600 strike

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Jeno trepó, trepó con el cuerpo de Jaemin en su espalda, a la roca más alta.

—No puedes permitirte morir, Jaemin, porque tenemos que volver con Mark y Haechan. —Jeno seguía hablando, pero no había respuesta por parte del hijo de Atenea.

¿Qué podía hacer? ¿Qué debía hacer?

Cuando llegó, lo recostó boca arriba y empezó a hacer algunas obras de RCP, dudó, ¿Debía darle respiración de boca a boca como Jaemin lo había hecho anteriormente?

Jeno lo hizo. Apretó el estómago de Jaemin, tapó la nariz, y sopló para que el agua empezara a salir.

—No puedes morir. —Jeno murmuró. —No aquí ni ahora, Jaemin, tenemos que llegar. —Dijo para volver a enviar aire a los pulmones.

Jeno estaba preocupado, muy aparte del tema de Mark y Haechan, o de Poseidón y Atenea, Jeno ya lo sentía, esa "maldición" de la que todos hablaban sobre verse atraídos por descendientes de ciertos dioses, era solo eso, atracción, pero la química, la convivencia y ese terrible miedo de perder al otro, era completamente real y humano.

Jeno estaba enamorado de Jaemin.

No quería ocultarlo tanto tiempo como Mark habría ocultado su gusto por Haechan, ni tampoco querría confundir a Jaemin al tener a un hombre siguiéndolo como un cachorro con su dueño, era aterrador, pero entendía la situación.

Le aterraba perder a Jaemin más que a cualquier otro integrante del grupo, porque eran amigos, porque eran un excelente equipo, porque sus dedos se sentían bien al estar unidos.

Jeno comenzó a llorar al ver que sus esfuerzos eran inútiles, observó a su alrededor, y vio muchos cuerpos flotar, eran parte de los que iniciaron la huelga, podría haber 600 huelgas, pero todas terminaban con el peor final.

Había madera flotando y trató de ubicar el cuerpo de Jungwoo, pero no pudo verlo, no flotaba.

—No es necesario que le des respiración de boca a boca. —Dijo una extraña voz que Jeno inmediatamente reconoció.

—¿Y qué hago? —Jeno tontamente preguntó.

—Eres mi hijo y uno de tus poderes es controlar el agua a tu necesidad. —Murmuró. —Incluso el agua que se encuentra dentro del cuerpo. Deberías intentarlo.

—Yo no...

—Sé que no quieres usar tus poderes, sé que me odias, pero tómalo como una ayuda. —Murmuró. —Una de sus flechas hirió a tu hermano, pero sé que si alguien te hiriera a ti, también trataría de que lo pagara con su vida. Solo acepta lo que eres y todo empezará a fluir, incluso mejor que el agua.

Jeno observó que el sol volvía a salir, la tormenta había parado, el mar se mantenía en calma, tanto como que la persecución anterior parecía un sueño.

—No quiero ser hijo de un dios que solo sabe matar, amenazar y ahogar. —Jeno murmuró.

—Eres un semidios, y si crees que tu vida vale tan poco, quédate aquí con el cuerpo de tu amigo, es obvio que Atenea ya no lo verá como uno de los suyos. —Suspiró. —No podrá quitarle sus poderes, pero sí le dará la espalda con su justicia de mierda. —Se rio. —Si realmente te gusta, podrías simplemente solo amarlo, Atenea y yo siempre renunciamos a uno de nuestros hijos cuando se enamora del hijo o hija del otro. —Sonrió. —Esta vez yo gané.

Jeno iba a decir que era estúpido que tuvieran una competencia y que no necesitaba nada de eso, pero por un momento, lo único que quería era ayuda, no le importó que aquel hombre lo hubiera abandonado, no quería que fuera un padre, que le enseñara a andar en bicicleta, a nadar o a atrapar una pelota, por eso Jeno tuvo una madre, pero ahora lo veía como una persona a la cual tenía que recurrir por ayuda.

God Epic Games (Nomin/Markhyuck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora