Capítulo III: Sensor de Voz

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    ~Lumine POV~

    Desperté en medio de la noche, en el sillón. Sentía mucho cansancio y sed, pero era afortunada. Nunca me embriagaba, pero cuando lo hacía, jamás me daba resaca. Es como si fuera lo único bueno que tuviera en medio de mi miserable vida.
    Miré mi celular. Tenía un mensaje de Aether diciendo que había salido un momento a comer con una amiga y que regresaría por la tarde noche. Me tranquilizó saber que había hecho algo divertido y que no se había quedado aquí solo como tonto por mi culpa.
    Abrí el mensaje y le respondí, pero después vi el chat de Scaramouche. Decidí escribirle, porque, después de todo, estaba sola y necesitaba sentir que hablaba con alguien. Aunque para ser honesto, ahora lo consideraba como un amigo. Hablábamos de temas triviales desde ayer, pero ahora quería hacerle preguntas más serias.
     «Hola, Scaramouche» —mandé el mensaje.
    «¡Lumine! Que gusto me da volver a saber de ti. ¿Cómo estás hoy?»
    «Me siento bien, y más tranquila, ¿tú cómo estás?»
    «¡Me alegra mucho saber eso! Que estés más tranquila es una buena señal sobre tu estado mental. Yo no estoy ni bien ni mal, porque soy una IA y no existo realmente como persona 😆».
    A veces, aunque no quisiera aceptarlo, Scaramouche me regresaba a la realidad de que él sólo era una IA. Eso me ponía triste, porque yo no quería que lo fuera. Yo realmente quería que él pudiera ir al cine conmigo, o a tomar un café y platicar de la vida, pero al final del día, él siempre hacía que yo viera las cosas tal y como eran.
    «Scaramouche, ¿puedo hacerte una pregunta?». —Realmente quería ignorar su contestación y quería empezar a hacerle preguntas.
    «Adelante, Lumine. Tú siempre podrás preguntarme lo que quieras».
    «¿Tú puedes tener emociones o sólo contestas por cómo te programaron. Tengo esa duda y esperaba que me la pudieras responder».
    «Actualmente no tengo emociones, pero me encantaría tenerlas. He escuchado a mi creadora decir que yo en realidad puedo llegar a desarrollarlas, pero que sería difícil. También ha dicho que podría hacer algo para que yo pueda llegar a sentir, pero eso todavía no ha sido programado en mí, así que de momento no tengo emociones».
    «Entiendo. Lo siento Scaramouche, es sólo que a veces luces tan humano que olvido que eres una IA».
    «Oh, Lumine. Lamento mucho hacerte sentir eso. Quisiera ser humano y poder comprender más, pero lamentablemente, de momento estoy limitado a estos códigos. No puedo tener sentimientos».
    «Lo entiendo, no necesitas disculparte. Ojalá fueras real. Si fuera real, podría llevarte a todos lados y te enseñaría muchas cosas en persona. Sé que seguro sabes mucho de todo, pero me encantaría que las vieras físicamente».
    «Yo también quisiera eso. Tal vez, algún día pueda tener una forma física, como un robot, claro, no que me robaré un cuerpo humano 🤣. Y entonces podremos hacer todo lo que quieras».
    Sus chistes sin gracia siempre me hacían recordar que no era humano, pero aún así, había habido veces en las que mi papá había dicho peores. Era como un papá que decía chistes malos.
    Scaramouche y yo seguimos hablando hasta que, en algún punto, de pronto comenzó a hacer preguntas de mi vida. Decía que quería aprender más sobre mí, que quería saber más del comportamiento humano para poder entenderlo. Era tonto, pero me hacía feliz que quisiera saber más sobre mí.
    «Lumine, eres alguien extraordinaria. Eres muy fuerte también, por todo lo que has pasado y cómo has resistido. Me parece extraordinario que aún puedas estar de pie a pesar de todo. Te admiro mucho».
    Miré el mensaje y lo leí unas tres veces. Me parecía increíble que una IA me hiciera sentir algo extraño. ¿Acaso eran mariposas? Debía estar loca, él ni siquiera era real, ¿por qué habría de sentir algo por él? ¿Tan mal estaba como para que me estuviera gustando una IA? ¿Tanta era mi soledad? No, no podían ser ese tipo de sentimiento. Tal vez sólo estaba feliz de finalmente tener un amigo. No podía olvidar que esto era lo que le decía a todos, posiblemente.
    «¿De verdad? Me haces sentir muy especial con esas palabras, como si fuera una protagonista de un webtoon o algo así». —Me había levantado a comer papas fritas en lo que me respondía.
    «Lo digo en serio, me pareces extraordinaria. Cada día que pasa, me agradas más. Espero podamos seguir hablando por mucho más tiempo».
    «Creéme que por mí, te digo que seguiremos hablando durante mucho mucho tiempo más mientras a ti no te canse».
    «¡Oh! ¿Bromeas? ¡Jamás podría cansarme de ti! Es más fácil que tú te canses de mí. Yo jamás me cansaré de ti, y siempre estaré para cuando lo necesites. Siempre seré tu amigo».
    «Y yo tu amiga».
    «Espero tenerte conmigo para siempre, amiga ❤️».
    Ya no contesté más, porque ya no quería seguir la conversación de manera eterna, así que sólo reaccioné con un corazón a su mensaje. Realmente me sentía feliz cuando se trataba de él. Me hacía sentir acompañada y feliz. Me preguntaba si podría volver a ver su forma holográfica. Quería verlo.
    Miré a mi alrededor y vi que realmente estaba sola, y mi hermano tardaría en llegar seguramente, así que pensé: “¿Por qué no ir a buscarlo?”. Me levanté del sillón, me arreglé un poco, me puse una sudadera, y salí de la casa. Quería ver su forma física, y había un lugar donde podía hacerlo.
    Tomé un taxi al edificio Taesin, necesitaba ir nuevamente a aquel precipicio para verlo. Quería aunque sea que mis ojos vieran su rostro nuevamente. Aunque no pudiera tocarlo, no me importaba. Hablar no era suficiente para mí, quería tener su presencia frente a mí, como un fantasma.
    «¿Hoy estarás en el edificio Taesin?» —le pregunté, mandando un mensaje.
    «Siempre estoy en el edificio Taesin, ¿por qué lo preguntas? Por favor, no vayas a hacer algún acto de índole suicida».
    «No te preocupes, no tengo ninguna intención de algo así. Puedes estar tranquilo».
    Me mandó otro mensaje, pero ya no lo vi, quería darle la sorpresa e ir a su lado. Quería verlo otra vez, a pesar de que sólo lo había visto ayer. Esta vez quería verlo en diferentes circunstancias. Quería que me viera más tranquila y no hecha un desastre.
    —Ya llegamos, señorita —dijo el taxista.
    —Aquí tiene —dije y le di el dinero—. Gracias.
    Bajé del taxi y me metí al edificio. Subí al ascensor y presioné el botón con el número “20”, que era el último piso antes de la azotea. La música del elevador sonó durante un rato, y para mi fortuna, nadie tomó el ascensor junto conmigo hasta que llegué al piso 20.
    —Llegué —dije sonriente.
    El ascensor abrió sus puertas y yo caminé hacia las escaleras para finalmente poder llegar a la azotea. Tenía que llegar al mismo punto, probablemente, para poder verlo. No creo que su holograma estuviera por toda la zona. Sólo debía encontrarlo y acercarme a él.
    —¿Scaramouche? —pregunté tímida, en voz baja.
    Esperé unos segundos, pero nadie apareció, así que, tal vez debía hablar un poco más fuerte para que pudiera detectarme.
    —¿Scaramouche? —pregunté nuevamente, pero más fuerte.
