Capítulo 28: ... y una demostración práctica

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El escenario de combate había sido decidido. Un descampado con un bosque y un lago enormes a cada lado para mantener el escenario balanceado. Los maestros observaban desde la sala de monitoreo a través de las múltiples cámaras colocadas por los árboles, el suelo y múltiples drones voladores en caso de que terminasen destruyendo las cámaras junto con el escenario, y estaban ansiosos de cómo se desarrollaría el encuentro.

El vigilante de tierra se encontraba saliendo de entre los árboles en su forma base completamente tranquilo, pero con los ojos amarillos de seriedad. La vigilante atlante se encontraba saliendo de las profundidades del lago sin una sola gota de agua sobre su cuerpo, y con una sonrisa afilada que demostraba que no se iba a contener. Ambos se encontraron en el centro del prado y se pararon el uno del otro a unos pocos metros, mirándose con una mezcla de seriedad y complicidad en sus ojos.

Izuku: ¿sin rencores?

Gura: si tú no los tienes cuando te patee...

Ambos vigilantes sonrieron levemente, y en un instante, la atlante salió disparada hacia Izuku, el cual entró al instante en su forma de gólem de hierro para detenerla. Ambos habían empezado usando la técnica básica de la amplificación, y sólo el choque de ambos había levantado cantidades inmensas de polvo y agrietado el suelo a su alrededor.

Izuku había previsto su movimiento con sus ojos esmeraldas y alcanzó a atrapar con su mano de hierro el arma de la atlante, y enredó sus lianas en el tridente para evitar que Gura lo retrajese, pero esta sólo absorbió el agua dentro de estas para deshidratarlas y liberarse, lanzando otra estocada en el abdomen, que impactó de lleno, pero sólo provocó una pequeña marca de abolladuras por las puntas.

Pero la cosa no acabó ahí, ya que la atlante lanzó estocada tras estocada, hasta que llegó a una velocidad fácilmente imposible de seguir para el ojo humano común. Sólo All Might era capaz de seguir el ritmo de sus ataques, y a duras penas. Sobra decir que la ráfaga de ataques generó corrientes de viento inmensas que sacudieron las ramas de los árboles cercanos y alteraron las aguas del lago aún estando considerablemente lejos de ambos.

La sucesión de ataques no cesó, y en su lugar, fue el propio Izuku el cual detuvo el tridente de impactar con su manipulación de los campos magnéticos, lo que provocó que el siguiente ataque que mandó Gura la hizo volar varios metros hacia atrás. Y hubiese volado mucho más lejos si no se hubiese detenido a sí misma enterrando su tridente en el suelo, lo cual fue la oportunidad que Izuku aprovechó para teletransportarse enfrente de la atlante y asestarle un golpe de martillo descendente tan fuerte y rápido que Gura tuvo que soltar su tridente y cubrirse con sus brazos para bloquear el ataque, sacudiendo la tierra a su alrededor, destruyendo o desestabilizando gran parte de las cámaras que se encontraban a nivel del suelo. Sin embargo, Izuku estaba más que impresionado de que ni la piel ni los huesos de Gura se mostrasen dañadas tras bloquear su ataque de forma desesperada con sus brazos.

Izuku: tu cuerpo se siente más duro que la primera vez que nos conocimos. ¿Es por la prismarina?

Gura: también. Sólo es un pequeño truco oculto en mi genética que no uso desde que era huérfana. La prismarina también ayuda por eso.

Gura era media humana medio atlante, por lo que no tenía los mismos atributos físicos de estos últimos de forma pasiva. O bueno, eso era hasta que entró en contacto con la prismarina y recobró sus orígenes, reactivando muchos de sus genes atlantes previamente dormidos, brindándole muchas ventajas, entre estas la fuerza y resistencia física del cuerpo de un atlante promedio.

Izuku: entiendo. Los atlantes vivían en las profundidades marinas, y sus cuerpos se tuvieron que adaptar a la inmensa presión de esas zonas. Tendré que poner más fuerza y empeño en mis golpes para derrotarte entonces.

Izuku: el Gólem de JapónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora