Ocho; Ejército de Alfas

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—¡Hijo de puta! —Grité en cuanto un hombre entró en donde sea que estaba. Era un cuarto que ardía en calor, suponía que estaba echo de chapas y metal. No había ni una sola puta ventana y juro que era agua del calor. Además, mis manos estaban atadas en un nudo imposible detrás de mi espalda y mis brazos se juntaban logrando que sintiera como se pegaban las pieles y me quemaba.

—Eres tan dulce como dicen todos. —Soltó una risa y sentí asco al verlo bien. Era malditamente feo, un Rougarou de ojos negros.

—Y de ti no sé nada, solo que eres tan feo que juro que voy a vomitar. —Dije con mi peor mueca de asco y cerré los ojos al sentir como caía una gota de sudor en ellos, ¡Qué asco! —¡Sácame de aquí, hace un puto calor!

El monstruo soltó una risa y noté lo que tenía en las manos. Un balde.

Por favor que no sea hirviendo, por favor que no sea hirviendo...

La puta madre.

—¡Te voy a matar! —Grité en cuanto sentí el agua que si bien no hervía pero estaba caliente, tocar mi piel.

—Y encima que te quiero refrescar... —Dijo con un puchero y sin poder evitarlo lo escupí.

—¡Con agua fría, idiota, no caliente!

Con mi cabeza intenté esquivar el saco que me quería poner en la cabeza pero fue imposible, costó simplemente un par de minutos para que cayera rendida al suelo con el saco chupando todo mi aire y el calor llegara a mi cabeza. Otra vez, inconsciente. Me quiero matar.

—¿Qué vamos a hacer con ella? Si la matamos Crowley nos mata, pero si se la entregamos seguro nos mata igual, es un demonio maldita sea, no tiene piedad ni palabra, y si no hacemos nada nos mata igual...

—Se la entregaremos y nos salvaremos, según dicen, tiene un precio su cabeza y todo el mundo sobrenatural la busca.

—¿Precio, pero por qué?

—No lo sé, dicen que es para terminar con el linaje Winchester.

—¿Y sí...? Bueno, después de todo, ella es una cazadora, quizás sí le decimos lo que Crowley está haciendo puedas salvarte...

—Sí, claro. Salvarme de Crowley porque después viene ella y me mata, a todos nos va a matar.

Creo que no estoy completamente en mis cinco sentidos porque no entiendo nada de la conversación, ¿Qué está haciendo Crowley? ¿Quiénes son estos? Y más importante, ¿Cómo que mi cabeza tiene precio?.

—Cállate, está despertando. —Bufé internamente al haber sido tan obvia, quizás podría haber seguido escuchando más.

—¿Quién carajo eres? —Pregunté en cuanto sacaron el saco de mi cabeza y observé todo a mi alrededor. El mismo rugarou de hace rato y estabamos en un bosque.

—Me llamo Einar y soy el Alfa del los Rugaru. —Apreté mis labios en cuanto escuché esa frase.

—¿Alfa de Rugarus? ¿En serio? —Solté una risa burlona. —Sonaste patético con ese tono victorioso. —Rodé los ojos y gruñí al sentir su mano golpeando mi rostro.

—¡Ten más respeto, niña! ¡Tengo por lo menos un millón de años más que tú!

—Pues me meo, porque por lo rápido que te enojas pareces de diez. —Acaricié mi mejilla furiosamente. Ardía.

—¡Respétame! —Gritó y volvió a pegarme en la otra mejilla. Solté un grito enojada y le di una patada en el estómago, furiosa.

Estaba sumamente adolorida, mi piel ardía debido al calor que había sentido un rato antes y lo que me había quemado con el agua caliente casi hirviendo. Además, sentía como mis piernas dolían como si hubiera sido arrastrada por piedras y ramas dolorosas. Probablemente.

Winchester Soul ━━ the vampire diaries, supernaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora