Capítulo 22. Hallazgo Oportuno

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Narra Gabriel

—Alekey estaba equivocado —pienso en voz alta.

—Me preguntó qué tendrá que ver un Clavel Serafín oscuro con Lilith —desvío mi vista del grimorio a mi esposo quien está revisando el cuerpo de Lilith, ella no tiene signos vitales ni alguna otra señal que esté con vida, pero su cuerpo sigue intacto.

—Piénsalo por un momento, las esencias de la dimensión madre se están volviendo oscuras debido a que nuestra lobita se está haciendo más fuerte y su esencia está opacando la influencia de la esencia de Lilith en su dimensión. Por otro lado también tenemos a un Clavel Serafín, siendo Steve o no, el podría ser capaz cambiar la estructura de las esencias para que no desaparezcan, aunque manipular toda esa energía lo volvería oscuro —se lo explico lo mejor que puedo intentando no darle muchas vueltas al asunto.

— ¿Crees que sea una buena idea resucitar a Lilith? Hasta ahora lo único que hemos conseguido son más preguntas o qué respuestas —pregunta con curiosidad deteniéndose por un momento en espera de mi respuesta.

—No, pero de todas formas haremos lo que haya que hacer —doy un suspiro siendo optimista y él asiente con gesto gracioso dándome una mirada cómplice para luego regresar su vista a la primera mujer que existió.

— ¿Bowdher cruv o Corporeus vitae? —hace una pregunta importante haciendo referencia a los grimorios que hemos escrito en estos últimos años.

—No, nuestros hijos —mi respuesta consigue llamar toda su atención.

— ¿Es seguro? Sé que estamos hablando de transferencia de esencias y reanimación de quizá uno de los seres más poderosos que han existido con la magia de tres u cuatro trihibridos —plantea su preocupación.

—No de tres o cuatro, sino de uno —mi aclaración lo deja muy sorprendido.

—Centurión, Maestro forjador de Orión. Vaya locura, ustedes tres pasaron de ser trihibridos a ser básicamente dioses de la antigua religión —comenta arrastrando sus palabras al decir lo último viéndose en la necesidad de acercarse a mí para privarme del suelo para cargarme dándome un abrazo que no dudo en responder como se debe.

—Tu también —le susurro al oído disfrutando de su abrazo un poco más antes de romperlo y cuando él me regresa al suelo le doy un beso en los labios ignorando por un momento el respeto que le debemos al cuerpo de Lilith.

—Sé lo que intentas hacer —musito sobre sus labios al romper nuestro beso.

—No sé de lo que estás hablando —se hace el desentendido.

—Él sello que evita que me embarace no funciona en este tiempo, no te daré lo quieres, al menos no sin protección —él bufa al verse descubierto.

—Pero... —se va a quejar, pero mejor decide guardar silencio al no tener un buen argumento que decir.

—Elijah Miles Jackman —elevo mis cejas viéndole con desaprobación—, la magia del multiverso peligra y no puedes pensar en algo más que tener otro bebé —le reprendo.

—Uno o dos para ser exactos y está de más decir que nos gusta mucho la mecánica de la situación en especial cuando lo hacemos en nuestras oficinas. Oh, vamos, lo vi en tu rostro esta mañana cuando te desperté, al igual que Dios —tiene la osadía de hacer esa suposición y ese comentario.

—Mi lobo —mis dulces y amenazantes palabras no consiguen reconfortarlo—, este universo no está listo para otro par de trihibridos o al menos no por los próximos seis meses o quizá años, pero puedes despertarme así cuando quieras —se lo dejo bastante claro.

En Tierra de Lobos III© [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora