XIV. Hasta pronto, Tem.

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Desperté esposado y amordazado con un bosal en la boca, no podía intentar hacer algo ya que me sentía débil, mareado y cansado aún por el tranquilizante, sin embargo podía escuchar personas afuera de la habitación donde yo estaba, las ventanas tenían rejas y la puerta era de hierro, era claro que estaban preocupados por qué yo pudiera hacer algo pero necesitaba información, así que como pude les hice saber que estaba despierto acercándome a aquella puerta y dando golpes con las cadenas de manera constante, necesitaba saber dónde estaba, y más importante aún, necesitaba saber si Tem estaba bien.

Empecé a escuchar pasos y llegaron a la habitación pidiéndome que me alejara de la puerta, así que lo hice y me quedé pegado a una pared frente a la puerta, ellos revisaron mis cadenas, no parecían policías comunes dado que llevaban trajes aún más protegidos, además que fuera de esta habitación había personas que parecían soldados armados.

Ellos se fueron mientras los otros anotaban las cosas en un tipo de bitácoras. Estaba asustado, no sabía que es lo que querían pero al menos entendía que sabían sobre mi consumo, solo Bill y Tem habían podido enterarse de lo que pasó, yo confiaba plenamente en Tem pero no en Bill...

—Tem...— susurre soltando lágrimas y me sente ocultándome en mis manos — ¿Que quieren de mí?—

Las horas pasaban, y con ello pasaron unos dos o tres días, no me daban tanta comida ni agua por miedo a que recuperará fuerzas, podía escuchar solo el ruido de otros encerrados como yo, y también ruidos de rasguños en las puertas. Parecía que nos iban a orillar a suplicar o algo similar. Y así fue al menos por un día completo, hasta que desperté al escuchar movimientos... Y después entraron, con cadenas en pies y manos me llevaron a otra área con pasillos, a una silla con un teléfono y una pared de cristal...

—¿Mamá?— pregunté preocupado mirandole y me quitaron el bozal, mi madre no estaba contenta, pero estaba preocupada viendo un periódico y me lo mostró, "ataques violentos se desatan en un colegio por parte de un grupo de deportistas hacia sus compañeros, se teme que tuvo orígenes en conductas de supremacía sobre descendientes de herbívoros".

Esto estaba mal, negué todo lo que decían excepto lo de Tem, le explique sobre la sangre que me dió Bill y lo que había pasado, sin embargo cuando llegó el abogado de la familia, mi madre se fue y me dejó a solas con él.

—Lo siento, nuestro sistema es inquisitivo, si el juez dice que eres culpable lo eres, pero no te dejaremos solo, dime la información que puedas para poder ayudarte a reducir tu condena— comentaba mientras me mostraba unas fotos que tomaron aquel día, no se veía directamente que era yo pero habían encontrado mi ADN en el salón donde Tem me había curado el brazo.

—Entiendo, ¿Tem, está bien?— pregunté preocupado mirando las fotografías pero él solo bajo la mirada y me mostró un edificio tipo bodega, había sangre y también un cuerpo cubierto.

—¿No te dijeron, el por qué estás aquí?— me preguntó mirándome fijamente hasta que luego mostró una foto donde había pelo blanco y algo ondulado —Estas siendo acusado del asesinato de Tem Okotsu, ¿tu recuerdas lo que hiciste, verdad?—

Cuando dijo eso, me levanté sobresaltado, cuando estaba a mi lado aquel día estaba bien, lo protegi, nunca había estado en ese lugar con él... Estaba encerrado aquí desde aquel día, era imposible que yo hubiera hecho eso.

—No le hice nada, ¡ustedes me encerraron cuando atacaron la escuela!— le grite golpeando el cristal mientras le miraba, los oficiales se acercaron con teasers apuntandome, por lo que me aleje del vidrio —El esta vivo, yo no lo lastime, ¿Que hicieron?—

El abogado soltó una risa ladina y tomo las cosas para después girarse.

—Tu juicio será en tres días, recuerda bien lo que pasó, no querrás cometer perjurio— dicho esto, él simplemente se fue, intenté gritarle otra vez pero con tantos ahí y las acusaciones no podía lucir aún más alterado de lo que ya estaba.

Me arrodille en la habitación soltando lágrimas sin poder evitarlo, oculte mi rostro en mis manos sin poder contenerme y empecé a llorar de manera descontrolada. Tem no podía morir, no podría soportar que algo le pasará por mi culpa... Tem, él merecía una vida feliz y larga, en este momento debería estar con su familia en su hogar y no en algún lugar de la morgue...

Necesitaba saber que había pasado con él, necesitaba entender que es lo que estaba pasando y por qué me incriminaban de esa forma, así que tome una decisión... Si él no estaba en este mundo, yo no tendría el valor de estar vivo y sin él.

Me acerque a la ventanilla y mire un tazón que me habían dado para comer, lo comí totalmente y con mis manos lo aplane hasta que quedó algo plano y lo frote en el suelo hasta que tuvo el suficiente filo, no me mataría pero con una herida profunda podría salir de esta celda, así que lo tome y llamé a un guardia.

—Guardia... ¿Puede decirle a la familia de Tem que soy inocente, por favor?— pregunté mirándole antes de usar ese filo en mi cuello, el dolor era agudo, no sabía si saldría bien pero necesitaba una chance de demostrar mi inocencia y si no lo lograba, no quería que pensaran que yo le haría algo así a mi amado Tem...

Cai de rodillas en la puerta y luego me senté sujetando mi cuello hasta que la puerta se abrió, ahí deje de presionar y dejé mi vida a manos de ellos, estaba asustado, sentía frío y no podía dejar de pensar en que no había podido protegerle, mi amado Tem, si tan solo pudiera verte alguna vez más, daría todo en mi vida por poder hacerlo.

—Llamen a una ambulancia, debemos llevarlo rápido a un hospital— grito uno de ellos antes de que quedará inconsciente en aquella celda...

INEVITABLE (RIZ×TEM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora