunque eran los miedos frecuentes que tenía con respecto a la nueva relación que habían comenzado, vagaban libremente por su mente.
Todos sus miedos se esfumaron cuando por la noche, luego de no contestar el móvil en toda la tarde, Carina la llamó.
- Hey, te extrañé – Fue lo primero que dijo y las mariposas en el estomago de Maya se volvieron locas
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Delicate (Marina gip) Station 19
FanfictionMaya es la capitana más joven que ha tenido la selección femenina del equipo de futbol de Seattle. Su carrera deportiva iba en ascenso gracias a su esfuerzo y el apoyo de su padre pero una lesión mal cuidada junto con una serie de eventos desafortun...