Cuando Haechan abrió los ojos se sintió demasiado cansado, Jaemin le estaba dando respiración RCP y haciendo que sacara el agua que tenía dentro. Se levantó con pesar y con preocupación buscó a Jeno y a Mark con la mirada.
—Estoy bien. —Jeno respondió cuando vio a Haechan sobresaltarse.
—¿Y Mark? —Haechan cuestionó.
—Fue a buscar comida con un grupo de expedición. —Frunció los labios. —Había escuchado leyendas de una isla en el cielo, esto prueba que son ciertas, estamos en el hogar del señor de los vientos.
—No hay que estar tan seguros. —Jeno mencionó. —Las sirenas nos ayudaron, pero no sé ni cómo vamos a regresar a nuestro rumbo.
—Claro, aunque ¿Cuántas islas flotantes hemos visto antes? Deberíamos buscar alimento y descansar, necesitamos un plan y debemos encontrar al señor de los vientos.
—¿Le pedirás que te echen una mano y ya? —Jaemin pensó que era lo más sencillo hasta ahora, aunque odiaba la simplicidad.
—Si, no sabemos si se pondrá de nuestro lado o nos intentará hundir como Poseidón, podríamos ser tomados por sorpresa y perder la vida. —Jeno murmuró.
—O podrías hacer enojar a este dios y meternos en un conflicto, no olvides lo peligrosos y rencorosos que son los dioses. —Jaemin frunció los labios.
—Parece que están sincronizado, pero a veces tengo sueños que me dicen que todo va a salir bien, y este es el caso, hay que tener fe. —Haechan murmuró.
—Supongo, porque los hombres que tenemos mueren de hambre, podrían apuñalarnos si no les damos de comer algo. —Jaemin murmuró.
Haechan asintió, pero su preocupación no duró mucho, pues varios hombres llegaron con enormes canastas de frutas, incluso Mark que cargaba varias aves para asar. Sonrió al ver a Haechan bien y empezó a guiar a los tripulantes para subir más provisiones al barco; mientras tomaba a más hombres para cargar más y más cosas.
Haechan se sintió complacido.
¿Pero cuándo faltaba para que su suerte acabara? ¿Cuánto faltaba para que todo el espectáculo volviera a su curso? ¿Cuánto faltaba para que todos cayeran por su culpa?
Haechan confiaba mucho en el ingenio y en aligerar el ambiente, pero también la gente moría por ello. Haechan creía en la bondad, creía que si era amable podría ser reconocido y convertirse en un buen líder que guiara con el corazón.
—Voy a buscar a Eolo. —Murmuró Haechan. —¿Quién me acompañará?
—Te acompañaré. —Jaemin murmuró.
Haechan se puso de pie, comió algo rápido, al igual que Jaemin y salieron a la cima de la isla, el punto medio donde estaba el templo del señor de los vientos.
Jaemin y Haechan se habían conocido tiempo atrás, Haechan era muy hablador, el típico "solecito" extrovertido que tenía muchos amigos, pero que secretamente siempre quería ser reconocido y conocido. Cuando no estaba entrenando con sus "hermanos" de la cabaña de Hermes, estaba haciendo enojar a Mark, no sabía porqué a Haechan le parecía tan divertido sacarle reacciones molestas a Mark, era confuso saber si ellos eran...
—Sé que eres el capitán, pero deberías de ser un poco más consciente de ti, las sirenas pudieron golpearlos a Jeno y a ti, se me hace tan extraño el saber cómo terminamos aquí. —Jaemin murmuró.
—He estado pensando mucho en eso. —Haechan bajó la mirada. —Jeno no sabe mucho de mitología y Mark no habla seriamente conmigo, así que... ¿Crees que esa tormenta fue hecha por Poseidón? Pensé en tantas cosas, como que nos quería hundir porque había reclamado un hijo, hasta que pensé en los hijos de Poseidón...
—Polifemo. —Jaemin contestó. —También lo pensé. Si el ciclope que lastimamos fuera un semidios, hijo de Poseidón, estaríamos en problemas, porque... ah. —Lanzó un suspiro. —Mi madre me advirtió matarlo o vendría una gran tormenta, seguramente si se refería a que tendríamos un problema si ese ciclope nos delataba.
—Le dije que me llamaba "nadie". —Haechan murmuró.
—Ha pasado una semana y le dejamos ciego. —Jaemin ladeó la cabeza. —Poseidón nos matará si seguimos viajando en barco...
—¿Entonces por qué las sirenas nos ayudaron? ¿No están en el mismo bando?
—No tengo idea. —Jaemin murmuró. —Pero no quiero ver el final de otra vida. No me gusta.
—Entiendo el sentimiento. —Haechan murmuró. —¿Pero cuánto falta para que se nos acabe la suerte? No sé siquiera si podremos volver a ver a nuestros compañeros.
Jaemin solo sonrió y le dio una ligera palmada a Haechan.
—Nuestro viaje apenas está empezando, hemos enfrentado demasiado y nuestros hombres murieron, pero debemos cuidar a los que quedan. —Jaemin murmuró. —Principalmente, creo que debemos volvernos más unidos tú y yo, Jeno y Mark, nosotros cuatro creo que podríamos con cualquier cosa. —Hizo una pausa. —Hay algo que me interesa sobre Jeno, Mark dijo que escuchó a las sirenas, solo hay dos formas de escucharlas; y tú también las escuchaste...
—Ser un familiar de Poseidón o tener a alguien en tu corazón de forma romántica. —Haechan tragó saliva. —Nunca pensé que sería salvado por albergar sentimientos en mi corazón.
—¿Y cuándo se lo dirás? —Jaemin cruzó los brazos. —Han pasado años.
—Probablemente cuando esté muerto, o quizá nunca, jamás me tomará en serio. —Haechan murmuró.
—¿Y qué hay de Jeno? —Jaemin cambió el tema.
—¿Qué tiene Jeno? ¡No me digas que le gusto! —Haechan abrió su boca y soltó una risita.
—No, me refiero a que si conoces a quién le gusta, quizá es amargado porque la chica que le gustaba murió. —El hijo de Atenea preguntó relamiendo sus labios.
—Oh, estás intentando que te digas sus gustos, astuto. —Haechan se burló. —Aun así no sé, no hablamos mucho sobre eso. —Levantó los hombros. —Podría ser también hijo de Poseidón, un hijo no reconocido.
—Eso me asusta más. —Jaemin resopló. —Por el rencor de Atenea y Poseidón, los hijos de uno encuentran atractivos a los hijos del otro, haciéndonos parejas muy compatibles. —Frunció los labios. —Eso explicaría por qué se ve tan guapo a mis ojos.
Haechan soltó un chillido. ¡Definitivamente Jaemin había sido el mejor compañero para poder ir en busca del rey de los vientos!
—Así que te gusta el nuevo. —Haechan se rio.
—No así, no quiero perder a alguien a quien quiero y sinceramente no creo que los cuatro lleguemos hasta el final. —Jaemin murmuró.
—Yo también pienso que no todos llegaremos, pero al menos me aseguraré de que Mark, Jeno y tú puedan triunfar. —Sonrió. —Oh mira, allí está el templo, hay que entrar.
Jaemin hizo una mueca y entraron al templo, que parecía más un palacio del señor de los vientos, al entrar Haechan saludo buscando con quién dirigirse y más tarde una voz contestó.
—Jóvenes viajeros ¿En qué los puedo apoyar?
—Venimos en paz, no queremos causar daños, solo queremos tomar nuestra ruta e ir a las tierras prometidas al final de nuestro viaje. —Haechan habló.
Y de repente apareció un dios con la forma de un humano como ellos, luego se acercó a inspeccionarlos con dedicación, no parecían ser malas personas, así que buscaría ayudarlos.
—Mi nombre es Eolo, señor de los vientos, hace tiempo Zeus me prometió que sería el dios de los vientos, pero no me han dado ese título, así que no ayudaré a ninguno de sus hijos si pasan por esta isla. —Murmuró.
—¿Y a nosotros nos ayudará? —Jaemin preguntó ya que había sido especifico con su odio a Zeus.
Y había sido una excelente pregunta.
Continuará...
Nos leemos el próximo lunes, tengan un lindo inicio de semana!
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God Epic Games (Nomin/Markhyuck)
FanfictionLos dioses han creado una "actividad" para saber quién de sus hijos podría obtener su favor. A través de una odisea, deben llegar a la tierra prometida, viendo quién de ellos merece hacerse llamar su hijo. Algunos semidioses no reconocidos por sus...