Whatsapp (Niall Horan)

fourty eight

"Me aburro". Pero lo único que recibo como respuesta es un bufido por parte de mi padre y Niall. "Oh, venga".

"Voy a pedirle a las enfermeras que te administren unos centenares de litros de morfina solo para dormirte y hacerte callar", si mi padre piensa que eso me ofendería, estaba equivocado. Río al igual que Niall y cierro un momento los ojos. "¿Te duele?". Señala con su mirada mi brazo y niego.

Llevaba ingresada ya una semana. Habían pichado en mi codo interior una aguja conectada al suero, colgado justo a mi lado en un aparato blanco. Recuerdo de pequeña tener un gran temor a las agujas, pero no sé cuando empezó a desaparecer, y menos mal, a partir de ahora no va a ser la última aguja que sea clavada en mi piel.

"Sólo me molesta un poco no poder mover el brazo". Digo arrugando un poco la nariz. "Me pica"

"Idiota", dice Niall. Sonrío. Llevaba callado desde que habíamos llegado y aun que haya sido para insultarme, ha hablado. Aun que ni siquiera sé por qué estaba preocupada por que él estubiera callado, no es la gran cosa.

Llaman a la puerta y después de eso, aparece mi madre y a su lado la enfermera que hace media hora había colocado mi bolsa de suero.

"Traigo el antibiótico". Se acercó a mí mientras yo ponía una cara de asco que hizo reír a mi novio. "En 10 minutos se acaba la hora de visitas, chicos", miró a Niall y él asintió.

Una vez que salió por la puerta, llamé a mi madre acercarse a mí. "Por favor, pide agua. Sabe a mierda lo que me acaba de dar"

"Entonces no te besaré durante 10 minutos. No me gusta besar mierdas"

Mi padre tosió. "¿Insinuas que no me besarás más por el día de hoy?". Le digo fingiendo estar enfadada. Ni yo le besaría. Bueno, sí.

"No lo he insinuado. Lo he dicho". Muevo un poco mi cara para tenerlo de frente y la sonrisa traviesa que tiene en su rostro me hace sonreír igual.

Mi padre vuelve a toser esta vez aún más exageradamente, haciendo que mi madre ría. "Me encanta escuchar realmente decir al novio de mi única hija bebé que no la besará, pero te tienes que ir ya, así que vamos a salir solo dos segundos para que os despidáis sin tenernos observándoos." Se levanta de la silla que está enfrente de mí con mi madre a su lado, y abren la puerta para salir, pero se gira de nuevo. "Sólo dos segundos he dicho, no hagáis nada. O realmente pediré la morfina, y no será para administrársela a Hayley".

Cierran la puerta y nos dejan solos esta vez. Ambos sabemos que no van a ser dos segundos. Pero también sabemos que es capaz de pedir morfina sólo para Niall, así que no podemos hacer nada que no podamos hacer.

Levanta su trasero de la silla y se sienta en el borde de la camilla con sábanas de color crema. Coloca su brazo izquierdo en el lado opuesto, de forma que mis piernas están en el hueco que hay entre su mano apoyada en el colchón y su cadera. "¿Sabes?". Y se acerca aún más a mí.

"¿Hmm?"

"¿Sabes qué pensé nada más levantarme el día antes de que fueras ingresada?". Sonrío tras recordar que nos habíamos despertado juntos en mi cama. Sin ropa. Después de lo de esa tarde noche. Mi sonrisa se ensancha.

Niego con la cabeza. "Pensé: 'Por fin puedo llamarla 'novia''". Se vuelve a ensanchar mi sonrisa.

"¿Sabes qué había pensado yo?" Supone que diré alguna cosa bonita, lo sé por la sonrisa que se dibuja en su cara. Evito reírme tras pensar un poco en qué contestarle... "No quiero causarte un trauma, pero lo primero que pensé fue 'dios, qué pene más pequeño'".

La cara de Niall pasa de verdaderamente feliz a una especie de confusión, diversión y molesta a su vez, pero muy mínima. Acerca su rostro al mío y murmurando sobre mis labios dice, "dudo que pensaras eso por la tarde noche, cielo... Mucho menos cuando en un momento te pusiste encima de mí y-"