EL OCÉANO EN TUS OJOS - (NUEVA VERSIÓN).

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Hoy Adam cumple 19 años. Nunca se me olvida esa fecha. Regalaron un carro ,todo los vecinos. Salí solo por la ciudad para distraerme. Regresé a casa y me encontré con una sorpresa inesperada: mi padre. Aunque había ganado algo de peso, reconocí de inmediato su rostro. Me sentí un poco confundido porque no había hablado mucho sobre él con ustedes y tampoco lo conocía tan bien como debería.

Mi padre se fue de casa cuando yo era niño; la economía estaba mal en Hawái, por eso estoy en San Francisco, enamorado de mi vecino. Mi padre parecía igual de sorprendido de verme. Nos miramos en silencio por un momento, y luego él rompió el hielo con una sonrisa nerviosa. No sabía qué decirle ni cómo reaccionar, pero al mismo tiempo sentí curiosidad por conocerlo mejor y entender por qué se había alejado de mí.

Mi padre estaba en el salón junto a mi tía, teniendo una conversación. Me sentí abrumado y sin palabras ante esta sorpresa. No quería ser grosero al ignorar su presencia, pero tampoco sabía cómo afrontar la situación. Así que, en silencio, decidí seguir derecho hacia mi habitación. Me sentí confundido y sin saber qué hacer o qué decir en ese momento. Era como si mi mente estuviera bloqueada, incapaz de procesar toda la información que acababa de recibir. Adam no me quiere y que aparece mi papá, no sé qué es peor.

Sentí que mi tía se despedía y bajé las escaleras. Con una sonrisa, me informó que mi papá había venido y que se quedaría en la ciudad por unos días. Además, me dijo que otro día quería invitarme a salir.