Sin límites para brillar

Capítulo 12

Esa misma noche me sentía como en un cuento de hadas, estaba tan a gusto, que ni siquiera fui consciente de que me había despertado demasiado tarde. No estaba Javi en la habitación, así antes que nada, me fui al baño de su habitación para lavarme la cara al menos. Al bajar empecé a oler un olor demasiado agradable. Resulta que ese olor provenía de la cocina, era Javi, estaba cocinado unos pancakes.

- Buenos días.- le dije mientras le daba un abrazo por la espalda ya que el estaba mezclando la masa para echarla a la sartén.

- ¡Buenos días! ¿Y eso que estás tan cariñosa?- pronunció mientras me dedicaba una sonrisa pícara girándose en rotundo para encararme.

- ¿Ahora te quejas porque esté siendo cariñosa? - me hice la ofendida. - pues que sepas que ya no lo seré más.- finalicé cruzando los brazos para que se notase lo "cabreada que estaba".

- En mi defensa, me he quejado porque supuestamente eras mi testaruda la cual dice ser que es una chica fría y borde.- comentó volviendo a lo suyo.

- Pues en mi defensa, no es que este siendo cariñosa, es que aún mi carácter frío sigue durmiendo.

- Pues que siga así por lo menos durante todo el día.- sonrío como un niño cuando le dan una golosina. - Venga vamos a desayunar.- decía mientras llevaba, un plato de pancakes. Cuando dijo lo último, me quedé estupefacta, porque a no ser que lo haya soñado, anoche estaban también los chicos, que por cierto ahora todos han desaparecido.

- ¿Los chicos no vendrán a desayunar? - cambié de tema.

- Se han ido, Carlos me lo dijo por la mañana, dijo que Ana se tenía que ir, y ya que era quien los había traído en coche aprovecharon para irse con ella.

- ¡¿ME LO ESTÁS DICIENDO ENSERIO?!

- Si...es que te vi muy dormida y estabas cansada...yo...pensé que esa era la mejor manera, después del desayuno te iba a llevar.- empezó decir nervioso porque mi cara tenía una expresión demasiado extraña que ni yo no supe cual era.

Corrí lo más rápido a la habitación de Javi a por mi móvil. Porque si Ana se ha ido eso significa que mis padres no habrán dejado escribirme mensajes y hacerme llamadas compulsivas. La casa de Ana estaba en la otra acera , enfrente de mi casa, es evidente que mamá había preguntado a Ana sobre mi, y Ana la habrá fastidiado, sabía todo de mi excepto que no le he dicho que mi madre no sabe nada de que estoy con Javi, es más no lo sabe ni ella.  En menos de tres minutos ya había vuelto a la cocina.

- ¿Se puede saber qué pasa? - me dijo Javi dejando de comerse el delicioso desayuno. Yo no estaba ni prestando atención, no podía ni prestársela. Estaba centrada en ver si mi madre me había llamado o algo.  Afortunadamente no había ninguna evidencia de ello por lo que me calmé e  intenté responder esta vez un poco más relajada.

- Lo que pasa es que, Ana por si no lo sabías a parte de ser mi mejor amiga, también es mi vecina, y mi madre siempre está en la entrada de casa tomándose su cafecito, y como haya visto a Ana se extrañaría, porque yo le había dicho que estaba con ella en todo momento. - le dije al final con un gran suspiro como si hubiera estado corriendo la maratón de mi vida.

- ¿Y...?

- Pues que como se la cruce es capaz de decirle que no estoy con ella, y que estoy aquí con un chico, sola y que no sabe que es con el cual estoy saliendo.- concluí comiendo mi ultimo trozo de pancake y levantándome de la mesa.

- Pues mira ya lo tengo, te llevo a casa me presento como tú futuro esposo y me hago el mejor amigo de tu padre para que se encariñe conmigo y así te deje estar conmigo a solas.- dijo con una claramente notable ironía.