montevideo.

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A LA MAÑANA SIGUIENTE Jennie se despertó por el sonido de la alarma, más temprano de lo normal

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A LA MAÑANA SIGUIENTE Jennie se despertó por el sonido de la alarma, más temprano de lo normal.

Hoy volarían a Montevideo.

—Rosita.—dijo Jennie agachándose a la altura de la cama.

—Jenn.—dijo Rosé despertándose.

—¿Te sientes bien?—le preguntó Jennie.—Hoy nos vamos a Montevideo.

—Sí, ya me siento bien.—dijo Rosé levantándose.

Ambas se prepararon y Jennie se puso un top blanco con unos pantalones blancos sueltos y unas nike.

Tomaron sus maletas y bajaron a recepción.

Matías la vio llegar con Rosé y sus brazos entrelazados.

—Buen día a todos.—saludó Jennie acercándose a todos.

—Che la desaparecida.—bromeó Juani.

—¿Ya te encontrás bien?—le preguntó Enzo a Rosé.

—Sí, ya estoy bien.—contestó Rosé.

Bayona llegó y repartió los asientos del avión.

—¿Cuál tienes?—le preguntó Jennie a Rosé.

—14 a.

—Mierda, tengo el 13 b.—dijo Jennie con fastidio.

—Dale, preguntále cual tiene.—le animó Juani a Matías.

—¿Y si no me tocó con ella y hago el ridículo?—le preguntó Matías.

—Che vos no sos un ligón.—dijo Juani y abrazó a Matías por el hombro.—Chicas.—dijo acercándose.—¿Qué asientos tienen?—preguntó.

—Yo tengo el 13 b.—contestó Jennie.

—Yo el 14 a.—dijo Rosé.

—Che, yo tengo el 14 b.—dijo Juani mostrándole el billete con una sonrisa.

—¿Y vos Mati?—le preguntó Jennie.

A Matías se le aceleró el corazón al escuchar ese apodo en su voz se veía perfecto.

—13 a.—dijo Matías y tragó grueso nervioso.

Bayona los llamó a todos y fueron al aeropuerto.

Jennie estaba sentada en la silla sola escribiéndole a sus papás de que iba a volar.

—Dale, acércate, ¿te lo tengo que decir todo?—le dijo Juani a Matías.

—Está ocupada, ¿tendrá novio?

—No me sorprendería, re linda es.—dijo Juani mirándola y se ganó una mala mirada por parte de Matías.—Che, solo digo la verdad, no te pongas así y acércate.

𝐓𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲-𝐨𝐧𝐞, 𝐭𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲-𝐭𝐰𝐨; matías recaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora