Capítulo 32. Cautela Del Previsor [Parte II]

33 1 0
                                    

Narra Thalia

—Buena idea golpear a ese oficial, debíamos estar aislados del resto para cuando la fusión fallará y funcionó —se lo digo a Matt sin poder apartar mi vista de su cuerpo desnudo, me pregunto si así me vería cómo Papá Elijah hubiese sido un chico.

Bueno, no sé si sería tan atlética y fornida como él, lo he visto comer demasiado y otras veces matarse de hambre para verse así. Él es un chico apuesto, el color avellana de sus ojos me recuerda a Tío Viktor y su sonrisa a Papá Gabriel al igual que el color de su piel. Sus hombros son anchos, sus brazos, pectorales y torso están tonificados, pero no demasiado. Sus caderas algo estrechas y sus piernas son gruesas, su cuerpo está ligeramente peludo, creo que le gusta así.

—No me mires así —se queja mientras cubre su entrepierna con sus manos, pero eso no es necesario. No estaba mirando eso en él y no me interesa, en lo absoluto.

—Lo siento, tenemos los mismos lunares —invento una excusa y él baja su vista a su abdomen bajo para comprobarlo, retirando sus manos al ver que no estoy viendo eso.

— ¿A dónde fue nuestra ropa y nuestros poderes? Esto no había pasado antes —cuestiono con humor moviendo un poco mi cabeza y por ende los mechones de mi cabello por mi rostro.

—No lo sé, esto es nuevo —me da una mirada divertida—, ¡Que horror! estás tan pálida qué Papá Elijah, pero eres más sensual por el simple hecho de ser una chica, seguro Josie debe adorar tus bubis y todo lo demás —se burla un poco haciéndome esas vagas observaciones de mi cuerpo.

—Awww, eso es lo más dulce que me has dicho —ahora soy yo quien se burla.

—Fue incómodo, se trata de ti —admite con un gesto muy gracioso y en ese momento una sensación de poder un poco abrumadora desbloquea el acceso a nuestros poderes al manipular nuestras emociones, que poco a poco van devolviéndonos el control de nuestras esencias.

—Se tomó su tiempo —Matt se incorpora del suelo ignorando su desnudez y me ayuda a ponerme de pie.

—Metimos la pata e interrumpimos su cita y es posible que esté evitando que nuestros papás sepan lo que hicimos —soy un tanto sarcástica al mencionarlo, evoco un par de uniformes tácticos adaptativos de Jer y nos los pongo en el pecho para que estos se desplieguen y ya no estemos desnudos.

— ¿Hicimos? Esos policías nos hicieron esto y antes de arreglarlo van a saber de mí —se queja indignado, extendiendo su mano derecha hacia la puerta de la celda confinada y justo cuando va a usar las arenas del tiempo, pero antes que lo haga está básicamente se desmorona dejándonos ver a Steve.

—Sí, es mejor que guardes tu energía —bromea Steve—, los demonios alados de Roland están afuera y creo que no conocen el término de diplomacia —esas palabras consiguen preocuparnos.

Seguido de ello se escucha un gran estruendo afuera de la celda confinada, gritos ahogados, disparos y luego somos espectadores de cómo un par de androides armados cruzan por el umbral viniendo en nuestra dirección.

—Intrusos detec... —no han terminado de decir cuando un demonio alado de energía roja carmesí le arranca la cabeza con un movimiento casi impecable de su cola y ante el contacto, el cuerpo del androide se reduce a cenizas antes de caer al suelo, dejándonos muy sorprendidos porque solían ser como marionetas de fuerza bruta, pero ahora parece que eso cambió.

— ¿Cómo se vence a alguien como tú? —Steve se lo toma con humor al cuestionarlo, sabiendo algo que nosotros ignoramos hasta que este demonio alado cambia de forma hasta verse igual a la forma primitiva de nuestro hermano.

—No lo sé a ciencia cierta —le responde quedándose un poco pensativo y luego con un movimiento de su mano derecha materializa Hannah y Harry a nuestro lado—. Escuchen, mi intención no es hacerlos sentir mal ni reprenderlos por algo que es bastante obvio que no causaron, pero debemos ser capaces de prever estas cosas y evitar que pasen porque tarde o temprano la magia va ser descubierta, y debe ser de la mejor manera posible —hace un pésimo intento de no sonar molesto, haciendo énfasis en lo último.

En Tierra de Lobos III© [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora