El sonido del reloj en la pared, marcando las dos de la mañana invadió la silenciosa habitación en penumbra. En la cama, cubierto con todas las mantas posibles yacía el soldado, tratando de conciliar el sueño. La noche había enfriado aún más, y el hechizo de su compañera hacía tiempo había perdió su efecto.
Junto al sonido del reloj, el sonido de los dientes del capitán chocando por el frio estaba presente. No lo soportaba más, eso era más de lo que podía controlar, demasiado helado para él. Lentamente, y con el cuerpo entumecido, se acercó al calefactor en la esquina de la habitación, pero este no encendió y después de varios intentos fallidos se rindió.
Ya era tarde y no quería molestar a Lauren con eso, pero si no lo hacía, lo más probable era que muriera congelado — ¿Cómo hacia para vivir aquí esta gente? — se preguntaba. No le quedo de otra mas que hacerlo. . .
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***
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Los golpes llamando a la puerta la despertaron, era de madrugada. — ¿Qué podría querer Rogers a esta hora? — pensó aun adormilada mientras se levantaba de la cama. Al abrirla ahí en medio del pasillo estaba Rogers, quien lucia bastante demacrado y ojeroso para su gusto.
— ¡Dios! ¿Estas bien? — soltó al mirarlo
— Lamento despertarte, pero, no puedo dormir por el frio y el calefactor de la habitación no enciente, además tu hechizo desapareció. — explicó arrastrando las palabras
De inmediato una pena la envolvió, hace cuantas horas que estaba así.
— Rogers ¿Por qué no me dijiste antes? — declaró
— No quería molestarte
— No es molestia. Lo lamento olvide que no funcionaba el calefactor. — explicó somnolienta. Se quedo un momento en silencio pensando y después hablo — Adelante, pasa — soltó haciéndose a un lado para que el entrara a su habitación.
— ¿Qué? — dijo sobresaltado ante su proposición — Lauren, yo. . .
La castaña al ver su sorpresa soltó una risa por lo bajo.
— Descuida, no dormiremos juntos, si eso es lo que te preocupa. — declaró haciendo más notoria la confusión del hombre frente a ella — Iré a dormir a tu cuarto, puedes quedarte aquí. La calefacción funciona bien.
Steve al oír su sugerencia rápidamente se negó, un caballero no dejaría que una dama como ella pase frio mientras duerme, no se atrevería a echarla de su habitación.
— Lauren, agradezco el gesto, pero es tu casa y no es justo echarte de tu cuarto así. — la miro fijo. — regresare a mi habitación, solo tomare mas cobijas — se dio la vuelta y empezó a caminar a su cuarto
— Steve — lo llamó. De inmediato paro en seco, se giró y la miro — Podemos dormir los dos aquí, solo pondré un saco de dormir en el suelo y varias mantas, estaré bien. — soltó sin más.
— Yo dormiré en el suelo Lauren
— Eres mi invitado Rogers, descuida — la chica se apresuro a hacer un acama improvisada en la alfombra de su cuarto junto a la cama. Para ser algo provisional, se veía bastante cómodo a los ojos de Lauren.
Durante ese tiempo escuchaba a sus espaldas los regaños del soldado quien trataba de evitar que ella fuera la que durmiera en el suelo; hasta que ella se cansó.
— ¡Rogers! Si no tomas la cama juro que te enviare al otro cuarto — reprendió molesta, el soldado no le quedo de otra mas que aceptar.
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Dangerous love | Steve Rogers
FanfictionLauren Grey ex soldado de Hydra, se ve obligada a dejar su nueva y tranquila vida lejos del mundo para formar parte de un peculiar equipo en donde tendrá que convivir con un capitán que no se molestara por ocultar su odio hacia ella. Unidos por el d...