En Tierra de Lobos III© [En Edición]

Capítulo 23. Evocadores Del Caos [Parte I]

Narra Thalia

—Gracias por ser honesta conmigo —elevo la mano de mi yo-yo a la altura de mi boca para posar un suave beso y delicado beso en su respaldo sacándole una sonrisa.

—Era complicado de explicar —dice entre un suspiro de alivio viéndome de una forma muy dulce con ese hermoso y sin igual brillo en sus ojos marrón claro que contrasta tenuemente con su cabello marrón oscuro—. ¿Qué? —cuestiona ante mi atenta atención sin poder ocultar el sonrojo de sus mejillas.

—Es que eres… —voy a decir, pero me detengo por un breve instante para sonreír—, no puedo creer que seas mi novia —mis palabras consiguen sonrojar mis mejillas y darle un brillo multicolor a mi piel por un breve instante.

Conocer Jossette Grey fue como encontrarme con alguien a quien inconscientemente había estado buscando toda mi vida, aún recuerdo la primera vez que la vi en el baile de invierno, creo que fue la primera vez que pude tener una charla de interés romántico con una chica sin sentirme fuera de lugar o tan nerviosa para querer huir. Ella… se rió de mis malos chistes, su aroma era increíble, nunca había olfateado algo igual y cuando tomó mi mano se los puedo jurar que desde ese entonces su tacto se volvió una necesidad; Hoy el hecho que haya sido honesta nos acerca un poco más y no estoy enfadada o algo con ella por esto porque a veces crees que conoces a una persona solo porque has vivido unos momentos cruciales con ellos o porque los resolvieron problemas juntos y aunque ese no sea nuestro caso del todo no planeo entender o ser invasiva con lo que pasa en su cabeza o en su corazón, bueno… gracias a nuestra conexión puedo sentir mucho de ella.

—Creo que deberíamos volver a la mansión —su voz consigue sacarme de la profundidad de mis pensamientos.

—Si —le doy la razón mientras desvío mi vista nuestro alrededor observando como ella ha reforestado en cuestión de minutos todo el bosque que hemos destruido en nuestra batalla—, creo que hoy me has pateado el trasero —vuelvo mi vista a ella cuando percibo de nuevo la presencia de nuestro caballero infernal.

—Roland —dice al mismo tiempo que retira su mano de la mía y gira con dirección de la mansión, pero luego sólo se queda allí mirando sin más.

—Ya regresó ¿cierto? —cuestiono con un poco de seriedad consiguiendo llamar su atención y haciéndole entender que sabía de su ausencia.

—Si —ladea una sonrisa al verse descubierta—, me alegra que él haya vuelto, no quiero estar en la mansión con las brujas Elionas fisgoneando sobre el futuro aún sabiendo que cuando todo esto terminé fuesen a recordar algo; algunas de ellas han tenido el descaro de decir sólo somos niños mimados con poderes y insultaron a los chicos diciéndoles que los hombres no deberían tener acceso al caos —revela dando un suspiro de frustración al terminar.

— ¿Por qué no nos habían dicho antes? —me enfado, pero no con ella, esto es inaceptable.

—Le prometí a Harry que no lo habría, pero obviamente no pude hacerlo —se explica con molestia.

—Bien, vamos —doy un suspiro dando unos pasos hacia la mansión, pero al notar la ausencia de mi novia a mi lado vuelvo por ella quien me extiende su mano para que la tome y al hacerlo nos materializo la mansión a uno de los salones comunes donde las he visto a esta hora en el día.

—Thalia —me nombra Genevieve con sorpresa mientras se incorpora de su asiento.

—Tenemos que hablar —se los digo con seriedad tomándome el tiempo para observar cada una de ellas al rostro antes de empezar—, en el futuro se desconoce de la magia como tal y se mantiene así porque es bastante claro que cada criatura es única e inigualable y no merece ser hostigada ni manipulada por su naturaleza; también se nos enseña que a pesar de todo, el amor es el único camino que vale la pena seguir, todo lo demás corroerá nuestros corazones y nos hará los monstruos que creen que somos debido a la ignorancia —se los digo con seriedad notando algo un tanto extraño en mí, una sensación nueva como si me hiciera falta algo o tal vez sólo fue liberador decir en voz alta el porqué estaba enfadada.