leve me alone.

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MATÍAS fue arrastrado por Juani para sentarse a su lado en el sofá

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MATÍAS fue arrastrado por Juani para sentarse a su lado en el sofá.

—Che, ¿vos dónde estabas?—le preguntó Juani en un tono que solo ellos escuchaban.

—Acabé en la habitación de Jenn, no sé cómo, no recuerdo nada.—dijo Matías son dejar de mirar la escena de esos dos chicos.

—Dale pues pregúntale.—dijo Juani.

Matías estaba dispuesto a hacerlo pero Jota entró en la sala.

—Espero que no estén muy de resaca chicos.—dijo Jota y todos rieron.—Vayan a prepararse para empezar a rodar.—dijo Jota y todos comenzaron a moverse.

Matías cuando se dió cuenta Jennie ya no estaba.

En otro momento.

Luego de filmar una toma larga Jennie siempre lo recibía con una manta.

Volteó a ver a Jennie y solo tenía una cámara entre sus manos, no había manta.

Se le acercó por detrás abrazándola por la cintura.

—¡Matías estás helado!—gritó Jennie riéndose y quedaron frente a frente.

—No me recibiste con la manta.—dijo Matías haciendo puchero.

—Perdón estaba hablando con Jota hace un momento.—dijo Jennie.

En eso Matías sintió una manta sobre sus hombros, era la chica de la producción.

—Gracias.—le agradeció Matías y la chica se fue sonrojada.

Jennie sin saberlo puso una mala cara, la cual borró al instante.

—No recuerdo nada de lo que pasó anoche.—dijo Matías y Jennie lo sintió una punzada en el corazón.—Si querés puedo ir luego del rodaje a tu habitación y vemos películas mientras me cuentas.

—Ay, hoy no puedo, Pipe me va a llevar a un puente a ver el atardecer, dice que las fotos allí son muy lindas.—dijo Jennie y ahora era Matías quién sentía una punzada en el corazón.

—Ah...—dijo Matías.—Tengo que irme a filmar.—dijo Matías un poco frío, cosa que Jennie notó.

—Vale.—dijo Jennie con una sonrisa y Matías simplemente se fue.

El rodaje fue un poco aburrido, hasta para el resto, Jennie y Matías no hacían tonterías.

Llegaron al hotel y Jennie comprobó si la batería de la cámara tenía batería y si tenía, se dio una ducha de agua caliente y se vistió de negro totalmente.

Tocaron su puerta y era Rosé.

—¿Dónde vas con Matías?—le preguntó Rosé mientras entraba, llevaba un sobre en la mano.

—Iré con Pipe a ver un atardecer, me ha dicho que el atardecer está lindo allí.—contestó Rosé.

—¿Qué te pasa con Matías? Estuvieron muy distantes hoy.—dijo Rosé sentándose en la cama.

𝐓𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲-𝐨𝐧𝐞, 𝐭𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲-𝐭𝐰𝐨; matías recaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora