XII. Lo siento, Tem

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Los días posteriores al ataque de mi compañero Onhi y la gacela herida fueron algo tensos, había especulaciones sobre quienes o que lo había provocado, había sido un acto meramente impulsivo que aunque no entendían del todo los profesores o alumnos tenía una perspectiva interesante de parte de esa Gacela, una perspectiva que Haru tuvo la confianza de confiar a Tem y a mi en una reunión en el teatro.

—Me contó que él y Onhi eran amigos muy cercanos, pero cuando quiso dejar de relacionarse con él por qué era un descendiente de carnívoros y que estaba actuando diferente... Le gruñó— dijo preocupada mientras tomaba la mano de Legoshi —Las pupilas del Onhi se dilataron, el intentó alejarlo, le dijo que se fuera, pero Jim se preocupó y no lo dejo solo... Y cuando Onhi lo empezó a acorralar intentó defenderse con una navaja... Y fue cuando todo se descontroló—

Tem escuchaba preocupado al igual que yo, pero aún así no podía evitar pensar en lo peligroso que podría llegar a ser alguien como yo ante él, una alpaca pequeña y no muy fuerte contra alguien como yo que media casi dos metros.

—Entonces Onhi pudo sentir que algo no estaba bien...— agregó Legoshi preocupado —Creo que tendremos que ser más quisquillosos con lo que pase aquí, hay que hablarlo con los profesores, yo hablaré con Louis para intentar advertir sobre Bill, siento que aparte de él hay alguien más que está viendo todo esto desde las sombras, de eso estoy seguro...—

Asentí y suspire tomando la mano de Tem.

—¿Seguro quieres permanecer aquí?— le pregunté mirándole, pero el solo asintió sin dudar y sujeto de manera firme mi mano —Bien, entonces haremos esto, nuestra vida depende de ello.—

Luego de la reunión nos dirigimos a la cafetería escolar, yo debía poder hablar más sobre que hacer si perdía la razón frente a él, pero lo que no me esperaba es que mis padres llegarían de la nada a visitarme. Fui llamado a un salón vacío donde estaban ellos y me miraron atentos, bebiendo un café mientras me veían de pies a cabeza.

—¿Estás bebiendo sangre?, ¿por eso dejaste tu tratamiento?— cuestionó mi madre fríamente, yo negué —Te ves incluso más despierto, como si fueras alguien diferente, ¿Acaso pasó algo de lo que deberíamos saber?—

Ante esa pregunta, no sabía cuál era la respuesta que menos problemas me causarían pero sabía que había una que podría incluso darle a mis padres una respuesta que los haría reflexionar sobre mi, sobre la escuela e incluso sobre lo que ambos veían correcto o peligroso...

—Estoy enamorado de un descendiente de herbívoros madre...— conteste sin más rodeos y cruce mis brazos mirando a otro lado —Por eso quiero ser alguien digno de estar a su lado, aunque no me corresponda jamás, yo solo quiero ser alguien digno de caminar por la calle, de ser alguien a quien no vean con miedo o con temor de que los lastime, eso quiero en mi vida madre, y jamás podré hacerlo si sigo pensando que soy un monstruo—

Mi padre se levantó y se salió del salón, mi madre preocupada por mi solo acaricio mi mejilla y acercó más su silla.

—Hijo, un amor así, tiene muy pocas chances de sobresalir en un mundo como este, se realista y no te aferres a él, somos descendientes de carnívoros y hubo esa separación como forma de supervivencia antes de nuestra evolución pero sabes que hay cosas que nunca cambiaran— me abrazo y luego de un rato se separó tomando su bolso —Recuerda que eres valioso Riz, no tientes a la suerte, eso podría llevarte a tu muerte.—

Ambos se fueron y yo me quedé en el salón viendo hacia la banca de Tem, el solo pensar en que podría lastimarlo me hacía sentir una presión en el pecho, tenía tanto miedo de tocarlo y lastimarlo, e incluso de que algo más pudiera lastimar su persona y no poder hacer nada, y ese miedo se haría real de una forma que jamás podría imaginar...

Esa misma noche, dormí en mi habitación junto a mis compañeros pero, la alarma de incendios sonó a media noche, todos nos levantamos y me dirigí al área de Tem, en cuanto pude encontrarlo salimos al patio de la escuela, el humo era abrumador, los alumnos salían por montones y al no haber luna no podíamos ver del todo nuestro entorno.

—Riz, ¿Estás bien?, escuché unos ruidos en el pasillo antes del incendio pero cuando quise salir la alarma sonó y se fue la luz— dijo Tem preocupado mientras lo alejaba un poco de las personas protegiendole aún con mi cuerpo en el camino.

—Yo no escuché nada en mi ala, solo escuché la alarma y...— mire una sombra cerca de los árboles, el generador no encendía apesar de que la luz de había ido, pero por el aroma al humo no podía identificar quién era. Tem parecía ver hacia el mismo lugar que yo pero al ver un brillo metálico en esa área lo deje detrás de mi —Debemos correr...—

Susurré y escuché un disparo, los alumnos empezaron a gritar y corrimos a todas direcciones escapando de los disparos. Para evitar que él pudiera salir herido lo cargue al igual que a otro alumno más bajo que él y los llevamos a otra área del campus para escondernos, las ambulancias y patrullas estaban cerca pero aún así los disparos seguían y con ellos, los gritos.

—Quédense aquí, iré a ver quién es y cuántos son, puede que haya heridos— le dije a Tem y a los demás mientras los escondimos, luego de eso salí para investigar pero inesperadamente no había heridos, no había más que humo y un aroma a pólvora... Caminando más cerca de los árboles, había numerosos pasos a la lejanía, iba a seguirlos hasta que sentí una mano en mi espalda y al girar mire a Tem. —¿Que haces aquí?, debes estar con los otros—

—Me preocupe, no deberías salir si pueden dispararte, eres alto no inmortal— susurró mirandome hasta que miro a alguien detrás de mí.

El humo y el ruido había distraído mis sentidos y apenas pude reaccionar cuando intentó dispararnos desviando este a un árbol, donde note que eran dardos tranquilizantes, intenté golpearlo pero salieron más de los árboles rodeandonos por completo, lo único que pude pensar fue en como proteger de él, por lo que al ver que apretaban los gatillos intenté protegerlo con mi cuerpo.

En realidad al caer no supe cuántos de esos dardos recibí, pero lo que si sabía es que ahora estábamos en peligro, y que probablemente si algo le pasaba a Tem mientras yo estaba inconsciente no podría proteger de él, intenté levantarme pero los golpes me hicieron volver a caer.

—Lo siento Tem...— fue lo último que pude decir antes de caer al suelo inconsciente.

INEVITABLE (RIZ×TEM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora