Capítulo 53 - Familia de tres

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Un mes llevaban con el pequeño en casa, un desastroso mes lleno de fluidos con olores desagradables y llantos.

Carina lloraba a cada segundo, Maya solo reía de sus ataque de emoción. Cada vez que veía a Maya con Liam, Carina arrancaba a llorar.

-Carina - Rio Maya cuando vio a su esposa llorar viendo como ella cambiaba el pañal de Liam y lo preparaba para dormir

-Lo siento, es sólo que los amo tanto, a los dos - Murmuró limpiando sus lágrimas - Que verlos juntos hace que... esto - Señaló su rostro

Se acostaron en la cama, cansadas. Ser madre no era fácil, había implicado un cambio permanente en la vida de ambas. Cuanto todo salía mal, no era tan fácil como devolver a Liam y volver a su vida normal, el desastre ahora era la vida normal de ambas... y ninguna tenía planes de cambiarla, les gustaba la etapa de madres, se complementaban bien. Sólo había algo que extrañaban ambas...

Maya sentía los besos de Carina bajar por su garganta, succionar su cuello, su lengua rodeando sus pezones besando con delicadeza el tatuaje bajo su pecho, el tatuaje con el cual había entregado su cuerpo y alma a su sexy esposa, sentía las manos de Carina jugar con ella, masajear sus pechos, rodear su cuello, recorrer su abdomen de arriba hacia abajo, rasguñando suavemente con sus uñas. Carina siguió el camino de besos por el abdomen de Maya dejando una que otra mordida, sacando leves gemidos de los labios de Maya, pasó su lengua por aquellos dos tatuajes ocultos de su esposa, dedicándoles el tiempo que merecían, besando y acariciando con su pulgar los anillos y al otro lado el pequeño número. Maya sintió el aliento de Carina en su miembro, la mano de Carina moviéndose de arriba hacia abajo, preparándolo para meterlo en su boca, cerro sus ojos completamente excitada.

Abrió sus ojos en la oscura habitación iluminada por la luz de la luna, tenía el brazo de Carina rodeando su cintura mientras que la abrazaba por detrás, sintió su cuerpo arder y gimió. Maya había despertado con una erección en su ropa interior, más que evidente. Se removió incomoda pensando que hacer con su amigo bien despierto, intentó volver a dormir sin éxito, lo sentía palpitar. Luego de unos minutos gruñó frustrada y se levantó al baño

-¿Bambina?- Preguntó Carina despertando por el movimiento, Maya había dejado de despertar en mitad de la noche, frunció el ceño dejándolo pasar

-Ya vuelvo - Susurró Maya yendo rápidamente al baño, cerró la puerta y pensó que hacer, no se quería masturbar como una adolescente cachonda, aunque eso era lo que era en esos momentos.

Suspiró y se apoyó en el lavabo, no se daría una ducha fría porque no quería que Carina se enterase de su erección por los sueños calientes en los que ella era la protagonista. Sabía que Carina querría hacerla sentir bien si se enteraba, pero Maya no quería satisfacer su placer sin su esposa, la esperaría hasta que se sintiera bien con su propio cuerpo. Podía aguantar, era solo un estúpido sueño o algún recuerdo, no sabía con exactitud, aunque sabía que podía perfectamente controlarse... si, eso haría. Respiró profundamente y pensó en todos menos la hermosa mujer en su cama. Sonrió pensando en lo mucho que la amaba y lo agradecida que estaba por darle una familia, por darle a Liam. Esperó unos minutos más hasta que se había ido lo suficiente para no molestarla por la noche, salió del baño y vio a Carina dormir hacia el otro lado. Se metió bajo las sábanas acostándose como estaba unos minutos antes, dándole la espalda a Carina.

-¿Bambina? - Escuchó Maya y se giró para quedar de espaldas - ¿Todo bien? - Preguntó sin abrir mucho sus ojos, Maya le susurró un bajo si para que siguiera durmiendo, ilusa al pensar que Carina dormiría sin ella - Abrázame - Pidió con su voz infantil, Maya sonrió y rodeó la cintura de su esposa dejando un beso en su hombro

-Te amo, vuelve a dormir - Murmuró Maya cerrando sus ojos, el sueño invadiéndola rápidamente con lo cansada que estaba por su nueva tarea de ser madre

Delicate (Marina gip) Station 19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora