Dos; Impulsividad

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Los primeros días de clases siempre se me habían echo tediosos, más cuando tenía que tener esa conversación con el director.

—Así que, Lorelai Wright... —Dijo leyendo el expediente falso que había echo. La última escuela en la que había estado se suponía que era en Dakota del Sur, lo cual era falso ya que no pisaba una escuela hace dos años. Si el director llegara a llamar a la escuela, Bobby Singer contestaría y se haría pasar por el director del establecimiento.

«La verdad es que me sorprende su promedio, señorita. Sus notas nunca bajaron de la B. —Esbocé una sonrisa de autosuficiencia.

—Pues claro, la escuela es lo más importante para mi, señor. Terminar con perfectas notas e irme a una universidad de la Ivy League. —Reí internamente. La verdad es que mis notas son deplorables, siempre lo fueron. No soy buena en la escuela y nunca le presté atención. Sabía como iba a terminar; falsificando tarjetas de crédito y yendo de Estado en Estado en un Impala viejo cazando monstruos. O quizás muerta. No necesitaba la escuela.

—Eso me parece, sinceramente, admirable, señorita Wright. Es un gusto tenerla en nuestra escuela y espero que su paso por esta sea de su agrado. —Sonrió estrechando mi mano. Seguido de eso me dió mi horario y desaparecí de su despacho.

—¡Oye, fíjate por donde vas! —Me gruñó una chica rubia cuando la choqué al salir de la habitación.

—No te vi. —Dije sin disculparme. Fue sin querer.

—¡Pues mira bien! —Gritó enojada y la miré con desagrado.

—Ya deja de ladrar, rubia. No molestes. —Rodé los ojos y me fui de allí en dirección a Caroline que estaba a unos metros mirándome con seriedad.

—¿Qué pasó allí? —Preguntó con sus puños apretados.

—No sé, esa me chocó y se puso como una puta cabra. —Miré mi celular sin darle demasiada importancia al asunto.

—Aléjate de ella, Lorelai. Es peligrosa. —Dijo y captó inmediatamente mi atención.

—¿Por?

—Sus hermanos son... narcos, mafiosos. —Respondió nerviosa y noté su mentira, pero no dije nada. Ya me enteraría de quien era esa rubia.

Pero inmediatamente mi atención estaba centrada en ella.

En la clase de historía la volví a ver. Llegaba unos minutos tarde y preguntaba acerca de los vikingos. A mi alrededor, las amigas de Caroline se habían tensado.

—No hay evidencia de que los vikingos colonizaran en los Estados Unidos. —Respondió el profesor. —¿Quién eres? —Miré a la rubia atentamente.

—Me llamo Rebekah Mikaelson, soy nueva y la clase de historia es mi favorita. —Se presentó dulcemente y mi mandíbula tocó el suelo.

Una Mikaelson, una Original.

No sabía qué se me hacía más extraño; Si las miradas que compartían Caroline y sus amigas o que una vampiresa de mil años vaya a la escuela. Hasta el profesor se vió descolocado. Ese sabía algo, a mi no me lo negaban.

—¡Lorelai, apúrate! ¡Llegaremos tarde! —Gritó Coraline desde quien sabe donde. Rodé los ojos por lo molesta que era.

Caroline me cae casi que bien, pero es insoportable y estaba a nada de clavatle un cuchillo en el ojo.

—¡Ya voy! —Dije utilizando un tono más alegre y me coloqué mi último aro. Salí del baño y me la encontré dando vueltas de un lado a otro en la sala.

—¡Al fin! ¡Ya hasta van a ser las 12! —Exclamé y me reí falsamente.

—Caroline, son las ocho y media, falta como una hora para que empiece la fiesta. —Dije con una mano en mi cadera y ella se vió impaciente.

Winchester Soul ━━ the vampire diaries, supernaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora