Open Arms

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Mark había estado investigando las flores del mapa mientras todos dormían, era lógico pensar que si había flora en una isla también habría fauna, o al menos flores comestibles, pero Mark se llevó una decepción cuando notó que solo era una flor de "loto"... Aunque era una muy especial, una que hacía que las personas se desorientaran y olvidaran.

Debían de ser cuidados.

A la mañana siguiente arribaron a la pequeña isla. Se habían desviado un poco de su ruta principal, pero consideraban que conseguir alimento era importante para su supervivencia.

—¿Y quién irá? —Preguntó Jeno.

—Deberíamos explorar la zona primero. —Mark aclaró.

—Bien, Jeno, quedas a cargo, Mark y yo iremos a investigar. —Haechan sonrió. Mark hizo una mueca de disgusto, pero la mirada de Haechan cambió. —No desobedecerás a tu capitán, ¿Cierto?

Y Mark se culpó de no haber buscado ese puesto antes, no le gustaba quedarse a solas con Haechan porque era algo "malo", se ponía incómodo rápido y Haechan siempre los metía en problemas por su imprudencia.

—Volveremos cuanto antes. —Mark dijo tomando un arma, una pequeña espada plegable. —Si no volvemos en 3 horas, vayan por nosotros.

Haechan dijo que no debían de preocuparse, pero Jeno aún así se quedó con la tripulación y los vio marcharse. Solo deseaba que estuvieran bien, sabía que las personas podrían morir, pero no esperaba que también los semidioses.

Y si pasaba, esperaba que no fuera en la primera isla.

Mark y Haechan ingresaron en la basta selva que estaba en el interior de esa isla. Buscaban alimento, pero no encontraban nada, al menos no de las frutas que solían comer como humanos.

—Debes relajarte, Mark. —Haechan le dio unas palmaditas en la espalda.

—Estoy bien. —Mark sintió que su espalda se erizaba.

—No has dormido nada, ¿Las pesadillas siguen? —Preguntó. Mark solo asintió con nerviosismo. —Sé que han pasado años, sé que nuestros padres deben de reconocernos algún día, o quizá tú y yo seamos medios hermanos, eso explicaría por qué siempre el destino nos une.

—Deja de parlotear y no bajes la guardia, esta isla no me gusta nada. —Mark rodó los ojos y llevó su mano al mando de su espada.

—Vamos Mark, deja de ser tan pesimista, ni siquiera eres realista, eres pesimista. —Haechan negó con la cabeza. —Deberías aprender a saludar al mundo con los brazos abiertos.

Y Haechan abrió sus brazos y miró los árboles, porque el cielo era imposible de ver.

—¡Bienvenidos! —Se escuchó una voz.

Mark tomó la espada y Haechan sonrió, poco a poco empezaron a ser rodeados por unas pequeñas criaturas que parecían ser conejos grises con tres ojos. Haechan los saludó y Mark solo pensaba en cómo Haechan, era extremadamente imprudente.

—Hola, buscamos comida. —Haechan saludó. —¿Saben dónde encontrar?

Las criaturas se miraron mientras repetían la palabra "comida", Mark estaba preocupado, si esas cosas los atacaban tendrían que pelear, esperaba que no los lastimaran, o estaba seguro de que Jeno incendiaría todo el lugar.

—¡Tengan! —Los pequeños conejos extraños empezaron a llenarlos de flores blancas.

—¿Ves Mark? Son bestias amables. —Haechan sonrió y las acarició. —Mira las semillas, se ven tan lindas.

Mark quería golpear a Haechan, realmente no se daba cuenta de nada. Había escuchado de esas bestias, no hacían nada, pero se les conocía como "lotófagos".

God Epic Games (Nomin/Markhyuck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora