Capítulo 6

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Llegamos a la casa  de camarerito y os tengo que decir que me esperaba de menos aquello, a ver sí era una fiesta, pero una fiesta de cumpleaños. Los chicos me habían echo una fiesta sorpresa  por mi cumpleaños, y me cercioré de ello cuando entramos y empezaron todos a felicitarme de manera sorpresa.

- ¡Wow...me esperaba de todo menos...esto- pronuncié mientras señalaba haciendo referencia a todo aquello que estaba en el jardín.

- ¡Hombreee...la verdad es que tienes a un novio demasiado exigente!- me contó camarerito echándole miradas significativas a Javi.

- ¡Eres un exagerado yo solo te he dicho que le hiciéramos una fiesta de cumpleaños en tu casa porque es más grande y nos pillaba cerca, además te dije que no te iba a pagar  porque su mejor amiga era tu novia, y por cierto si mal no recuerdo futura esposa!- le espetó este a la defensiva y cuando finalizó le echó caras raras y así continuaron toda la fiesta, haciendo el tonto, bebiendo, bailando, cantando y de todo.

Por mi parte yo me fui en busca de mi mejor amiga, que había invitado a las demás chicas del grupo, cosa que le agradecí de todo corazón. Una vez todas reunidas, bailamos, cantamos, bebimos y nos reímos como si toda la vida se nos fuera en solo aquella fiesta. Habían pasado unas cuantas horas desde que había dado comienzo la fiesta, llegó un momento en el que pararon la música, cosa que a mi me extrañó un poco, pero luego esa sensación de sorpresa se convirtió en diversión al ver que los chicos se habían puesto de acuerdo para  bailar una canción, Ana me había dicho que esto no estaba planeado, por lo que eso me hizo llegar a dos conclusiones:

1. Iban demasiado borrachos y no sabían lo que estaban haciendo.

2. Aquello iba a a aumentar mi nivel de diversión.

Los chicos empezaron a bailar y ya os voy adelantando que mis  conclusiones estaban en lo cierto, pero también tengo que admitir que las chicas y yo nos los pasamos muy bien viéndolos bailar.

- Gracias queridos amigos, pero nuestro baile no estaría completo si dos personitas que están ahí entre vosotros no subieran  a bailar con nosotros.- dijo camarerito por el micrófono mientras nos miraba a Ana y a mí.

- ¡ESTÁIS LOCOS! - chilló Ana perpleja.

- ¡Yo no pienso subir ahí, estáis demasiado pasados de copas.- continué yo.

-  Venga...no seáis aguafiestas, todos quieren que subáis.- replicó Javiercito, Cuando éste acabó todos automáticamente empezaron vitorear nuestros nombres. No sé como,  pero nos sentimos las dos con la obligación de subir aunque era evidente que esos dos no iban a parar hasta conseguirlo.

Un minuto después ya estábamos nosotras ahí arriba y todos pusieron su atención en nosotros. En seguida empezamos a bailar la canción característica de Ed Sheeran - Perfect. Nos pusimos en parejas, Ana con Carlos y Javiercito  y yo.

- ¿No podías haber elegido otra canción?- le pregunté a Javiercito mientras seguíamos bailando.

- La verdad es que no-, me respondió dedicándome una cálida sonrisa.

- Porqué?- repliqué con una aparente extrañeza en mi rostro.

- Es que me recuerda a ti, aunque ahora que lo pienso tenía que haber puesto otra. - me dijo como si lo que acababa  de decir fuese lo más normal que hubiese dicho en su vida.

- ¿y eso?

- Quizás esta hubiese estado mejor para el día de nuestra boda.,  comentó y cambió la expresión en su rostro porque acabó la canción y tocaba separarse. Era la primera vez en la que me sentía un poco extraña al dejar esta conversación tan en el aire. Sin embargo Javi no parecía demasiado preocupado. 

-¡Tía qué es lo que acaba de pasar!-. me chilló Ana en  el oído sacándome de mis pensamientos.

- No tengo ni idea, pero parece ser que han vuelto en sí después de ello.- le repliqué señalándolos con la mirada haciendo referencia a los chicos que habían bajado y ahora estaban con  los demás chicos que parecía ser que les estaban  felicitando.

- Vamos bajando, que ya no pintamos nada aquí arriba, y las chicas seguro que les va a dar algo.- finalizó Ana bajamos y nos encontramos a las chicas, que estaban en una esquina, como si fuesen a ser capaces de estar al tanto de los cotilleos de todos los de la fiesta estando en aquella esquina.

- Vaya....como están las mejores amigas de todo el mundo.- musitó Rocío como si estuviera cabreada con medio mundo porque no dejaban de molestarla.

- Vaya mi niña, nosotras también te echamos de menos.- dije graciosilla.

- ¡Sois conscientes de que no pude grabar nada del baile para mis redes sociales, podría haber sido el meme perfecto para darle visibilidad a mi cuenta!.- zanjó Rocío como si acabara de indignarse aún más.

-Madre mía, pues para que se te pase en el próximo cumpleaños te ponemos a ti en primera fila para que grabes  lo que tengas que grabar para tus redes.- kW dijo Ana.

Nuestra pequeña charla finalizó porque a Ana le estaba sonando el móvil, el cual notó porque lo tenía en vibración. Parecía ser que era uno de sus padres porque salió disparada a algún lugar más relajado en el que no hubiera demasiado ruido. Yo aproveché eso y también quería revisar si me había llegado algún mensaje.

Efectivamente el único mensaje que tenía es el de mi madre preguntándome donde estaba y si iba a a ir a casa  a dormir. En ese momento recordé que no había visto  a mis padres desde que se habían ido del hospital, por lo que estuve a punto de responderle pero me quedé a medias de la acción ya que Javiercito me había cogido del brazo para captar mi atención de manera inesperada.

- Lo siento chicas pero os la robo por unos minutos.- pronunció con una sonrisa angelical por su parte, porque por la mía me sentía como un objeto siendo trasladado de un lugar a otro y encima con cara de que hubiera visto  a un fantasma. Ya lejos de las chicas Javi me dijo que se tenía que ir.

- Oye  yo me tengo que ir, ¿necesitas que  te lleve a casa?.- me dijo con semblante serio y de pocos amigos.

- ¿Estás bien?- le pregunté con tono preocupado.

- Sí...solo es que estoy cansado y quiero ir a descansar. Pero no quería dejarte aquí sin posibilidad de que te lleven a casa.

- Me iba a quedar  un poco más, porque quiero ir a dormir a casa de Ana.-  Esa ha sido la mentira más grande que haya dicho en mi vida. Era evidente  que no le iba a decir que me llevara a casa porque el no estaba con la suficiente energía de tener dos trayectorias diferentes.

- Bueno, pues ya está nos vemos mañana.-  dijo dándome un beso corto en la mejilla, sin embargo no cambió su mal rostro. Por primera vez estaba notando que no me decía la verdad pero tampoco le iba a presionar con el tema.

- ¿Sabes que me tienes para lo que sea verdad?.- le dije cuando lo tuve su mirada clavada en la mía.

- Lo sé, te quiero chica testaruda que nunca se te olvide.- me dijo esta vez dándome un abrazo largo con una leve sonrisa. Por lo menos iba  a estar más tranquila por él. Después de nuestra despedida dejé hasta que él saliera para ir luego yo detrás.  No tenía intención de ponerme a despedirme de todos uno a uno así que cogí mi abrigo y me dispuse a  salir por la puerta. Había llamado ya a un taxi, por lo que no tardó en llegar.

Ya en el taxi le dejé a Ana un mensaje en el que le explicaba que me había ido y en donde además le agradecí la fiesta.  En menos de cuarenta minutos ya había llegado a a casa. Tocaba hacerme la sigilosa. Y en efecto, eso hice, subí a ami cuarto me desmaquillé y me puse el pijama porque ya el cuerpo no me daba para más.

Sin límites para brillarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora