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Después de nuestra rápida visita al mercado, donde disfrutamos de un delicioso helado, mi tía notó mi emoción y curiosamente me preguntó por qué estaba tan apurado ese día. Con una sonrisa contagiosa, le respondí con entusiasmo que tenía una fiesta con mis amigas, Luz y Daye. Su rostro se iluminó al escuchar la noticia y me preguntó por los detalles de la fiesta, como la hora a la que comenzaría. Con firmeza, respondí que sería a las 8 pm, y con eso, decidimos dirigirnos a casa para que pudiera elegir un atuendo adecuado con más tiempo.

Ya en casa, mi tía me ayudó a seleccionar la ropa perfecta para la ocasión, asegurándose de que luciera lo mejor posible. Su apoyo y entusiasmo me llenaron de confianza mientras me preparaba para la fiesta. La emoción se apoderaba de mí a cada minuto que pasaba.

El ambiente estaba cargado de energía mientras Daye y yo íbamos en el carro rumbo a la fiesta, con la música sonando a todo volumen. Las luces de la ciudad parpadeaban a través de la ventana, y yo podía sentir la anticipación creciendo dentro de mí. "¿Estás lista para esto?" preguntó Daye con una sonrisa, apartando brevemente la mirada de la carretera para dirigirse a mí. "¡Totalmente!" respondí, sintiendo cómo la emoción me invadía. La idea de pasar una noche llena de diversión con mis amigas era justo lo que necesitaba para romper la monotonía de los días pasados.

El tiempo pasó volando mientras nos aproximábamos al lugar de la fiesta. El sonido de la música se volvía más fuerte a medida que nos acercábamos, y yo podía sentir la anticipación palpable en el aire. Estaba lista para sumergirme de lleno en la diversión y el ambiente festivo que me esperaba.

La música retumbaba en mis oídos mientras bailaba y reía junto a mis amigas. La atmósfera estaba cargada de energía y me sentía completamente inmersa en el momento. Cada instante era una explosión de alegría y diversión.

Pero a lo lejos, vi a Adam, sonriendo feliz con su chico en la zona VIP. Un nudo se formó en mi estómago; aunque me gustaba Adam, sabía que él no sentía lo mismo por mí. Nunca había sido correspondida, y esa idea siempre me perseguía. Intenté apartar la mirada, sumergiéndome nuevamente en la fiesta, pero el deseo de un amor no correspondido seguía presente, recordándome que, a veces, las cosas no salen como uno espera.

"En cada destello de tus ojos azules, encuentro la magia que hace que me enamore más de ti cada día."

EL OCÉANO EN TUS OJOS -  (NUEVA VERSIÓN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora