Dangerous love | Steve Rogers

| 18 | New York. pt 4

Ahí de pie se encontraba el soldado, esperando algo talvez. Que ella se levantara pero no fue así.

- ¡Bruja! Despierta - llamó Thor - ¡Rogers!

No fue hasta que aquel hombre grito su nombre que salió de su trance. Por fin se moví. Se acerco a ellos. Ahí Thor la sostenía en el suelo sin soltarla pero ella seguía sin moverse.

- Esta helada - declaró moviéndola un poco

- Lauren - la movió el Rogers - ¡Lauren! - llamó una segunda vez.

No fue hasta la tercera vez que llamó su nombre que ella por fin dio señales de vida. Había empezado a respirar, su pecho lentamente subía y bajaba. Ambos soltaron un suspiro de tranquilidad. Su piel, poco a poco, recuperaba su tono natural, avellana con delicados matices rosados resaltando en sus mejillas; y su cabello volvía al mismo castaño dorado de siempre.

- Se recuperara - soltó Thor al fin calmado y con una pizca de cansancio.

- Aún así, necesita recibir atención medica. - explicó el capitán - Déjame ayudarte - soltó, se acerco aun mas y trato de tomarla en brazos y a su vez darle oportunidad al dios de ponerse de pie, pero justo antes de que él la tocara el hombre lo interrumpió.

- Puedo con ella capitán, no te preocupes - soltó arrogante. Acción que no le agrado mucho al soldado, pero no dijo nada.

Acto seguido el dios la acomodo en sus brazos, y con cuidado de no moverla demasiado se puso de pie. - Me sorprende como esta pequeña mujer casi nos mata a ambos - declaro de pronto, mientras que al mismo tiempo soltaba una risa por lo bajo.

El capitán no le respondió, él solo seguía pensando en lo sucedido. Si tan solo no hubiera estado a punto de morir por esos monstruos ella no se habría visto en la necesidad de llevar sus poderes al limite. Era tan peligrosa como había leído y eso le preocupaba; no solo el hecho de sus poderes sino lo que tenían que hacerle a ella para calmarla, no lo merecía.

Ambos rápidamente se pusieron en marcha en dirección a la torre, durante el trayecto ninguno dijo ni una palabra, solo se limitaron a andar y a soltar leves quejidos de vez en cuando, por las magulladuras que les había dejado la pelea. Hasta que alguien rompió el silencio.

- Capitán - soltó el dios de pronto, acto que capto la atención del soldado al lado

- ¿Si? - pregunto él

- ¿Por qué odias a Lauren? - declaró curioso sin mas. Este hombre iba al grano

- Yo no la odio - explicó - Al menos ya no. . .

- Fuiste muy duro con ella - se refería a lo sucedió antes de la granada

- Lo sé. . . pero tenia mis razones para desconfiar de ella al principio; ahora las cosas han cambiado, Lauren y yo lo hemos hablado, y me alegra decir que creo que estamos bien. Al menos las peleas se han terminado - explicó el soldado

- Eso es bueno Capitán, a mi no me gustaría estar peleado con alguien como la bruja, menos ahora sabiendo lo que puede hacernos. - soltó una carcajada y luego continuo - Debes estar feliz, después de tantos años al fin tienes a alguien que habla tu idioma, alguien que no te ve como alguien fuera de lugar ¿no? - finalizó

- Supongo que tienes razón, ella y yo somos mas parecidos de lo que me gustaría creer. . . - respondió mirándola de reojo

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***

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El silencio invadía la sala principal de la torre Stark, misma que se había vuelto la residencia principal del equipo, desde hacia tres días, al menos hasta que su compañera despertara.