CAPÍTULO XVIII "EL SÓTANO DE MOONLIGHT"

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Al despertar, nos estábamos muriendo del hambre. Macabre estaba bucando una señal mediante los paneles conectados a satélites, pero parecía que hasta que los ojos no se abrieran no podríamos saber que sucedía en el exterior y no llegaríamos a este hasta que la boca no se abriera. Claro, nos ahogaríamos si es que seguíamos bajo tierra.

Hugo, como de costumbre, estaba mirando hacia el "techo", más bien la mandíbula superior. Parecía importarle poco o nada lo que pasaría con otros, quizás ya se había resignado a morir, aunque se despertara temprano por una vez en su vida. Su pelo despeinado y sus ojos moribundos me hacían intuir todo eso.

Sol, siendo la última que queda por comentar, era la más práctica respecto a nuestra situación. Como en Pinocho, ella había recogido los restos del tronco que se rompió para hacer un fuego. Este la mantenía en calor, y nos habría permitido cocinar si la bestia abriera la boca para que los peces entraran.

Sabíamos que no nos quedaba mucho tiempo de vida. Era poco probable que el monstruo estuviera en movimiento. Lo que más nos asustaba era que nos quedáramos encerrados bajo el mar, en estado de hibernación por toda la eternidad, hasta que algún día la nueva dinastía o la original, si es que Moonlight retoma el trono, encuentren nuestros fósiles.

-Sé que estás muy cómodo, Hugo. -Macabre se había rendido -Pero podrías hacer algo como nosotras. -se estaba hartando -Quiero decir, yo solo soy una mayordomo, pero tú tampoco eres de la realeza.

-Mira, sé que has sufrido mucho y eso, -Hugo se colocó a la defensiva -¿pero sabes que tu poco tiempo de vida no es una excusa para que me amargues, no? -dio un golpe a un músculo maxilar, retorciéndolo -Por mucho que hayas cambiado de aspecto sigues teniendo casi setenta años.

-¡Crío, desagradecido y maleducado, te vas a enterar! -Macabre lo agarró del hombro para que se levantara -Tu madre era complicada, pero está claro que saliste a tu padre.

-Vamos a morir todos, por lo menos quiero morir en paz. -Hugo no se levantó -No es mi problema que hayas desperdiciado tu vida.

-Nadie va a morir. -Sol se interpuso en la discusión como la tercera en discordia -Por lo menos no la mayoría, si me sacrifico.

-No vale la pena, Sol. -mi objetivo ahora era proteger el legado de Luna -Aquí o vivimos todos o morimos todos.

-Yo no pienso eso, que lo sepas. -Hugo no me apoyo demasiado, precisamente -Si me dan la oportunidad, me voy.

-Hugo, este no es el momento para eso. -no le di importancia a ese ligero deslice -Retomando el tema, tenemos que colaborar todos para salir.

-Tranquila, yo no tengo nada que perder, acabo de nacer así que nadie me echará de menos y que mi cuerpo fue el hogar de alguien tan... -Sol no se apreciaba mucho, pero mientras hablaba, su pelo se tornaba rubio y sus ojos grises -Si me cuelo entre las rejillas de la máquina, quizás llegue hasta la salida de evacuación.

-¿Qué es eso de la salida de evacua...? -Hugo se dio cuenta de a que se refería -¡Qué asco deslizarse por el culo de de un monstruo, con toda la mierda!

-Gracias por tu sutileza. -cuando dije esto, Hugo bajó la cabeza e hizo una sarcástica reverencia -Sea como sea, no te permito que lo hagas, Sol.

-Si tú te casaste con Oserariup, Sol puede arriesgarse a escapar. -Macabre comenzó a apoyar a Hugo, le daban igual tanto Luna como Eclipse y por tanto Sol -Como sea, que Sol lo intenté y Victoria deje de ser tan hipócrita.

-Pero... esto... no... -busqué alguna excusa rápida para evitar que Sol se metiera en una misión suicida -¿Cómo sabremos nosotros que Sol ha salido o ha muerto?

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