Eolo miraba fijamente a sus dos visitantes. Observándolos con curiosidad hasta que la voz de uno rompió el silencio.
—Gran dios del viento, Eolo, todos los dioses saben que los semidioses estamos viviendo una odisea, unos juegos diseñados para perderse y morir, nuestro camino fue bloqueado por una tormenta impenetrables. —Haechan murmuró, ese joven tenía el don de la palabra. —Por favor ayúdenos, ¿Puede prestarnos sus vientos para que podamos sobrevivir?
Eolo giró entorno a Haechan y sonrió, quizá se lo estaba tomando muy personal, quizá no. Pero era bueno y le gustaba ayudar a los viajeros.
—Ni siquiera me han dicho sus nombres. —Murmuró el dios.
—Oh, mi nombre es Jaemin, hijo de Atenea. —Se presentó.
—Y el mío es Haechan, soy un semidios, pero parece que es divertido ocultar quién es mi padre hasta que se digne a reclamarme, así que no he sido reconocido todavía. —Haechan parecía cansado.
Eolo sonrió. Con una sonrisa traviesa.
—Puedo saber de quiénes son hijos por ciertas expresiones, manías o incluso por el físico. —Eolo habló. —Por supuesto que te ayudaré, sé bien que no eres hijo de Zeus, y aunque me llegué a pelear con tu padre por el amor de un jovencito, él ganó justamente.
—Espere... ¿Conoce a mi padre? ¿Sabe quién es? —Haechan preguntó. —¿Cómo lo supo?
Eolo podía ver un brillo especial que salía del semidios moreno que tenía en frente, sabía bien quién era su padre, y también perdió una batalla contra aquel dios por una bella flor en su juventud, sin embargo Eolo no guardaba rencor.
—No eres un niño prohibido si es lo que quieres saber. —Eolo murmuró con seguridad. —Pero tampoco te diré quién es... ¿O sí?
Eolo pareció escribir algo en el aire y encerrarlo en una pequeña bolsa.
—¿Qué es eso? —Jaemin preguntó.
—Es un juego, la bolsa tiene atrapado vientos de tormenta, pero dentro también viene el nombre de tu padre. —Sonrió viendo a Donghyuck. —Todo lo que debes hacer es no abrir la bolsa para que les ayude a irse de mi isla.
—Suena demasiado fácil. —Dijo Jaemin —¿Cuál es el truco?
Eolo le dio la bolsa a Haechan y éste sintió duda, miedo, curiosidad, quería abrir la bolsa, ¿Qué podría pasar? Nada... Podría saber quién era su padre y poder pedir directamente por él, poder reclamar por qué tardó tanto en reconocerlo.
—Toma Jaemin. —Haechan arrojó la bolsa para no caer en la tentación. Eolo usaba la famosa táctica de Pandora, y abrir su "caja" traería feroces consecuencias.
—Mi mejor consejo es mantener a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca, no sabrás en quién confiar, incluso debes saber que en caso de que la bolsa quiera ser abierta, matar es imprescindible....
—Nosotros no mataremos. —Haechan cambió su ceño.
—¿Estás seguro? —Eolo murmuró. —Seguramente tendrás amigos semidioses no reconocidos. Si ellos abren la bolsa, el nombre de tu padre cambiará por el nombre de su padre... ¿Les encantaría saber?
—Siempre piensan que el fin justifica los medios, pero nuestros amigos no se volverán enemigos ni rivales. —Jaemin mencionó. —Yo mantendré esta bolsa cerrada.
—Bien, entonces, me encargaré que los vientos soplen a su favor. —Dijo. —Pero si llegaran a abrir la bolsa quiero que sepan que jamás los volveré a ayudar y la familia del semidios que libere mis vientos, me deberá un favor.
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God Epic Games (Nomin/Markhyuck)
FanfictionLos dioses han creado una "actividad" para saber quién de sus hijos podría obtener su favor. A través de una odisea, deben llegar a la tierra prometida, viendo quién de ellos merece hacerse llamar su hijo. Algunos semidioses no reconocidos por sus...