Al despertar estaba sintiendo unos brazos alrededor de mi cuerpo, hasta que me di cuenta quién estaba a mi lado, me le quedé viendo embobada, su cabello estaba despeinado, tenía una fina línea de baba, lo cual reí bajo por qué me hizo gracioso. Me le quedé viendo por un rato, me levanté despacio y fui a tomar una ducha, mientras me duchaba, la primera canción que salió fue: Over you - Roxy music.
Al terminar de bañarme el bello durmiente no estaba en la habitación lo cual no se me hizo raro, le gusta preparar el desayuno así que me dediqué a vestirme, hoy me coloqué una camiseta descotada con tirante blanc, una falta negra con pantis del mismo color, unas zapatillas negras con blancas, y una chaqueta de cuero negra.
Al llegar a la cocina él estaba en bóxer, sin camisa, y con cabello mojado recién salido de la ducha, estaba preparando unos huevos al verme, se dirigió a mí y besó mi frente, lo cual se me hizo muy tierno, mis mejillas se tornaron rojas lo cual él se rio bajo.
—buenos días, hermosa
—buenos días, guapo
—ven vamos a desayunar, te vez muy sexy
—¿tú crees?
—aún más con esas marcas en tu cuello
—¿debería maquillarlas?
—no se te ven hermosas, al igual que la mía.
—¿dejarás que se te vean esas marcas en el cuello?
—así es, oye cómo estás con el tema de Elizabeth
—hoy le voy a hablar, no quiero estar peleada con ella.
—Son mejores amigas por un chico, no deben perjudicar su amistad
—Lo triste de esta historia es que, ella dijo perjudicaría nuestra amistad por un chico, me lo dijo ayer, que nuestra amistad no valía tanto
—Entonces no te merece, el que te quiere no te lastima.
—Es triste que sea así
—Debe serlo cariño
Él solo me abrazó lo cual hacía que me olvidase de todo, estar en sus brazos era como estar en mi lugar seguro, el sentir sus brazos, su cálida piel, le hacía sentir en hogar.
Cuando terminamos de comer nos fuimos al instituto, íbamos escuchando a Nirvana, me encanta la forma en que Francis no le teme a nada, es tan espontáneo, ya me encantaría ser así como él.
Al llegar al salón de clases este aún estaba vacío, lo cual yo me senté a su lado a escuchar música, mientras mi cabeza estaba apoyada en su hombro, era increíble sentir como acariciaba su cabello, era demasiado relajante, pero lo relajante terminó cuando Elizabeth apareció por la puerta dándome una mirada de pocos amigos y se fue a sentar con otra chica la cual a las dos nos caía mal o eso pensaba.
—Espera un poco —caminé hacia ella.
—¿Qué quieres?.
—Hablar contigo.
—Yo no tengo nada que hablar contigo.
—Somos mejores amigas y tuvimos una pelea.
—Corrección éramos mejores amigas.
—No estás hablando en serio.
—Oh hablo muy en serio, ahora ella es mi mejor amiga, por lo que veo te lo llevaste a la cama, ¿te sentiste tan amenazada que tuviste que follártelo?
—Que patética tu amiga en serio.
—Corrección ex amiga recuérdalo.
mi pecho empezó a doler, Elizabeth siempre fue mi amiga, la amaba como era, mientras muchas la querían por su popularidad yo la quería por la persona la cual ella era, no dije nada solo me fui a sentar a mi puesto, pero sentía que me iba a largar a llorar ahí mismo así que tomé mis cosas y me fui de ahí sin dar explicaciones sin decir absolutamente nada al llegar a mi casa rompí a llorar con todas mis fuerzas, Elizabeth era la única persona que tenía, la única persona la cual sabe todo mi, la única persona la que muchas veces me abrí y conté mis cosas.
Lloré toda la tarde, muchos hablan del dolor que se siente al perder un amor, pero porque nadie habla del amor que se siente al perder una amistad luego de unas horas llegó Francis él no solo preguntó me acurruco en su pecho y se quedó ahí conmigo hasta que me quedé dormida, había llorado demasiado.
Cuando desperté él seguía ahí conmigo acariciando mi cabello era tarde, lo cual supuse que no fue a trabajar, yo solo me quedé ahí acurrucada, no quería hablar porque terminaría llorando nuevamente.
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¿Y si me hubiese quedado contigo? [+18]
RomanceSusan Tremblay es una chica llena de sueños. Su mayor sueño en la vida es estudiar moda para tener su propio taller, pero su suerte no es muy buena, que digamos. Sus padres murieron cuando ella tenía 16 años. Desde entonces, ha tenido que aprender a...