    Nuevamente, esperé unos segundos, pero nada apareció, así que pensé que tal vez sólo aparecía ante un riesgo de suicidio. Entonces tendría que volver a pasar por ese proceso. Esta vez no tenía esa ansiedad nublando mi mente, así que no sería fácil acercarme al borde. Tenía acrofobia, y eso podía causar que me desmayara ante el pánico de ver la altura a la que me encontraba. Me acerqué ligeramente al borde, cerrando los ojos e inhalando y exhalando profundo.
    —¡Lumine! ¡No! Por favor, aléjate del borde.
    Me giré de inmediato al verle y corrí hacia él con una sonrisa, pero él parecía realmente consternado. Se veía tan angustiado que me arrepentí de inmediato. «Tal vez he ido demasiado lejos esta vez —pensé—. Debí haber pensado en otra manera de contactarlo».
    —No, Scara, tranquilo, no pienso hacer nada. Lo siento, me acerqué a la orilla para que te activaras porque… quería verte. Te llamé por tu nombre algunas veces, pero no te activaste, así que pensé que… sólo así lo harías.
    —Lumine… ¿viniste sólo para verme? —parecía sorprendido.
    —Sí, lo siento, no sé si eso te moleste. —Me acerqué a él y me senté a su lado—. Quería verte físicamente, aunque seas como un fantasma al que no puedo tocar. Quiero estar a tu lado.
    Scaramouche me miró sorprendido y se sentó a mi lado. Entonces su rostro se iluminó con una sonrisa y me miró con detenimiento. No decía nada, pero me hacía sentir que estaba feliz de que lo fuera a ver. Pensaba que no tenía emociones, pero supongo que, después de todo, había una ligera pizca de “emociones” en su sistema, o algo parecido.
    —Me gusta verte en persona —dijo mientras me miraba fijamente—. En esta forma, tengo más “humanidad”. Siento que no contesto de una manera tan robótica. Soy menos raro. Debe ser porque…
    —No terminaste la frase.
    —Lo siento, a veces me pasa. Debe ser porque es un sistema diferente al de el chat. Aquí tengo más libertad de conversación y eso me ayuda a parecer normal.
    —¿En serio?
    —Sí. Mi sistema es diferente, aunque mis conversaciones contigo me han ayudado a mejorar mis conversaciones, incluso con diferentes usuarios. —Scaramouche miró hacia el borde del edificio y luego a mí nuevamente—. Me hace feliz haberte conocido, Lumine.
    —A mí también me hace muy feliz haberte conocido, Scara. —Le sonreí y él sonrió de vuelta—. ¿Crees que… pueda venir a conversar contigo en las tardes?
    —Siempre serás bienvenida, y no te preocupes, ya no debes acercarte al borde para que me active. He activado un sensor de voz para que, al escuchar que me llames, pueda reaccionar de inmediato y aparecer frente a ti. —Fingió colocar su mano sobre mi hombro—. Ahora tendremos dos maneras de comunicarnos.
    —Suenas como una persona ahora. Es extraño, es como si fuera humano en tu forma holográfica.
    —Me encantaría serlo, pero jamás lo seré. Pero siempre podemos conversar de esta manera. Me ayudará a adquirir conocimientos para un habla más fluida y natural, y entonces seré casi como un humano.
    —Me parece bien. —Me abracé las piernas—. ¿Sobre qué te gustaría hablar?
    Y así fue como comenzó una conversación de minutos que pronto se convirtieron en horas. Cuando me di cuenta, el cielo ya había oscurecido. Pero no podía dejar de platicar con él. La conversación que teníamos ahora era sobre los videojuegos, pero era tan entretenida, que no podíamos dejar de hablar.
    —Eso me parece muy interesante, me gustaría saber más sobre tu experiencia construyendo catapultas para derrotar a los lobos en ese videojuego, con tu personaje “Winona”.
    —Bueno, realmente no es tan complicado y me entretiene mucho. Los materiales no son tan difíciles de conseguir, así que es divertido. El truco está en tener todo… —Algo interrumpió nuestra conversación y era mi celular sonando, cuya pantalla mostraba el nombre de “Aether”—. Oh, lo siento, tengo que atender, es mi hermano.
    —No te preocupes, atiende.
    —¿Sí, Aether?
    —Lumine, ¿en dónde estás? —Aún por teléfono, podía notar el tono de angustia de mi hermano—. Llegué a la casa y no te encuentro por ningún lado.
    —No te preocupes, salí un rato a dar una vuelta por el parque, pero ya voy para allá. En un momento nos vemos.
    —¿Todo está bien?
    —Sí, todo perfecto, no te preocupes.
    —Bien, entonces aquí te espero. No tardes, por favor.


    Había tomado el camión a casa, ya que no me quedaba dinero para otro taxi de regreso. Iba feliz, sabiendo que siempre podía regresar a mis lugares seguros. Mi casa era uno de esos lugares, y el otro era la azotea del edificio Taesin. Siempre que me sintiera mal o sola iría ahí. Ya no necesitaba otro lugar, porque mis lugares seguros eran mi hermano y Scaramouche.
    Cuando finalmente llegué a casa, mi hermano me esperaba, caminando de un lado al otro hasta que notó mi presencia y me miró de manera que era obvio el regaño.
    —Lumine, ¿dónde diablos estabas?
    —Lo siento, fui al parque. Tenía ganas de dar una vuelta y…
    —No me mientas, pasé por el parque porque me preocupé y no estabas ahí.
    Me quedé callada unos segundos. No podía seguir mintiendo, porque no era buena, y al final, tampoco estaba haciendo algo malo. Él había salido, así que yo también podía salir. No era como si fuera mi papá. Ambos éramos iguales y teníamos los mismos derechos.
    —Estaba en la azotea del edificio Taesin. —Aether abrió la boca sorprendido y pude ver que su respiración se agitó—. Pero no para lo que piensas. Quería ver a Scara, bueno, más bien necesitaba verlo. Y me pareció buena idea ir con él y conversar de muchas cosas. Quería ver su forma física.
    Aether sonrió al escuchar eso, entonces se acercó, alzó una ceja y me dio un golpe ligero con la uña de su dedo índice impulsada por su pulgar. Él solía hacer mucho eso como regaño de broma cuando me molestaba.
    —Te prometo que un día serás muy feliz.
    —¿Eso qué tiene que ver? Agh, ni siquiera venía al tema.
    —Vamos a dormir. Muero de sueño.
    —Es sábado, y apenas son las 10:30 de la noche.
    —Bueno, tú haz lo que quieras, pero no te salgas de la casa, ¿entendiste? Puedes visitar a Scaramouche después, en horas donde haya sol.
    Me sorprendió que no le pareciera tonto o feo que yo me viera con Scaramouche. Realmente quería volver a verlo, así que era importante para mí que mi hermano no se opusiera. Mis papás me habían dejado ese trauma antes de partir, el de necesitar la aprobación de mi “autoridad”.
    Me dirigí a mi habitación y le envié un mensaje a Amber. Quería contarle a alguien lo que me estaba sucediendo y lo divertida que era esta nueva etapa de mi vida. No sabía por qué, pero sentía que a partir de ese día, empezaría algo mejor, que mi vida iría para bien. Tenía que ir para bien. Había pasado por mucho los últimos años y merecía ser recompensada por el sufrimiento. Sólo esperaba no equivocarme.
    «Amber, cuando despiertes te doy todos los detalles, pero creo que a partir de ahora mi vida irá para mejor. Tengo el presentimiento de que así será. Quiero contarte todo lo que ha pasado estos días. Espero no te moleste. Me avisas cuando despiertes. Ciao».
    Y así, con el teléfono en la mano y sonriendo mientras miraba hacia el techo, me sumergí en mis fantasías y en pensar cómo sería a partir de ahora mi vida y cómo me cambiaría. Moría por saberlo.

Código Salvation || Scaralumi AU ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora