EL FIN

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Después de graduarnos de la high school donde nos conocimos, Adán tomó una decisión importante: compró un apartamento para los dos. Mi madre había ascendido en su trabajo, lo que le permitió apoyarnos en esta nueva etapa de nuestras vidas.

Nuestro apartamento era hermoso. Teníamos una cocina moderna y acogedora, dos cuartos amplios, un balcón con vistas y una sala enorme donde solíamos pasar horas hablando y riendo. Me sentía afortunada de compartir mi vida con el mejor jugador de hockey, quien no solo era talentoso, sino también un compañero increíble.

Una noche, mientras veíamos una película en nuestra habitación, el ambiente se volvió más íntimo. Era un momento especial y un poco nervioso, ya que fue nuestra primera vez. Todo fue muy delicado, lleno de ternura y conexión. Me di cuenta de que nuestra relación había alcanzado un nuevo nivel, lleno de amor y confianza.

Con el paso del tiempo, comenzamos a hablar sobre el futuro. Ambos compartíamos el deseo de formar una familia y, después de muchas conversaciones, decidimos que queríamos adoptar un hijo. La idea de darle un hogar a un niño en necesidad nos llenaba de alegría y esperanza.

Nos imaginamos cómo sería nuestra vida con un pequeño corriendo por el apartamento, riendo y llenándolo de energía. Estábamos emocionados por el camino que teníamos por delante, listos para enfrentar cualquier desafío juntos.

EL OCÉANO EN TUS OJOS -  (NUEVA VERSIÓN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora