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ERAN LAS 7 y Carlos ya se había ido a su hotel

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ERAN LAS 7 y Carlos ya se había ido a su hotel.

—Mierda llego tarde.—dijo Jennie al ver que seguía en pijama.

Se puso algo calentito ya que hacía frio y bajo corriendo.

—¿Estás horas que son señorita?—le preguntó Juani.

—Cállate.—dijo Jennie mientras se acercaba.

Analizó los troncos, únicamente quedaba un sitio.

Como odiaba que todos hicieran caso a Juani.

Me senté al costado de Matías y Blas.

—Nos dijo Juani que vino tu amigo.—dijo Enzo mirando a Jennie.

—Sí, tiene un proyecto por aquí cerca.—contestó.

Jennie trataba de calentarse las piernas, tenia frío y el pantalón no era suficiente.

Matías notó eso y volteó a ver a Juani quien tenía una manta.

—Dame eso.—dijo quitándole la manta.

—¡Pero es mía!—se quejó Juani.

Matías no le hizo caso y la puso sobre las piernas de Jennie.

—Gracias.—dijo Jennie mirando sus dedos mientras jugaba con ellos.

—De nada.—dijo con una leve sonrisa en el rostro.

Les trajeron la cena, platos de sopa.

Se quejaba por solo tener eso de cenar, Jennie y Rosé no estaban obligadas, pero esa para acompañarlos en esto y no comer algo más consistente frente a ellos.

Luego de cenar Matías se alejó para ir a fumar.

Algunos se fueron porque tenían que rodar al día siguiente.

Solo quedaron Juani, Fran, Blas, Jennie y Matías.

Jennie lo miraba desde la distancia.

—¿Qué haces? Ve con el.—le dijo Juani.

—No.—dijo Jennie volviendo a la realidad.

—Ve con el.—le dijo desafiante.—O te ato al árbol donde está Matías para que hablen.

—Juani dije que...—dijo Jennie y cuando lo miró vio a Fran sacando una cuerda.—Están enfermos.—dijo Jennie.—No pienso ir.

—Blas.—dijo Juani con una sonrisa.

Blas se levantó y agarró a Jennie, le era re fácil, era mucho más alto que ella.

—Los voy a denunciar.—dijo Jennie pegando patadas al aire.—¿Cuanto quieres por soltarme?—le pregunto a Juani mientras ayudaba a sacar la cuerda.

—Me gustaba que fueran enemigos y chocase la química entre ustedes, pero ya me cansé.—dijo Juani y comenzó a acercarse al árbol.

Blas comenzó a caminar y Jennie a quejarse.

𝐓𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲-𝐨𝐧𝐞, 𝐭𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲-𝐭𝐰𝐨; matías recaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora