Dangerous love | Steve Rogers

| 17 | New York. pt 3

| Lauren |

Ambos peleábamos codo a codo, habíamos empezado con treinta de esas cosas y ahora estábamos mas que rodeados. Estoy mas que segura que ya habíamos vencido a mas de cuarenta y aún había mas que vencer. Llevábamos ya un rato, me estaba cansando y mis poderes se debilitaban mucho, además el "torniquete" de Steve estaba perdiendo efecto.

- Si alguien me copia. Necesitamos ayuda aquí abajo - solté mientras forcejeaba con uno. - Vaya estas cosas si que son feas - solté. Estaban tan cerca de mi que podía ver sus horribles facciones.

Me agache para tomar una de las armas que tenia en la pierna, la tome y rápidamente le dispare en la cabeza a esa cosa. Para mi mala suerte toda la porquería me salpico en la cara. Me quite a esa cosa de encima y volteé hacia Steve, quien también lidiaba con varios de ellos.

- Cierra la boca Rogers - fue lo ultimo que dije para disparar en su dirección matando a esas cosas - ¿Creí que podrías hacer esto todo el día? - me burle, él solo me miro mal. Lo ayude a ponerse de pie

- ¿Cuánto tiempo llevamos peleando? - soltó

- Como dos horas, talvez mas - respondí respirando pesado

- ¿Por qué el arma? - preguntó mirando hacia la pistola en mi mano

- Estoy al limite con mis poderes. . . si me sobrecargo me salgo de control - expliqué

- ¿Hablas de? - me miro sospechoso

- Si - dije. Si me sobrecargaba no solo pondría al equipo y a los civiles en peligro, también destruiría todo a mi paso. Killer Frost era muy poderosa, pero usarla implicaba usar mi poder al cien por ciento, lo cual era verdaderamente muy peligroso.

- Entonces sigue con tu arma - dijo. A lo lejos otro grupo de soldados se acercaba velozmente hacia nosotros - ¿lista para la siguiente ronda? - me miro

- Haría esto todo el día - respondí burlona mientras cargaba mi arma. Solo lo vi rodar los ojos y correr hacia aquellos aliens.

Me quede a distancia, mientras le cubría la espalda matando a esas cosas desde lejos, le libraba el camino para que el siguiera avanzando. Pasados unos minutos mi arma se había quedado sin balas.

- Maldición - solté. No me quedo de otra mas que pelar cuerpo a cuerpo.

- Puedo cerrar el portal - oí de repente decir a Nat a través del audífono

- Ciérralo rápido - respondí forcejeando con un monstruo

- ¡Espera! - llamó Stark - Un misil se dirige hacia nosotros y ya se donde lo pondré - fue lo ultimo que dijo luego la transmisión se cortó.

- Tu puedes Stark - dije para mi misma. Debía de lograrlo, si esos monstruos no nos vencían la explosión del misil lo haría y cobrando la vida de inocentes a su paso.

Me libre de la cosa que me detenía cuando a lo lejos vi a Rogers en el suelo. Corrí en su dirección pero uno de esas bestias me derribo y otras mas me aplastaron. Recibía puñetazos desde todos los ángulos posibles. Sentía mi cuerpo contraerse por el dolor y mis huesos crujir. Uno de ellos con sus fuertes garras aplasto mi pierna herida, lo que me hizo soltar un grito de dolor.

- ¡Lauren! - escuché un grito, pero no vi nada. Si no hacia algo pronto él terminaría muerto.

Con un estallido de poder helado, expulsé una ráfaga gélida que barrió a mis enemigos con una fuerza implacable. El frío que emanaba de mis manos los dejó inmovilizados. En ese momento, me sentí envuelta en una fuerza elemental inimaginable. Mi piel brillaba y mi cabello se había vuelto por completo blanco.