Cuando Liam estaba cerca de cumplir cuatro años, Maya se acercó a Carina con una sonrisa y sus mejillas rojas. Carina sabía que le pediría algo, conocía esa sonrisa.-Mi vida... - Dijo Maya rodeando su cintura
Carina alzó una ceja con una sonrisa
-Mmm... - Incitó a que siguiera
-Quería hablar contigo - Murmuró besando su mejilla
-Soy todo oídos - Respondió acariciando su largo cabello rubio
Usualmente Maya le decía eso cuando quería probar cosas nuevas.
-¿Nos sentamos? - Preguntó alejándose unos centímetros para mirarla
Carina frunció el ceño, pensó que esto era más serio. Asintió y se sentó frente a Maya con la barra de la cocina entre ambas.
-¿Qué es, bambina? - Preguntó Carina alcanzando una mano de Maya - Sólo dilo - Pidió
-Mmm... Ahora que Liam está mayor y Bruno también, ambos saben avisar para ir al baño y comen solos... ¿Crees que podamos intentar... tener a mi princesa? - Preguntó bajito jugando con los dedos de Carina
Carina sonrió con ternura mirando a su esposa, siempre supo lo mucho que Maya quería una hija. Ella también pensaba que era hora, sus hijos ya eran independientes, lo muy independiente que puede ser un niño de sus madres. Corrían y jugaban solos, comían por sus propios medios, avisaban para ir al baño.
Maya miró a su esposa que no respondía, Carina la miraba con la sonrisa en su rostro.
-Carina... - Murmuró mirándola extrañada
-Si, Maya - Asintió - Tengamos a nuestra hija -
Maya se levantó con rapidez, rodeando la barra para abrazar a su esposa, besándola con cariño. Carina rio en sus labios acariciando su cuello.
-¡Gracias! - Le dijo con emoción apretándola en sus brazos
-¿Cuándo podemos empezar? - Preguntó Carina con un tono sugerente mordiendo su labio
-En cuanto se queden dormidos - Señaló Maya la puerta de la cocina sin ser capaz de borrar aquella sonrisa
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Había pasado un tiempo de ambas intentándolo, buscando al quinto miembro de la familia. Llevaban ocho meses intentando quedar embarazadas, el proceso para Carina era divertido, pero para Maya no tanto, se culpaba constantemente de que Carina no pudiera quedar embarazada. La doctora Fox dijo que con el tiempo disminuiría su cincuenta por ciento.
Llevaban unos cuantos resultados negativos y eso tenía a Maya triste, quería a su hija.
Carina quería animar a su esposa y le pidió a Andy que cuidara de sus hijos en casa para que ella pudiera acompañar a Maya a su partido.
Maya le había insistido que no era necesario, que era un partido más que jugar, un partido sin importancia, pero Carina extrañaba la adrenalina de ver a su esposa jugar en vivo, de gritar y soltar la tensión de la semana viendo a Maya correr, de insultar libremente a quien golpeara a Maya. Por lo que ahí estaba, en las gradas viendo el partido, con su camiseta azul que decía en grande Bishop, Andrew en cambio llevaba la camiseta que decía DeLuca-Bishop, le gustaba sentirse parte del equipo y le gustaba presumir que Maya era su cuñada.
-¡Vamos, Maya! - Gritó Andrew a su lado cuando vio que corría llevando el balón cerca de las butacas donde estaban
-¡Vamos, bambina, corre! - Gritó Carina viendo a su esposa pasar delante de ella a toda velocidad, le encantaba verla en acción, acción que luego dejaba adrenalina restante y podían seguir disfrutando en la privacidad de su habitación
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Delicate (Marina gip) Station 19
FanfictionMaya es la capitana más joven que ha tenido la selección femenina del equipo de futbol de Seattle. Su carrera deportiva iba en ascenso gracias a su esfuerzo y el apoyo de su padre pero una lesión mal cuidada junto con una serie de eventos desafortun...