X. He caído totalmente.

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Inició un día más, sin embargo había algo en el ambiente que me inquietaba, había cierta inquietud por parte de los estudiantes mientras se veían unos a otros hasta que ví un rastro de sangre en dirección a las habitaciones donde solían dormir Tem y sus compañeros, por lo que no dude en subir a buscarle.

—¿¡Tem!?, ¿Estás bien?, ¿¡TEM!?— Grite entre los pasillos hasta encontrar a la persona de la que salía aquel rastro de sangre, era uno de mis compañeros del equipo de ayer, llamado Onhi, un coyote, él estaba mirando su mano cuando se giró a verme, estaba casi ido, no sabía que más hacer así que solo use mis manos para aplicar presión en su herida mientras llegaban los paramédicos —Resiste, la ayuda ya viene, ¿Qué pasó?—

Pregunté mirándole preocupado antes de que él me mostrará una mordida en su brazo. —Casi mato a alguien, iba a morderlo otra vez pero en el cuello y me contuve...— respondió débilmente —Alcanzo a apuñalar mi pecho con un cristal antes de irse, tienes que encontrarlo, es una gacela...— me dijo y negué inmediatamente

—Lo buscaré luego, no te dejare solo— aseguré sin dejar de presionar hasta que llegaron los paramédicos, les conté sobre la gacela y sin notar que mis manos quedaron cubiertas con su sangre fui corriendo a buscar a Tem a su habitación, al menos estaba aliviado de saber que no era Tem. Aún así toque rápidamente su habitación preguntando por él —¿Tem?, ¿Estás bien?—

—Sí, estamos bien— dijo detrás de la puerta antes de abrir, sus compañeros vieron mis manos con sangre y gritaron, iban a golpearme con una escoba cuando uno de los policías que me siguió intervino y les contó que yo no había lastimado a nadie, pero que ayude a uno de los que habían salido heridos.

Tem tomo mi mano y me llevo a los baños para ayudarme a limpiar la sangre de mi ropa y brazos, el parecía más preocupado por mi que por saber de quién era la sangre, pero no lo interrumpí, el estaba tan concentrado que ni yo me di cuenta cuando quede sin camisa.

—Pedire que te traigan una, yo puedo lavarla, sé cómo quitar sangre de la ropa, mis hermanas me enseñaron— confesó con una sonrisa y siguió ayudándome a lavarme —No te expongas tanto, te salvó está vez el policía pero a la próxima podrías llegar a ser culpado de algo grave— me miró como regaño y asentí bajando mis orejas.

—Lo sé, perdona, es que vine por que me preocupe por ti— suspiré y apoye mi cabeza en la suya —Pero cuando supe que no te había pasado nada me sentí aliviado, incluso olvide que tenía sangre en mis manos, lo lamento—

Seque mis manos y el me abrazó un poco más ocultándose en mi cuello, esa sensación era agradable, así que igual lo abrace y me quedé así un rato hasta que tocaron la puerta.

—¿Tem, estás ahí?, necesitamos el baño— dijo entre toques en la puerta uno de sus compañeros.

—Si, perdona, solo le traerán ropa limpia y saldrá, no quiero que piensen que hizo algo malo— respondió Tem desde adentro. Luego de eso él y yo nos separamos un poco, podía notar que ambos estábamos nerviosos, por lo que tome su mano y me quedé así hasta que pudieron traer mi ropa limpia.

El salió para que yo pudiera cambiarme y después nos fuimos juntos a su habitación, no quería despegarme de él, quería estar al pendiente de su bienestar lo más que pudiese, así que cuando escuché que las clases serían suspendidas ambos decidimos irnos al jardín para poder hablar.

—¿Viste algo raro en tu compañero?— me preguntó curioso mientras me ayudaba a cambiar mi venda, yo negué.

—Hablamos normalmente, incluso supe que era muy amigo de un herbívoro— rasque mi nuca un poco —Su mirada era normal, no estaba alterado, estaba más bien, confundido— suspire —Tengo miedo de que Bill este haciendo algo con nosotros, no quiero que alguien salga herido y menos tú—

Él me miró sonriendo y luego acaricio mi mejilla suavemente —No te preocupes, se que no me pasará nada por qué seré cuidadoso— me dijo mientras cortaba una venda —Aunque después de esto temo que mis padres me quieran hacer regresar a mi antiguo hogar lejos de la ciudad—

—Si pasa eso estaría más tranquilo que si estuvieras aquí— le respondí y tome su mano —Prometeme que si esto se pone feo, irás con ellos y no te quedarás aquí— mire sus ojos atento y serio.

—Bien, lo haré, lo prometo, pero no te dejaré solo ahora, estamos juntos en esto, al menos hasta saber que pasó aquella noche— terminó, y luego suspiró —Necesitaremos ayuda de Legoshi si queremos encontrar a alguien que tenga respuestas... Siento que saben más de lo que nosotros podríamos comprender en estos momentos—

Asentí y mire su herida de antes, aunque estaba cubierta parecía que sanaba bien. Mire la mía y suspiré —Onhi también mordió su brazo para evitar atacar a esa persona que huyó...— murmuré y suspiré, —Dijo que lo había mordido una vez y que la segunda... Pudo ser mortal—

Tem se quedó pensando un poco pero luego se levantó mirándome —Ambos fueron fuertes contra lo que sea que sintieron, se que podrás seguir siendo así, no tengas miedo— dejó su mano en mi brazo y mire sus ojos nuevamente. Sus palabras eran tan sinceras que no podía evitar querer acercarme más a él y decirle lo fascinado que estaba con él, pero antes de poder hacer algo sentí su mano en mi mejilla.

—Riz...— susurró acercándose a mi rostro —Confía en ti, así como yo confío en ti— sonrió suavemente y luego de eso me acomodó los botones de mi camisa. Sentí como si me fuera a dar un infarto pero no hable de nada más, solo me incline un poco para poder besar su frente.

—No dejaré que te lastimen, y si es necesario eliminaré lo que se pueda atrever a dañarte, y eso me incluye a mi mismo— sonreí firme, él parecía sorprendido así que aproveché y acaricie sus dedos sin tomar por completo su mano y volví a dejar mi mentón sobre su cabeza. —Sería el más feliz con solo estar a tu lado mientras pueda verte feliz y vivo, por favor, no dejes de vivir por miedo o por inseguridad, eres maravilloso y todos lo saben. Gracias por estar vivo, Tem—

Me separé un poco y note su rostro lleno de lágrimas, yo no sabía que hacer ante eso pero empecé a ayudarle a secar sus lágrimas con un pañuelo. —Perdon si te asusté... Es que, quería ser sincero en este momento— dije para intentar calmarlo pero el me miró empezando a llorar aún más.

—Yo también estoy feliz de que estés vivo Riz, por favor, tampoco tengas miedo ni escuches lo que digan de ti, también mereces ser feliz, lo digo de verdad— contestó con una sonrisa y tocó mis brazos —Se por lo que has tenido que pasar desde hace tiempo, tus lesiones, tu insomnio y las cosas que dejaste para ser aceptado o al menos, que no te temieran tanto... No debes preocuparte por los demás, mereces vivir también y que te dejen vivir sin miedo a ser juzgado o culpado de algo—

Ambos nos abrazamos nuevamente y nos quedamos así por un buen tiempo. Finalmente comimos algo en la cafetería, hablamos de la escuela dejando de lado el tema de la sangre y la violencia, y solo hablamos como dos personas normales, sin miedo, sin motivo en especial, solo hablando por placer, pasando el tiempo juntos hasta el anochecer.

INEVITABLE (RIZ×TEM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora