10 días para dominar al alfa -JaekyungxDan- Jinx

Día 3.5

¡¡ADVERTENCIA!!

Si no te gusta el contenido Shota-con o temas sobre niños, evita este capitulo.

Esa noche dormí en el sillón del marco de la ventana, completamente desnudo, mientras la luz de la luna alumbraba mi cuerpo. Ante tal escena tuve un sueño. Un sueño de un recuerdo que creí que había olvidado o que estaba escondido en lo más profundo de mi inconsciente. 

El sueño me llevo a cuando tenía 10 años, mi abuela acaba de morir y yo me encontraba en las calles, tratando de sobrevivir. Para un niño de 10 años que aun no se a manifestado es un poco más fácil vivir en las calles, pero el problema no acababa ahí, sino que al mismo tiempo tenía que huir de los mafiosos asesinos de mi abuela.

Estaba corriendo por las calles, huyendo de unos hombres que trataron de desnudarme, cuando sentí un calor que recorría mi cuerpo desde mi pecho hasta mi entrepierna. Estaba sudando, mi cuerpo se comenzaba a sentir pesado y a cada paso más caliente. 

Entre a un callejón. Estaba jadeando mientras mi entre pierna mostraba un bulto, trate de ocultarlo, pero al mismo tiempo estaba sonrojado y sudoroso. Las personas pasaban por el callejón, podía sentir un aroma viniendo de ellos y algunos hacían que deseara pegarme a ellos.

No sabía que le pasaba a mi cuerpo, pero quería aliviar este calor y sobre todo quería que alguien tocara mi entre pierna. 

Estaba asustado, la desesperación me llevo a comenzar a llorar. Estaba a punto de salir de aquel callejón cuando una mano me colocó un suéter en la cabeza. Voltee a ver quien había sido. Frente a mi se encontraba un hombre joven, de cabello negro corto, con perforaciones en ambas orejas, vestido con una camisa de botones en color negro y un pantalón de mezclilla. Lo que creí que era un suéter, en realizar era un saco delgado que hacia juego con su vestimenta.

-¿Te encuentras bien? - me miro directamente a los ojos - ¿Niño?

Mi mente no me respondía por lo que me abalance a él. Su aroma era dulce y hacia que mi cuerpo se pusiera más caliente.

-Ayuda... por favor... - dije mientras me sostenía de su camisa.

-No te preocupes, te llevare a un lugar seguro - acaricio mi cabeza y me ayudo a levantarme.

Continuamos por el callejón y llegamos a una puerta escondida al final de este. Él abrió la puerta sin ningún problema y entramos. No se veía nada por aquel pasillo, pero luego de caminar unos metros llegamos a una pequeña sala.

-Siéntate en alguno de los sillones. - me indico con la mano donde estaban - Te traeré algo para que te calmes.

Él se alejo y fue hacia la cocina que estaba a pocos metros. Yo no dije nada y fui al sillón mas grande, me senté y mire al rededor. El lugar se veía algo extraño y no había ningún aroma a parte de el de él. Me quite su saco y lo tome en mis pequeñas manos. Luego instintivamente lo acerque a mi nariz y lo olí.

Por alguna razón me hacia sentir bien el olerlo, sin embargo mi entre pierna palpitaba cada vez que lo hacía. 

Mi cuerpo aun se sentía caliente y por alguna razón mientras olía el saco, mi saliva salia junto con los jadeos. Mientras estaba ocupado con el saco, un vaso de agua se coloco justo frente a mi, al voltear a ver, me di cuenta que era el hombre que me había traído hasta el lugar.

-Te traje agua, te vez bastante agitado. - toco mi frente, su mano se sentía fría, se sentí bien - Tienes un poco de fiebre, iré por algo para bajarla... 

Estaba a punto de darse la vuelta para ir de nuevo a la cocineta, pero impulsivamente lo tome de la camisa, evitando que se fuera.

-No te vayas, - voltee a verlo sonrojado y jadeando - tu mano se siente bien.