24. HOLD ON

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No entiendo nada. No sé por qué Killian reaccionó de esa manera. Después de esa conversación,  se fue de casa y no ha vuelto en toda la noche. Estuve toda la noche en vela, esperando a que volviera, buscando respuestas que no llegaban. Pero no volvió.

Es medio día y todavía no ha dado señales de vida. No responde a los miles de mensajes que le he enviado. Miro de nuevo el móvil, pero no hay respuesta. Solo mis mensajes aparecen en nuestro chat:

 "Killian, ¿Dónde estás?" 

 "¿No vas a venir a dormir?"

 "Necesito hablar contigo".

Pero no los lee, no me responde.

No he llamado. Ya paso de esperarlo más. Me hago una pizza precocinada en el horno y la como en silencio, pensativa. La preocupación se mezcla con la frustración mientras trato de entender qué está pasando. ¿Por qué Killian se ha alejado de esta manera? ¿Qué hemos hecho mal?

Cada bocado de pizza se vuelve amargo en mi boca mientras la incertidumbre y la soledad se apoderan de mí. No sé que hacer. Solo puedo esperar y seguir enviando mensajes que probablemente nunca serán leídos. 

A mitad de la tarde, dejé de preocuparme. Logan vino a casa y actuó como si nada hubiera pasado ayer. No le di importancia; después de todo, un accidente así le puede suceder a cualquiera.

-No sé qué le pasa a Killian. No vino anoche y sigue sin aparecer- le comento a Logan, restándole importancia al asunto.

-Quizás se ha ido para siempre- responde Logan, sin mostrar mucha preocupación. -Bueno, no quiero saber nada de él. No me cae bien- continúa diciéndome Logan.

-Está bien, pero no entiendo por qué te cae mal. Es un buen chico- le respondo mientras nos sentamos juntos en el sofá. A pesar de la conversación con Logan, mi mente sigue ocupada con el paradero de Killian y la incertidumbre sobre lo que está pasando entre nosotros.

Una conversación normal con Logan es un respiro en medio de la tormenta que ha sido mi vida últimamente. Nos sentamos juntos en el sofá, compartiendo pequeñas charlas y risas que me hacen olvidar, al menos por un momento, todas las preocupaciones que me agobian.

-¿Cómo te ha ido el día?- le pregunto, tratando de mantener el tono ligero.

-Aburrido como siempre- responde con una sonrisa. -Pero no puedo quejarme demasiado. Al menos tengo buena compañía- agrega, guiñándome un ojo.

Río ante su comentario y le doy un suave golpe en el hombro.

La conversación fluye de manera natural entre nosotros, como si no hubiera un mundo de preocupaciones esperando afuera. Hablamos de cosas triviales, de planes para el fin de semana, de películas que queremos ver, de sueños y aspiraciones que compartimos.

Logan tiene ese don de hacerme sentir cómoda, de alejar mis pensamientos oscuros por un rato y traer un poco de luz a mi vida. A veces me pregunto cómo sería si las cosas fueran diferentes entre nosotros, si no hubiera un pasado complicado entre Logan y Killian. 

-¿Aun no recuerdas nada?-me pregunta Logan, con una mirada llena de preocupación.

-Nada de nada. A lo mejor me quedo así para siempre- respondo, intentando hacer una broma para aliviar la tensión que se cierne sobre nosotros.

-Eso espero-  suelta Logan entre risas nerviosas. Su comentario me hace sentir incómoda, como si hubiera tocado un tema delicado sin darse cuenta. No sé si lo ha dicho en serio o si también estaba tratando de hacer una broma, pero el ambiente se torna un poco pesado.

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