JENNIE desapareció de la vida de todos, excepto de la de Rosé.
Si sabían su ubicación vendrían corriendo, o más bien Matías venía corriendo.
Jennie recordó las veces de ese casi año de relación cuando Matías le decía que Lucia ya estaba fuera de su vida.
Estaba cocinando algo para comer, en dos días era el estreno de la película, lo vería desde la televisión.
O eso pensaba.
Rosé picó su puerta y está le abrió.
—¿Qué haces así?—le pregunto Rosé.
—¿Eh?
—Tenemos el vuelo a Madrid, en 3 horas.—le dijo Rosé.
—Yo no iré al estreno.—dijo Jennie mientras volvía a la cocina.
—Vas a ir, trabajaste mucho en el rodaje, tienes que ir.—dijo Rosé apagándole los fuegos.
—¡Oye! ¡Tengo hambre!
—Ya comerás algo en el avión, iré a por tu maleta.
Rosé se adentró en la habitación de Jennie y tomó dos o tres cosas más el vestido para la gala.
Jennie solo guardaba en la mochila lo que llevaría durante el vuelo.
Vio sus dos cámaras en la mesa.
La del rodaje o la que se compró luego.
Tomó la cámara del rodaje y la guardó en la mochila.
Jennie salió por la puerta cerrando su hogar, en el que no tendría que haber vivido sola.
Tomaron un taxi al aeropuerto.
—Los chicos me preguntaron mucho por ti.—dijo Rosé y se miraron.
—Si alguno descubría mi ubicación todos sabríamos lo que pasaría.—dijo Jennie tranquila, en unas horas no lo estaría tanto.
El viaje en el avión se les pasó corto, demasiado.
Llegaron a España, ya casi era de noche.
—Jota nos reservo en un hotel, la habitación es para las dos.
—Iré a casa de mis padres, no está tan lejos.—dijo Jennie y tomo otro taxi.—Nos vemos Rosie.
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𝐓𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲-𝐨𝐧𝐞, 𝐭𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲-𝐭𝐰𝐨; matías recalt
أدب الهواةJENNIE KIM es una fotógrafa de orígenes coreanos, sus padres y familiares son de allí pero se mudaron a España y es criada aquí, siempre destacaba por sus rasgos coreanos pero ella es criada aquí, pero habla coreano fluido. Su padre, un conocido emp...